Eduardo Mendoza: ¡°Las naciones son construcciones artificiales¡±

Eduardo Mendoza deja claro en todo momento que le encanta ser extranjero. Y tambi¨¦n que los Estados y las Naciones no le gustan nada. ¡°Son construcciones artificiales¡±, se?ala en un evento celebrado en el Instituto Cervantes de Nueva York en el que present¨® su ¨²ltimo ensayo, ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en Catalu?a? El novelista se siente por eso a gusto viviendo en grandes ciudades. Son, dice, un h¨¢bitat m¨¢s humano, pese a ser lugares violentos y dif¨ªciles.

Tras hacer un recorrido por su producci¨®n literaria, el autor barcelon¨¦s explic¨® por qu¨¦ escribi¨® este panfleto, como denomina su ¨²ltimo trabajo. Cont¨® que conforme ve¨ªa como se complicaban las cosas, le sorprendi¨® la forma en la que se ve¨ªa la crisis desde Inglaterra, donde reside. ¡°Quer¨ªa ofrecer algunos elementos de reflexi¨®n para el debate, si es que se vuelve a ese terreno¡±.

El formato del panfleto, indic¨®, est¨¢ a medio camino entre la opini¨®n inmediata que genera una noticia o el comentario en una tertulia y de un libro. ¡°Es una parte de lo que quer¨ªa escribir¡±, precis¨®, ¡°se trata de hablar de la realidad para se parezca lo m¨¢s posible a la realidad¡±. Escribiendo hacia afuera, mirando a Londres, trata a su vez de llegar a un p¨²blico objetivo e imparcial.

Mendoza califica la situaci¨®n actual de grave. Habl¨® de una ¡°penosa fractura social¡± por la tensi¨®n que se manifiesta en las relaciones personales, familiares y profesionales. Tambi¨¦n critic¨® la incomprensi¨®n de la sociedad espa?ola hacia la realidad catalana. ¡°No hubo un debate claro y abierto¡±, afirma, ¡°me quedo tranquilo de haberlo pedido¡±. ¡°Nosotros mismos somos extraterrestres en nuestro pa¨ªs¡±, opin¨®.

Tambi¨¦n explic¨® que con ensayo tratar de limpiar algunas marchas que se arrastran desde la dictadura. ¡°Franco muri¨® hace muchos a?os. Las cosas han cambiado¡±, insisti¨®. Lament¨®, por eso, que se utilice como recurso f¨¢cil. ¡°Nos hemos cre¨ªdo que somos un pa¨ªs opresor cuando somos uno con la manga m¨¢s ancha. La irresponsabilidad con la que se puede decir ciertas cosas no existe en otros pa¨ªses¡±.

Este fatalismo, reiter¨® Mendoza, ¡°impide pensar, trabajar, luchar y aceptar que no se puede conseguir todo¡±. El novelista admite que Espa?a evolucion¨® de una manera muy complicada, pero deja claro que no fue m¨¢s violenta o turbulenta que en otros pa¨ªses. ¡°Los extranjeros que tengan la imagen que quieran¡±, insisti¨®, ¡°no deber¨ªamos pensar que Espa?a es un pa¨ªs desastroso y opresivo¡±.

En su opini¨®n, en lugar de discutir el encaje de las naciones en un estado, ¡°lo ideal ser¨ªa ver c¨®mo se puede disolver el estado en algo m¨¢s pr¨¢ctico¡±. Eduardo Mendoza, como se?al¨® Ignacio Olmos, director del Instituto Cervantes en Nueva York, es una persona que busca siempre el exilio interior y f¨ªsico. En la conversaci¨®n particip¨® tambi¨¦n el escritor Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao, actual c¨®nsul general en Washington.

¡°El sentido com¨²n es en este momento una agresi¨®n¡±, valor¨® Ridao al presentar el ensayo. Mendoza admiti¨® que no ve c¨®mo se puede resolver la crisis. La independencia, reiter¨® haciendo referencia a la tesis de su trabajo, es ¡°impracticable e irrealizable¡±. ¡°Pero el hecho est¨¢ ah¨ª. Cuenta con el apoyo de una masa muy numerosa y convencida. O se acepta a vivir con eso o se busca alg¨²n apa?o¡±, concluy¨®.