?Puede haber un fusilamiento en una novela juvenil?

Dice Maite Carranza (Barcelona, 1958) que cuando en 2006 anunci¨® su intenci¨®n de escribir una novela juvenil inspirada en el caso de Natascha Kampusch, la ni?a austriaca secuestrada por un hombre que la mantuvo cautiva durante m¨¢s de ocho a?os, mucha gente pens¨® que jam¨¢s conseguir¨ªa publicarla. ¡°Los temas escabrosos o tristes asustan a los padres. Y si los padres se asustan, se asustan tambi¨¦n las editoriales. En consecuencia, los autores tambi¨¦n nos asustamos y nos autocensuramos¡±, explica. Pero ella, que ya entonces era una firma conocida entre los j¨®venes por obras como la trilog¨ªa fant¨¢stica La guerra de las brujas (Edeb¨¦), no se achant¨® y sigui¨® adelante con su proyecto. Y no se equivoc¨®: el libro, que titul¨® Palabras envenenadas (Edeb¨¦), se convirti¨® en un fen¨®meno editorial y le vali¨® el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil de 2011.

Aquel ¨¦xito le dio impulso para continuar por ese camino. En 2016 public¨® Caminos de libertad (Edeb¨¦), en la que trataba la realidad de los refugiados de guerra, poco despu¨¦s abord¨® la pobreza infantil en La pel¨ªcula de la vida (SM) y ahora justo acaba de presentar Una bala para el recuerdo (Loqueleo), una historia que transcurre durante la Guerra Civil que no escatima realidades tan crudas como los fusilamientos de prisioneros y civiles. ¡°Los ni?os son mucho m¨¢s maduros de lo que pensamos. Son perfectamente capaces de asumir episodios duros sin traumatizarse. No deber¨ªamos esquivar ning¨²n tema, sino esforzarnos para encontrar la manera m¨¢s adecuada de cont¨¢rselo seg¨²n su edad y su sensibilidad¡±, opina Maite Carranza.

?Y cu¨¢l es su receta? ¡°No hay recetas, pero s¨ª elementos obvios: personajes con los que puedan sentirse identificados, conflictos que tengan que ver con la adolescencia m¨¢s all¨¢ de la trama principal, el despertar a la vida, el descubrimiento del amor¡­¡±, explica la escritora. Todo eso est¨¢ en Una bala para el recuerdo, protagonizada por un ni?o de 13 a?os que en plena Guerra Civil se lanza a recorrer cientos de kil¨®metros en busca de su padre, un minero republicano, tras saber que est¨¢ recluido en un campo de prisioneros. Hasta llegar a ¨¦l atravesar¨¢ monta?as en las que se cruzar¨¢ con lobos y desertores, robar¨¢ comida, se enamorar¨¢ y ver¨¢ con sus propios ojos lo que es la guerra.

Los ni?os son mucho m¨¢s maduros de lo que pensamos. Son perfectamente capaces de asumir episodios duros sin traumatizarse

Lo asombroso de esta historia es que ocurri¨® de verdad. La recogi¨® el escritor Eduardo Pons Prades en el libro Los ni?os republicanos en la guerra de Espa?a y a la escritora le pareci¨® perfecta para acercar aquella etapa a los adolescentes actuales. ¡°Si aquel ni?o fue capaz de atravesar monta?as y batallas para llegar hasta su padre, ?por qu¨¦ pensar que un chico o chica de su misma edad hoy es m¨¢s d¨¦bil o demasiado delicado para enfrentarse a esta historia?¡±, se pregunta la autora.

Lo importante, seg¨²n Carranza, es encontrar el libro adecuado para cada ni?o. ¡°Ocurre con frecuencia que a partir de los 12 a?os se mete a todos los adolescentes en un mismo bloque. Y eso es un gran error. Entre los 12 y los 16 a?os se producen un mont¨®n de cambios, lo que le gusta al de 12 seguramente le aburra al de 16, y viceversa, el de 12 puede rechazar lo que le fascina al mayor porque no lo entiende todav¨ªa. Deber¨ªamos afinar mucho m¨¢s a la hora de especificar la edad recomendada de cada obra¡±, advierte.

Pero no todo son adversidades en la vida. Tampoco en la obra literaria de Carranza, que pr¨¢cticamente ha abordado todos los g¨¦neros en su trayectoria como escritora, incluidas novelas para adultos y guiones para cine y televisi¨®n. ¡°Me gusta experimentar y tocar palos y temas distintos. De otro modo me aburrir¨ªa, y creo que esto tambi¨¦n es importante para un lector joven: que pueda acceder a muchas cosas distintas, a novelas de fantas¨ªa, de vampiros, de aventuras y tambi¨¦n de reflexi¨®n. A los chicos, como a los adultos, les resulta m¨¢s c¨®modo leer historias en las que vean reflejada su vida cotidiana, pero tambi¨¦n debemos ofrecerles espacios para que sue?en y conozcan otras realidades¡±, concluye la escritora.

Una bala para el recuerdo, de Maite Carranza, est¨¢ editada por Loqueleo.