?Que viene el lobo... bueno!
Migraciones, machismo¡ Las nuevas lecturas para ni?os est¨¢n llenas de valores actuales. Pero ?y los cl¨¢sicos? ?Corremos el riesgo de edulcorarlos a base de correcci¨®n pol¨ªtica?
Al calor de la lumbre, generaciones de ni?os y ni?as han escuchado truculentos relatos de lobos feroces, muchachos desobedientes que robaban en los cementerios la carne que no pudieron comprar porque se lo gastaron en caramelos y la muerte ven¨ªa despu¨¦s a reclamar lo suyo subiendo las escaleras¡ En todos los pa¨ªses y en todas las ¨¦pocas se o¨ªa a esos ni?os muertitos de miedo pedir, al acabar el relato: ¡°Cu¨¦ntamelo otra vez¡±. En la actualidad se han apagado esas lumbres en medio mundo y las familias, el profesorado y los autores han encontrado v¨ªas m¨¢s dulces para transmitir las ense?anzas precisas a sus pupilos. Los libros infantiles y juveniles revelan un mundo amable lleno de valores nuevos. Bienvenidos sean esos textos, dicen los que entienden. Pero ?es la hoguera el destino de aquellos cuentos viejos? No, coinciden, ni mucho menos.
Reina Duarte, editora de Edeb¨¦, con 25 a?os a su espalda siendo directora de libros infantiles y juveniles, opina que ¡°la juventud est¨¢ interesada por los temas de siempre: quieren re¨ªrse, hablar de chicos y chicas, lo cl¨¢sico, y solo una parte demuestra inter¨¦s por asuntos de m¨¢s calado como la violencia de g¨¦nero, la desigualdad, las guerras, la pobreza, la injusticia, pero no hay mayor demanda de estos temas ahora, m¨¢s bien cuesta introducirlos. Todos estamos necesitados de la evasi¨®n que facilita la literatura¡±.
La demanda de estos textos con mensaje, repletos de valores sociales de nuestro tiempo s¨ª encuentra, sin embargo, una amplia oferta. Son libros de ediciones exquisitas, donde no sobra una palabra ni falta una idea correcta. Algunos prefieren decir, con retint¨ªn, pol¨ªticamente correcta. ¡°Estamos padeciendo indigesti¨®n de libros hechos para transmitir un mensaje qu¨ªmicamente puro y un¨ªvoco. Hay colecciones enteras de esos libros de tesis¡±, dispara Ana D¨ªaz-Plaja, profesora de literatura infantil ya jubilada en la Universidad de Barcelona. Reconoce que ¡°se est¨¢ haciendo muy buena literatura urgida por los nuevos planteamientos sociol¨®gicos, que trata la homosexualidad, las migraciones, el machismo¡±, pero alerta del revisionismo sobre los textos antiguos: ¡°Se est¨¢n retirando libros porque se consideran racistas. Pues claro, es que se escribieron en ¨¦pocas racistas. Se molestan porque Huckleberry Finn fumaba un cigarrillo, l¨®gico, si hace casi dos siglos y tambi¨¦n hab¨ªa esclavitud, pues claro¡±.
¡°Pueden dulcificarse los textos pero no archiproteger a los menores. Los infantiliza en exceso¡±, dice una docente
Opina D¨ªaz-Plaja que estos cuentos despiertan en las mentes juveniles un esp¨ªritu cr¨ªtico al leer, una mirada hist¨®rica necesaria que, de otro modo, no madurar¨¢n. En definitiva, una curiosidad por tiempos que no son los propios, costumbres y maneras que sirvieron en el pasado o a partir de las cuales se edificaron futuros mejores. Estrella L¨®pez Aguilar es experta en lecturas infantiles y juveniles, docente en la Comunidad de Madrid desde 1990, y cuenta un detalle que a una generaci¨®n entera de lectores le sonar¨¢: la cerveza de jengibre que beb¨ªan en Los Cinco, de la escritora inglesa Enid Blyton. ?Qu¨¦ era ese mejunje que hac¨ªa las delicias de aquella pandilla de investigadores? ¡°Estuve a?os sin saberlo, hasta que viaj¨¦ a Inglaterra y lo descubr¨ª¡±, relata L¨®pez Aguilar casi con brillo en los ojos. Ahora adoramos a san Google, pero entonces¡ Pues bien, esa cerveza de jengibre, sostiene esta experta, ha sido sustituida en las nuevas ediciones de Los Cinco por un refresco cualquiera que todos conocen. ¡°Eso les corta el acceso a nuevos conocimientos¡±, se queja. Cree que ese exceso de lo pol¨ªticamente correcto no es m¨¢s que ¡°una moda que pasar¨¢. ?Alguien cree que la vida de Frida Kahlo le interesa a los ni?os? Lo que s¨ª interesa y eso no es moda es visibilizar a la mujer a trav¨¦s de los cuentos, de los libros de texto, y ah¨ª la escuela debe estar atenta¡±, dice. En 2010, L¨®pez Aguilar form¨® parte del equipo Leer.es del Ministerio de Educaci¨®n y es fundadora del proyecto colaborativo Kuentalibros.
Hay dos elementos a tener muy en cuenta a la hora de determinar un cambio en las lecturas del alumnado actual y uno de ellos no es precisamente la escuela, donde los textos obligados o recomendados no han cambiado tanto, o los chicos los siguen tomando como deberes. Lo que s¨ª est¨¢ influyendo decisivamente son las familias, mucho m¨¢s formadas que antes, y las nuevas tecnolog¨ªas. A esto ¨²ltimo le concede una importancia capital la argentina Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez, profesora del Ministerio de Educaci¨®n de la ciudad de Buenos Aires y coordinadora de Ferias del Libro Interdistritales. ¡°El docente o los padres pueden mediar, pero la quiebra es la alfabetizaci¨®n digital, que excede las decisiones que se puedan tomar en la escuela o en casa; el alumnado ya elige lo que quiere por s¨ª mismo, es completamente aut¨®nomo: qu¨¦ escritor, qu¨¦ lectura y c¨®mo quiere leerlo. Lo digital est¨¢ rompiendo cualquier tutela y creo que los editores est¨¢n despistados¡±.
Quiz¨¢ no tanto. Porque a los domicilios de los nuevos prescriptores de literatura infantil y juvenil no dejan de llegar cajas y cajas con las novedades de papel. Estos nuevos l¨ªderes de opini¨®n son muy tenidos en cuenta por las editoriales. Se les llama influencers y sus recomendaciones a trav¨¦s de varios formatos digitales hacen furor entre los adolescentes. Lo que antes eran colecciones, Los Cinco, Los Hollister, Los siete secretos, ahora se llaman sagas y el universo de las lecturas juveniles se ha llenado de muertos vivientes, juegos del hambre, y todo un mundo digital donde, por supuesto, tienen cabida los primeros amores. Estos influyentes recomendadores digitales se llaman booktubers. Andrea Izquierdo Fern¨¢ndez, con su alias Andreo Rowlin (Zaragoza, 1995), es uno de ellos y tambi¨¦n escribe libros. ¡°Escribo lo que me gusta leer. Lecturas din¨¢micas, ¨¢giles, que acabes un cap¨ªtulo y quieras otro¡±. Qui¨¦n diera con esa f¨®rmula. Ella cuenta lo que est¨¢ pasando, con personajes de las edades de sus lectores, pero introduce temas muy actuales, esos valores que antes se citaban: la visibilidad de la mujer, la violencia machista, la enfermedad mental, ansiedad, depresi¨®n, la bulimia. ¡°Hay que sacar todos estos temas del armario y tratarlos en la literatura¡±, recomienda. Ella ha publicado Oto?o en Londres (Nocturna), el inicio de una trilog¨ªa.
¡°Lo digital rompe cualquier tutela y creo que los editores est¨¢n despistados¡±, a?ade otra profesora
La libertad de esta joven escritora la sienten cercenada otros autores. O al menos notan esa tenaza cuando escriben. Contra ella se rebela con rabia Jordi Sierra i Fabra, uno de los m¨¢s conocidos y exitosos autores de literatura juvenil. ¡°He perdido un premio porque en mi libro estaba la palabra aborto, me han censurado por mencionar el t¨¦rmino orgasmo en algunos colegios religiosos. Soy un autor libre y hago novelas, si me leen en los colegios es por accidente. Y no doy mensajes. Claro que hay valores, ?yo los tengo!¡±, dice con vehemencia. ¡°Es una verg¨¹enza que se est¨¦ reescribiendo la historia¡±.
?Hay tanto revisionismo como dicen? Bego?a Regueiro, profesora de literatura infantil en la Universidad Complutense y directora del grupo interuniversitario ELLI (Educaci¨®n Literaria y Literatura Infantil), contesta: ¡°S¨ª, s¨ª que lo hay, y somos muy conscientes de que eso est¨¢ ocurriendo. Me parece terrible y peligroso porque est¨¢ lleno de prejuicios y muy falto de los conocimientos necesarios, se revisa el pasado con poca profundidad. Los cuentos tradicionales aportaban much¨ªsimo y hay s¨®lidas corrientes que lo han estudiado desde la antropolog¨ªa y la psicolog¨ªa, pero ahora, cualquiera que pasa decide que tal o cual cuento es el relato de un maltratador o un abusador. Pues no¡±, se enoja.
La escritora Clarissa Pinkola Est¨¦s (Indiana, 1945), autora de un libro ¡°muy feminista¡±, Mujeres que corren con lobos, y el psicoanalista Bruno Gettelheim, fallecido en 1990, son dos de las autoridades que cita Bego?a Regueiro. ¡°Ambos hacen un an¨¢lisis de los cuentos tradicionales desde un punto de vista psicol¨®gico y ella, adem¨¢s, desde la perspectiva feminista¡ Caperucita roja nos habla de la maduraci¨®n sexual. El lobo, en la versi¨®n de Perrault, lo que hace es camelarse a la ni?a para acostarse con ella, de lo que se extrae la ense?anza de que hay que hacer caso a la madre y no entretenerse por el camino. Pero no podemos extirpar estos cuentos sin m¨¢s, porque, desgraciadamente, los lobos existen y no todos son buenos¡±, sigue Regueiro. ¡°?Que el lobo es un violador? Por supuesto, pero es que los violadores existen y esas revisiones obvian todos estos significados. Se pueden dulcificar, pero no archiproteger a los menores porque eso les impide madurar, los infantiliza en exceso. El cuento, eso s¨ª, debe acabar bien¡±, sostiene. ¡°La bella durmiente duerme su adolescencia y se despierta en su madurez, los que se pierden por el bosque est¨¢n haciendo viajes de iniciaci¨®n. S¨ª, los cuentos tradicionales son m¨¢s simb¨®licos y eso se les va quedando¡±. Sobre los textos actuales, Regueiro da la bienvenida a los libros con mensajes, con los nuevos valores; cree que son lecturas que deben combinarse. Y alerta sobre cierta poes¨ªa nueva de algunos cantautores, raperos y poetas j¨®venes, en cuyas letras late o se explicita un machismo terrible.
Entre los nuevos valores se ha extendido tambi¨¦n la costumbre editorial de acercar a los m¨¢s j¨®venes a realidades que nos rodean de la ma?ana a la noche: las guerras, el exilio, los migrantes, los refugiados, los holocaustos, etc¨¦tera. Sellos como Kalandraka esmeran la edici¨®n de sus libros, aunque estos encierren crudas ense?anzas. La historia de Erika es uno de ellos, sobre el Holocausto. O el titulado Migrar, un libro acorde¨®n que m¨¢s parece una joya en blanco y negro. Mexique (Libros del Zorro Rojo) es un bello cuento de Mar¨ªa Jos¨¦ Ferrada ilustrado por Ana Penyas que relata el viaje en barco de cientos de ni?os del exilio espa?ol a M¨¦xico, los ni?os de Morelia. Lo hacen sin concesiones pero con belleza. Especializada en asuntos de guerra, dictadura y memoria hist¨®rica, la paleta de colores de Penyas para Mexique apenas sale del negro y el blanco: ¡°Creo que los ni?os est¨¢n acostumbrados a ver im¨¢genes tristes y quiz¨¢ desde estos relatos puedan acercarse al dolor buscando otras sensibilidades¡±. Y Ferrada tampoco busca un lenguaje especial para tratar el texto: ¡°No hay temas de ni?os ni de adultos porque compartimos un mismo mundo con sus alegr¨ªas y dolores. Lo que intento hacer ante un texto as¨ª es ponerme en la piel de los peque?os¡±.
Quiz¨¢ la piel infantil es resistente, pero algunos editores encuentran que son los adultos los que, a veces, la tienen ¡°muy fina¡±. ¡°Est¨¢ de moda coger los cl¨¢sicos y reeditarlos d¨¢ndoles una vuelta, por ejemplo con princesas que salvan a los pr¨ªncipes, pero publicar los tradicionales sin m¨¢s¡¡±, dice el editor de Anaya Infantil, Pablo Cruz. ¡°A las editoriales nos dan cada tunda en las redes sociales¡ Es un momento delicado¡±. Los editores tambi¨¦n tienen miedo al lobo.
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