¡°Picar piedra es edificante¡±
Elefantes presentan en directo 'La primera luz del d¨ªa', el tercer disco desde su regreso en 2013
Tintinean las manos de Shuarma, l¨ªder de Elefantes, mientras habla de La primera luz del d¨ªa (Warner). Sus pulseras golpean una cucharilla que lleva en la mano, en constante movimiento, como si le ayudase a concentrarse para hablar de su ¨²ltimo trabajo discogr¨¢fico, un disco que consideran ¡°redondo¡± con el que transmiten ¡°exactamente lo que quer¨ªamos¡±. Una precisa radiograf¨ªa con la que giran estos meses, agotando en ciudades como Madrid (Joy Eslava, 13 de abril) o Barcelona (Luz de Gas, 28 de abril).
Presentan un disco conceptual, donde todo tiene estructura circular, desde el dibujo de la portada hasta el inicio y el cierre, que forman dos piezas instrumentales. Doce canciones sobre la b¨²squeda y la mirada interior: ¡°Es muy importante conectar contigo mismo, escucharte para poder decir algo¡±. Y decidir c¨®mo actuar: ¡°La primera luz te trae la oportunidad de elegir de qu¨¦ manera te enfrentas a un nuevo d¨ªa, tu actitud ante lo que la vida te pone por delante¡±. Formaron la banda hace 23 a?os y comparten el mismo concepto: ¡°Ponemos en la m¨²sica todo lo que somos¡±.
Es la primera vez que escriben un disco en orden (salvo Vuelo en avestruz, de 2003) y sin ning¨²n descarte. Un proceso racional que, sin embargo, tiene mucho de dejarse llevar: ¡°Las cosas a las que no le das una explicaci¨®n la tienen. Ha ido fluyendo y al final tiene l¨®gica, funciona. No es fruto de la inspiraci¨®n divina, es fruto del trabajo¡±. Lo compusieron durante su gira anterior, pero no creen que eso lo haya marcado de forma especial: ¡°Es m¨¢s importante cu¨¢ndo te conviertes en esponja para recibir la informaci¨®n que vas a utilizar para escribir las canciones. ?D¨®nde est¨¢ el acto creativo de verdad: cuando lo sacas o cuando lo recibes?¡±.
Cada vez y Quiero saben a pop espa?ol de los sesenta. Mis sue?os podr¨ªa haberla cantado Nino Bravo. Admiten las referencias, aunque puntualizan que no quieren sonar ¡°a nada del pasado¡±. Las guitarras aflamencadas son cosa de Hugo Toscano, afincado en M¨¢laga y casado con una cantaora: ¡°He buceado y conocido c¨®mo funciona este g¨¦nero. Puedo mostrarme permeable a que impregne un poco las canciones¡±. Lo que m¨¢s les interesa es ¡°la m¨²sica de ra¨ªz¡±, sobre todo la espa?ola. Y la mayor influencia de Shuarma en este periodo ha sido Serge Gainsbourg: ¡°Me gusta much¨ªsimo como m¨²sico, fil¨®sofo, personaje¡ ha sido un referente important¨ªsimo¡±. Y quiz¨¢ se note m¨¢s en el pr¨®ximo disco, adelanta.
Hay canciones m¨¢s experimentales, como Dame la mano, o Alma, en la que se acercan al universo musical de Triana. Su planteamiento genera extra?eza: ¡°Hay cosas abstractas que no podemos descifrar, y eso no quiere decir que no est¨¦n. Existen capas a las que no tenemos acceso, el mundo sutil. Quisimos crear una atm¨®sfera que fuera un poco m¨¢s et¨¦rea¡±. El vocalista cree mucho en el inconsciente: ¡°Hay distintos planos y en un tiempo tendremos acceso a eso. Hay muchas cosas que van a venir desde un lugar que no nos esperamos¡±. Un misterio que tambi¨¦n guarda el disco, con un bonus track oculto que simboliza ¡°el sentido del sue?o: todo lo que has vivido de una forma desordenada y ca¨®tica¡±.
Tras ocho a?os de separaci¨®n, Elefantes volvieron a reunirse en 2013 y sienten que est¨¢n en un momento fant¨¢stico. ¡°Durante un tiempo de nuestra carrera no disfrut¨¢bamos nada de todo esto, llegamos a no disfrutar del escenario tambi¨¦n. Cuando apretamos el stop, no era el pause, era el stop. Sin embargo, volvemos¡±. Dicen que est¨¢n aqu¨ª porque quieren, y experimentan una etapa de gran fertilidad creativa: ¡°Podr¨ªamos haber formado parte de las bandas de los 70, que cada a?o sacaban un disco¡±.
Durante m¨¢s de dos d¨¦cadas, su camino ha sido una carretera con ¡°subidas, bajadas¡ una comarcal, no una autopista¡±, reflexiona el bajista Julio Casc¨¢n. ¡°Y si hay un tramo sin curvas, nos las inventamos¡±, aclara Shuarma. Les gusta revalidar el t¨ªtulo en cualquier lugar: ¡°Cuando tocas en un pueblo donde no saben qui¨¦n eres, el ejercicio es: ¡®Vamos a por ellos¡¯. Nos pone, nos gusta mucho. Picar piedra es edificante¡±. Le da sentido a su ruta. ¡°Cuando nos coloquemos bien otra vez, nos separaremos¡±, sonr¨ªe, sin dejar de tintinear sus pulseras.
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