La segunda vez de Dora Garc¨ªa
La artista lleva al Reina Sof¨ªa su obsesiva investigaci¨®n est¨¦tica a trav¨¦s de sus piezas esenciales
Si Dora Garc¨ªa (Valladolid, 1965) fuera una artista convencional, podr¨ªa decirse que utiliza una paleta en la que vuelca colores destilados por los grandes artistas de la ¨¦poca que le ha tocado vivir. Pero como lo suyo es el arte conceptual, trabaja con una peculiar paleta en la que se mezcla el pensamiento de intelectuales como James Joyce, Jacques Lacan, Oscar Masotta o Ricardo Piglia. A partir de obras fundamentales de todos ellos, la artista trabaja sus dudas, repeticiones y cuestionamientos en piezas en las que confluyen los documentos, el cine, el dibujo, el teatro y la performance; una exhaustiva investigaci¨®n est¨¦tica en torno a los difusos l¨ªmites entre lo real y su representaci¨®n.
Calificada por el director del Museo Reina Sof¨ªa, Manuel Borja-Villel, como una de las artistas m¨¢s importantes de su generaci¨®n, Dora Garc¨ªa ha escogido piezas de los 90 que se entrelazan en diferentes espacios con otras esenciales en su trayectoria y proyectos realizados expresamente para esta exposici¨®n, la mayor que se le ha dedicado hasta el momento. Con un montaje claramente teatral, los performers (int¨¦rpretes) sirven de hilo conductor para las sucesivas obras que se muestran en la tercera planta, en el espacio de protocolo del museo y bajo las b¨®vedas.
La exposici¨®n toma su t¨ªtulo, La segunda vez, de un relato hom¨®nimo de Julio Cort¨¢zar y de uno de sus proyectos m¨¢s recientes integrado por una tanda de cortometrajes inspirados en la obra del intelectual argentino ?scar Masotta.
Teresa Vel¨¢zquez, comisaria de la exposici¨®n junto a Borja-Villel, explica que han tratado de mostrar los aros que engarza el nudo borromeo que caracteriza la obra de esta artista: la performance, la pol¨ªtica y el psicoan¨¢lisis. A partir de ah¨ª, las experiencias sonoras se mezclan con voces polif¨®nicas ligadas al proceso de cada pieza y una manifestaci¨®n permanente del miedo at¨¢vico a lo desconocido.
La exposici¨®n, sin orden cronol¨®gico, arranca con la pieza titulada Hay un agujero en lo real, frase de la serie Golden Sentences, que aparece escrita en caracteres dorados en lo alto de la sala. All¨ª, a modo de broma, Dora Garc¨ªa advierte que no hay que conocer a fondo la obra de Joyce o de Lacan para disfrutar de su exposici¨®n. ¡°Esta frase es para m¨ª una declaraci¨®n de intenciones. Me resulta tan inquietare que podr¨ªa ser el arranque de una novela polic¨ªaca¡±.
Ese cuestionamiento sobre todo lo que se consideran certezas acompa?a todo el recorrido jalonado por int¨¦rpretes que reproducen papeles de lectores o simples espectadores con los que crea espacios que ella llama de ¡°narraci¨®n¡±. Una de sus primeras piezas tiene que ver con la actuaci¨®n y la repetici¨®n. As¨ª lo explica ante la sala en la que se proyecta su pel¨ªcula The Joycean Society [La sociedad joyceana, 2013] en la que se ve a un grupo de lectores de la Zurich James Joyce Foundation, que se re¨²ne peri¨®dicamente para leer su libro Finnegans Wake. Lo hacen cada d¨ªa durante 90 minutos y la artista se?ala que el acto supone una permanente reinterpretaci¨®n y reactivaci¨®n de la obra. Como ocurre en cada uno de los espacios por los que se extiende la exposici¨®n, en esta sala se incluye una gran mesa y varias vitrinas con documentaci¨®n y estudios preparatorios.
En la sala de las b¨®vedas se representa la performance Narrativa instant¨¢nea (2006-2008). El v¨ªdeo que se proyecta en una gran pantalla situada en un extremo del corredor da cuenta de todo lo que va sucediendo en ese espacio acotado. Para ello, una persona observa y transcribe cada incidencia en su ordenador. Esas anotaciones se van viendo reflejadas en el monitor, de manera que el visitante se puede sorprender leyendo cosas como: ¡°la mujer de oscuro habla por su tel¨¦fono¡±, ¡°dos personas se encuentran y est¨¢n hablando bajito¡± o ¡°se acerca una mujer que viene ri¨¦ndose de lejos¡±.
La Generaci¨®n de Juan Mu?oz, en el Congreso
Entre los muchos actos que ya se est¨¢n organizando para celebrar el 40 aniversario de la Constituci¨®n espa?ola, el Reina Sof¨ªa tiene el encargo de presentar una propuesta vinculada al arte contempor¨¢neo. Jo?o Fernandes, subdirector del museo explica que su propuesta consistir¨¢ en realizar diferentes intervenciones en lugares que no perturbar¨¢n la vida diaria del Congreso y del Senado. En sus planes figura la inclusi¨®n de 40 obras de artistas pertenecientes a la generaci¨®n de Juan Mu?oz. Ser¨¢n piezas de mediano formato realizadas en diferentes soportes: pintura, escultura o fotograf¨ªa. Aunque se resiste a dar nombres de los elegidos, s¨ª menciona a Juan Mu?oz, Cristina Iglesias, Txomin Badiola, Esther Ferrer o Jos¨¦ Luis Moraza. Todos son espa?oles y las obras propiedad del museo.
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