Twitter es un baciyelmo

Stendhal escribi¨® en su diario una de las cosas m¨¢s emocionantes que se pueden decir de un libro: ¡°Recuerdo el Quijote como una de las ¨¦pocas m¨¢s felices de mi vida¡±. Es posible que dentro de cuatro meses mucha gente diga lo mismo. El pasado 1 de junio ¡ªel mismo d¨ªa que se estrenaba en Espa?a El hombre que mat¨® a don Quijote, de Terry Gilliam¡ª arrancaba la lectura compartida en las redes sociales de la novela cervantina. A raz¨®n de un cap¨ªtulo por d¨ªa, hoy toca el 12? (el primero lo ocuparon los textos preliminares). Estamos a tiempo de subirnos a Rocinante.

Con la etiqueta #Cervantes2018, la iniciativa parti¨® de Pablo Maurette, un profesor argentino de literatura comparada de la Universidad de Chicago que ya este invierno puso al mundo a leer y comentar en Twitter y Facebook la Divina Comedia (#Dante2018), ?un poema del siglo XIV! El ¨¦xito fue viral y provoc¨® el nacimiento de r¨¦plicas como #Ovidio2018 o #Kafka2018. La presente aventura cibern¨¦tica de Alonso Quijano, que en la primera semana hab¨ªa involucrado a 3.000 lectores activos (m¨¢s los curiosos), ha servido para demostrar que es en el territorio de La Mancha y no en los delirios imperiales donde nunca se pone el sol. Como dice Maurette, ¡°un usuario reci¨¦n levantado en Osaka interact¨²a con un noct¨¢mbulo en Santa Cruz de la Sierra sin que importe la hora del d¨ªa¡±. Tampoco importa si el que se asoma al hashtag es un ne¨®fito que hasta el 31 de mayo pensaba que el Quijote era tocho para decorar o un sabio como Frederick de Armas, al que no se le caen los anillos por pasar del Cambridge Companion to Cervantes al erudito perfil en Twitter que ha abierto para participar en esta lectura.

¡°Que el melanc¨®lico se mueva a risa, el risue?o la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invenci¨®n, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla¡±. Tales son los deseos recogidos en el pr¨®logo de una novela que hace dos a?os Diego Buend¨ªa lanz¨® troceada en 17.000 tuits. Suele decirse que Twitter es como un bar y ahora se ha convertido en la Venta de Palomeque. Adem¨¢s de ese archivo impertinente que tantos disgustos ha dado a presidents y ministros, la red del pajarito azul tambi¨¦n puede ser el foro que haga realidad la idea de Helena Percas de que la liberalidad de Cervantes no consiste en carecer de criterio, consiste en no imponer el propio.