El diccionario blanco de Edmund de Waal
El artista ingl¨¦s de la cer¨¢mica se hace c¨®mplice de la luz de Ibiza
Aliado de la luz de Ibiza, Edmund de Waal (Nottingham, Inglaterra, 1964) deja que ¨¦sta fluya libre sobre sus obras, cer¨¢micas que emiten soledad y belleza en la sala que acoge sus homenajes a la isla por la que vivieron exilio en la oscuridad de los a?os treinta artistas luminosos como el fil¨®sofo Walter Benjamin y el fot¨®grafo Raoul Hausmann. M¨¢rmol, porcelana, alabastro, cer¨¢mica blanca, y las ventanas inundando de su luz la obra. Ni una gota de luz el¨¦ctrica: la luz natural completando la luz de su propia obra. Edmund de Waal hace realidad el desaf¨ªo de Lewis Carroll: "Quisiera saber de qu¨¦ color es la luz de una vela cuando est¨¢ apagada".
Antes de que se abriera la exposici¨®n, este ¨²ltimo s¨¢bado, ¨¦l escribi¨® en una pared blanca del exterior del Museo de Arte Contempor¨¢neo ibicenco versos de un poema en prosa. Lo hizo siguiendo l¨ªneas azul a?il como las que usan los mamposteros isle?os. Sudando bajo el sol a plomo del mediod¨ªa de Ibiza, escribi¨® con letra ininteligible, como la de su admirado Cy Twombly, que tambi¨¦n fue de Ibiza. Y entre otras cosas puso: "Est¨¢s en una isla, ve m¨¢s despacio".
Con la camisa blanca manchada por el sudor se sent¨® a hacer para EL PA?S su particular diccionario blanco, el color que domina esta exposici¨®n preparada, como quien acuna a un reci¨¦n nacido, por Elena Ruiz Sastre, la directora del museo. Edmund de Waal, escritor, poeta, ceramista. Un tipo que desgobierna sus piernas de tan alto. Concienzudo igual que lo fue para escribir la historia de su familia, exiliados de Rusia y de todas partes, La liebre con ojos de ¨¢mbar. Una herencia oculta (Acantilado, 2017). Un artista de la estirpe de sus homenajeados y tambi¨¦n de John Berger o de Jorge Oteiza. Ojos negros de hur¨®n que ven blanco hasta en la noche que no entienden. He aqu¨ª su diccionario.
Blanco. "El blanco como posibilidad, la p¨¢gina en blanco, el trozo de m¨¢rmol en blanco, el trozo de arcilla, la sal de Ibiza. La idea de infinidad, de que todo puede ser posible. Pero tambi¨¦n la finitud, la p¨¦rdida, el blanco del luto¡ En gran parte del mundo el blanco es el color del duelo. Y tambi¨¦n el blanco como eliminaci¨®n, como borrado de cosas, de pintar encima, el blanco como el momento hist¨®rico de colocar una cosa sobre otra. De blanquear".
Muro. "Desde la infancia, la compulsi¨®n, la necesidad, la obsesi¨®n de escribir sobre muros, no sobre la p¨¢gina, sino sobre muros. Y en mi estudio, durante toda mi vida, he escrito notas, ideas, pedazos de poemas, o trozos de viajes, cuando estoy escribiendo un libro. Siempre en la pared. Los muros son muy importantes. Y poder hacer eso en p¨²blico en galer¨ªas o museos es s¨®lo hacer que algo que es muy privado empiece a ser p¨²blico".
Huella. "Es fant¨¢stico dejarla. Demuestra que nunca puedes perder nada. Siempre hay un rastro de algo en el mundo. Es de lo que habla Walter Benjamin: siempre hay rastro. Estoy haciendo una edici¨®n de poemas de Paul Celan para Ivory Press¡ He impreso los poemas y luego he derramado porcelana l¨ªquida sobre ellos, y los he reescrito. Es un poco como su poema, un palimpsesto.
¡ª-?Por qu¨¦ el blanco es elemento principal de su pensamiento?
¡ªBueno, es la infancia. El primer cuenco que hice en mi vida, a los cinco a?os, es de hace casi cincuenta a?os. Quer¨ªa que fuera blanco ya entonces. Para poder mirarlo m¨¢s claramente. Pod¨ªa pensar en ¨¦l con m¨¢s claridad si era blanco. Normalmente, de ni?o quieres hacer dibujos, colores, decoraciones, pero por lo que sea yo sab¨ªa que quer¨ªa mirar este cuenco en blanco, para poder pensar en ¨¦l. Es una forma de acercarme a las ideas y a los objetos.
¡ª?No es pureza tambi¨¦n?
¡ªLa gente muchas veces dice que la pureza o el minimalismo es una especie de v¨ªa de escape, de evasi¨®n del mundo, pero para mi es completamente lo opuesto; es una forma generosa de pensar sobre el mundo. Me encanta el color, pero para m¨ª el blanco es mi lente, con la que miro al mundo.
¡ªY usa el m¨¢rmol, fuerte como una joya.
¡ªPara mi todos los materiales que uso son un viaje, contienen una historia muy profundamente imbricada en ¨¦l. No cojo el material al azar y lo empiezo a usar. Usar m¨¢rmol es una manera de tocar la antig¨¹edad, distintos tipos de comercio, distintos tipos de historia, y tambi¨¦n una diferente manera de pensar en la translucidez, en c¨®mo la luz atraviesa los objetos. Con la porcelana hemos pasado a?os pensando en c¨®mo la luz atraviesa un objeto. Y lo mismo con el m¨¢rmol. As¨ª que estoy intentando aportar distintas experiencias de la luz. Porcelana, m¨¢rmol y oro.
¡ªEste diccionario debe incluir aqu¨ª la palabra isla.
¡ªEs una gran palabra. En mitad de la pared acabo de escribir: "Est¨¢s en una isla, ve m¨¢s despacio". Y arriba de todo he escrito: "Todas las islas se enfrentan al comp¨¢s, de modo que si est¨¢s en una isla, sea la que sea, est¨¢s en medio del mundo. El mundo entero gira en torno a una isla, en cualquier direcci¨®n, en cualquier parte del mundo. Una isla es una idea extraordinaria, aparte de una realidad f¨ªsica. Son al tiempo lugares de transici¨®n, lugares de donde la gente viene y va, como Ibiza, lugares de exilio y refugio. Pienso en Hausmann, en Benjamin, y en esa gran historia de posguerra de la gente que ha venido aqu¨ª.
¡ªEsta obra suya es tambi¨¦n soledad.
¡ªSon intensamente sobre la soledad. Hay una realidad que no puedes escuchar ni ver ni mirar si no est¨¢s solo. Hay maravillas en compa?¨ªa. Pero el coraz¨®n de cualquier pr¨¢ctica, o de mi pr¨¢ctica, es estar solo. En mi estudio me siento solo ante la arcilla. Cer¨¢mica, escritura, soledad. Y todo lo dem¨¢s es gente, conversaci¨®n, tel¨¦fonos, ni?o, el perro Isla¡ Pero hay que estar solo. La soledad es una isla blanca. Ibiza.
¡ªBeckett le ha regalado la palabra fracaso. "Fracasar mejor".
¡ªS¨ª, absolutamente, absolutamente. Fracaso a la hora de comprender la historia. Fracaso a la hora de tomarnos en serio la historia. Fracaso a la hora de tomarnos en serio la historia. Hago estos trabajos, escribo mis libros, para mirar de frente a la historia. El fracaso real ser¨ªa no comprender las lecciones de las generaciones de nuestros padres y abuelos. Eso es fracasar.
El sudor se ha ido secando sobre su piel. La camisa de Edmund de Waal vuelve a ser completamente blanca como la pared donde ha escrito "Est¨¢s es una isla, ve m¨¢s despacio".
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