Las madres de la reforma constitucional
La petici¨®n del Gobierno a la RAE de un informe sobre la redacci¨®n de la ley fundamental reabre el debate sobre el lenguaje inclusivo. Ling¨¹istas especializadas piden participar en la revisi¨®n del texto
La RAE es una de las instituciones que m¨¢s irritan a las feministas, donde sus peticiones no suelen encontrar eco. Y a la inversa: no es dif¨ªcil coleccionar art¨ªculos de acad¨¦micos en los que se cuestiona al movimiento de las mujeres. Ahora es el mismo Gobierno el que llama a las puertas de la Real Academia en nombre del feminismo. La vicepresidenta Carmen Calvo ha pedido a los acad¨¦micos de la lengua un informe que determine si la Constituci¨®n est¨¢ redactada en un lenguaje que refleje por igual la realidad de hombres y mujeres y qu¨¦ f¨®rmulas podr¨ªan modificarlo en caso de que no sea as¨ª.
Por parte de la Academia, ¡°no cabe esperar grandes sorpresas¡± en el dictamen, dice su presidente, Dar¨ªo Villanueva. Y justo en esto coincide con las feministas, que tampoco esperan de la instituci¨®n muchas diferencias respecto de aquel pol¨¦mico informe que redactaron en 2012, firmado por el acad¨¦mico Ignacio Bosque. ¡°La lengua no obedece a un dictamen, nosotros no elaboramos, pensar eso es partir de un planteamiento equivocado¡±, sostiene Villanueva. Y tampoco cree que ¡°la realidad se cambie por cambiar las palabras, porque la realidad es terca¡±. La doctora en Traducci¨®n e investigadora en traducci¨®n feminista Olga Castro da la vuelta a la tortilla: ¡°La forma en que hablamos y nos nombramos influye en la manera de ver el mundo. Pensamos con palabras y esa es la forma de tener una visi¨®n inclusiva¡±.
La modificaci¨®n completa "requiere un refer¨¦ndum"
La propuesta del Gobierno de incorporar el ¡°lenguaje inclusivo¡± en la Constituci¨®n espa?ola requiere indispensablemente la intervenci¨®n de una amplia mayor¨ªa del Congreso y del Senado e, incluso, la convocatoria de un refer¨¦ndum y de nuevas elecciones, seg¨²n coinciden tres profesores de Derecho Constitucional consultados por EL PA?S. ¡°No se puede tocar ni una coma del texto sin hacer una reforma [legal]¡±, sentencia Francisco Javier D¨ªaz, catedr¨¢tico de la Universidad de Castilla-La Mancha. Seg¨²n detalla Eduardo V¨ªrgala, de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, si se cambia cualquier letra de los art¨ªculos del 1 al 9 (T¨ªtulo Preliminar), del 15 al 29 (Secci¨®n Primera del Cap¨ªtulo Segundo del T¨ªtulo Primero) o del 56 al 65 (T¨ªtulo Segundo) se tendr¨ªa que recurrir al procedimiento de reforma a trav¨¦s del art¨ªculo 168, que exige que dos tercios del Congreso y el Senado voten a favor, que se disuelvan las Cortes, se convoquen nuevas elecciones, que lo aprueben ambas c¨¢maras de nuevo por dos tercios y que se celebre entonces un refer¨¦ndum final obligatorio. ¡°Si afectara, en cambio, a cualquier otro art¨ªculo, ir¨ªa por la v¨ªa del 167, que exige mayor¨ªa de tres quintos en Congreso y en Senado¡±, a?ade V¨ªrgala, que detalla que, entonces, solo habr¨ªa que convocar una consulta si en los 15 d¨ªas siguientes a la aprobaci¨®n lo pide una d¨¦cima parte de la C¨¢mara Baja o de la Alta. ¡°Para esta reforma [del lenguaje inclusivo] creo que habr¨ªa que tocar el T¨ªtulo Preliminar o el Primero. Y, por supuesto, habr¨ªa refer¨¦ndum¡±, opina Fernando ?lvarez-Ossorio, profesor de la Universidad de Sevilla. ¡°Creo que estos cambios en la redacci¨®n tendr¨ªan sentido incluirlos si se van a hacer en el contexto de que se fuese a impulsar una revisi¨®n global de la Constituci¨®n¡±, a?ade D¨ªaz.
Sin embargo, Villanueva conoce ¡°muchas mujeres que no se sienten excluidas cuando se les menciona con el g¨¦nero masculino¡±. Hay otras que no se ven representadas bajo ciertas f¨®rmulas ling¨¹¨ªsticas. ¡°Me parece muy bien que la RAE se pronuncie de nuevo, pero no deber¨ªan ser los ¨²nicos que asesoren al Gobierno, hay muchas expertas ling¨¹istas, fil¨®logas, incluso mujeres del mundo period¨ªstico cuyas opiniones se podr¨ªan recoger¡±, dice la Directora del Observatorio de G¨¦nero de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB), Juana Gallego.
¡°Con la RAE no habr¨¢ muchos cambios, est¨¢n muy anquilosados en la tradici¨®n y en que no se pueden hacer cosas¡±, dice Gallego. El observatorio de la UAB tiene un manual de uso que recomienda decir el alumnado en lugar de los alumnos, por ejemplo. O la ciudadan¨ªa en lugar de los ciudadanos; o mencionar la poblaci¨®n espa?ola y no los espa?oles o los espa?oles y las espa?olas. Manuales como este hay cientos. Tambi¨¦n lo tienen algunas Administraciones P¨²blicas, como la andaluza. "Nuestra ley de igualdad est¨¢ ahora pasando por el Parlamento para ser reformada, pero ya llevamos a?os corrigiendo los textos, las normas que salen de la Junta, y tambi¨¦n lo exigimos a todos aquellos que redactan pliegos que tengan relaci¨®n con la Junta, que aspiren a subvenciones, etc¨¦tera", recuerda la consejera andaluza de Igualdad y Bienestar Social, Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢nchez Rubio.
La RAE entregar¨¢ el informe solicitado por el Gobierno una vez visto en pleno, en octubre. Despu¨¦s, el Gobierno lo llevar¨¢ a la comisi¨®n de Igualdad del Parlamento para su discusi¨®n pol¨ªtica.
Las f¨®rmulas propuestas para ir hacia un lenguaje inclusivo, como doblar el sustantivo (los vascos y las vascas), no gustan a la RAE, ni son la panacea para algunas asociaciones feministas. ¡°Esto no es solo una cuesti¨®n de o y de a. Hay otras maneras, pero tampoco est¨¢ de m¨¢s doblarlo cuando sea necesario, que otras cosas se doblan y nadie se queja¡±, dice Mar¨ªa Mart¨ªn, de la Escuela feminista Evefem. Al presidente de la Academia desdoblar el sustantivo o usar la e para mencionar a ambos sexos (por ejemplo, les gates) le resulta de ¡°un visceralismo incomprensible: ¡°Absurdo, rid¨ªculo y totalmente inoperativo. ?Hay alguien que cree que todo el mundo va a hablar as¨ª de la noche a la ma?ana?¡±.
Ejemplos que se fijan sin esplendor
La Real Academia Espa?ola sostienen desde el movimiento feminista, ha ido corrigiendo sus diccionarios, "despu¨¦s de oponer mucha resistencia", pero mantiene ejemplos de los que denuncian su "car¨¢cter machista". He aqu¨ª algunos.
Trapo. 8. m. pl. coloq. Prendas de vestir, especialmente de la mujer. Todo su caudal lo gasta en trapos.
Empedernido, da. Obstinado, tenaz, que tiene un vicio o una costumbre muy arraigados. Fumador empedernido. Habladora empedernida.
Comecocos. 2. m. y f. coloq. Persona que enajena o convence a alguien. Es una comecocos; sus teor¨ªas no tienen pies ni cabeza.
Pronunciar. 4. tr. Resaltar, acentuar, destacar. Esa falda blanca pronuncia tus caderas.
Golondrinas a la RAE, una de las campa?as de la Escuela de Formaci¨®n Feminista Evefem, disecciona los problemas de g¨¦nero relacionados con la RAE, tanto en lo que se refiere a su funcionamiento como a sus productos culturales. Dicen haber conseguido, entre otras cosas, que ¡°ed¨¦n¡± ya no sea la morada del hombre, sino de Ad¨¢n y Eva. O que ¡°pez¨®n¡± no sea solo para dar de mamar.
¡°?Por qu¨¦ no?¡±, dice Olga Castro, que trabaja en la Universidad de Aston (Birmingham). ¡°Busquemos el contexto. La @ es c¨®moda para el WhatsApp, por ejemplo, y hay quien se sentir¨¢ mejor usando la e¡±, dice. En efecto, hay un cantante que se hace llamar, tirando de sarcasmo, Putochinomaric¨®n, que habla usando la e de gen¨¦rico como si fuera su lengua materna. Juana Gallego, de la UAB, viene observando que los alumnos, los j¨®venes en general, cada vez colocan la x en lugar de aes y oes. ¡°A m¨ª no me parecen f¨®rmulas correctas, son artificiales, pero creo que hay que buscar otras inclusivas, desde luego¡±.
Francia (y otros pa¨ªses) ha tenido sus batallas con este asunto, all¨ª se planteaba un punto medio en el teclado para incluir a tod¡¤s, como en este ejemplo. Castro cree que se trata de sentido com¨²n y de sentarse a negociar. Ella suele aplicar la simetr¨ªa en busca de la igualdad: ¡°Decimos mujer soldado, pero no hombre enfermera. Pues si hemos quitado hombre y nos hemos quedado con enfermero, y con azafato y con modisto, a lo mejor debemos decir soldada¡±. Entiende que la Constituci¨®n puede corregirse. ¡°Pero no soy optimista con la RAE, que se ha caracterizado por bloquear los cambios que demanda la sociedad y por ridiculizar las propuestas que hemos hecho. Nos tergiversan de forma malintencionada. encuentro, sin embargo, que las lenguas cooficiales son m¨¢s propensas a estos cambios. ¡°Soy miembra [sic] correspondiente de la Real Academia Galega, y aunque no existe una postura oficial, s¨ª hay por lo general una actitud mucho m¨¢s receptiva¡±.
As¨ª est¨¢ en otros pa¨ªses de Europa
Francia
Alemania
Portugal
Las discusiones sobre la escritura inclusiva llevan meses arrastr¨¢ndose en Francia. El primer ministro, ?douard Philippe, pareci¨® zanjarlo en noviembre de 2017 al especificar, en una circular, las normas gramaticales que pod¨ªan usarse en los textos de la administraci¨®n. Una propuesta de enmienda constitucional, presentada por una diputada de la mayor¨ªa presidencial en la Asamblea Nacional, reabre el debate.
En su circular, Philippe prohib¨ªa en los textos oficiales el uso de una graf¨ªa cada vez m¨¢s habitual en Francia, el llamado punto mediano (¡¤), que sirve para incluir en una misma palabra el g¨¦nero masculino y femenino. Por ejemplo: un¡¤a diputado¡¤a. La Academia de la lengua hab¨ªa protestado vivamente contra pr¨¢cticas como esta que, alertaba, ponen la lengua francesa ¡°en peligro mortal¡±. Al mismo tiempo, el primer ministro aconsejaba usar el art¨ªculo femenino cuando el cargo designa a una mujer. En franc¨¦s se escribe a veces, referido a una mujer ministre, ¡°le ministre¡±. A partir de ahora, debe ser ¡°la ministre¡±. La diputada de La Rep¨²blica en marcha Isabelle Rauch ha propuesto, en el marco de la actual reforma constitucional, que los cargos citados en la Constituci¨®n figuren en femenino tambi¨¦n. Su propuesta no incluye la escritura con el pol¨¦mico punto mediano.
El ¨²ltimo debate con respecto al lenguaje inclusivo en Alemania tuvo lugar el pasado 13 marzo cuando el Tribunal Constitucional, con sede en la ciudad de Karlsruhe, rechaz¨® una demanda sobre la utilizaci¨®n de t¨¦rminos femeninos para dirigirse a las mujeres en documentos oficiales. El tribunal desestim¨® con su sentencia la solicitud por un lenguaje inclusivo de una cliente de un banco en el Estado federado del Sarre. La demandante hab¨ªa exigido que en los documentos oficiales de la entidad bancaria se utilizara el t¨¦rmino femenino "clienta" para referirse a ella y otras mujeres en formularios y cartas oficiales. La sentencia niega que el uso de la forma masculina gen¨¦rica implique prejuicio para las mujeres, de acuerdo con el art¨ªculo tres de la Ley de trato igualitario que obliga al Estado a apoyar la aplicaci¨®n efectiva de esta condici¨®n para ambos sexos. El tribunal considera adem¨¢s que la utilizaci¨®n cotidiana de estas formas en el lenguaje demuestra la inclusi¨®n de todas las personas, sin considerarse discriminatorio.
Pocos d¨ªas antes de la sentencia, la canciller alemana, Angela Merkel, hab¨ªa rechazado una propuesta para modificar la letra del himno nacional e incluir un lenguaje m¨¢s inclusivo hacia las mujeres, tal como lo han hecho recientemente pa¨ªses como Canad¨¢ y Austria. El portavoz de Merkel, Steffen Seibert, intent¨® zanjar el debate diciendo que la canciller est¨¢ "muy contenta" con la versi¨®n tradicional del himno y, por tanto, no ve¨ªa la necesidad de modificarlo. El debate surgi¨® a ra¨ªz de una circular enviada por la responsable de Igualdad del Ministerio de Familia, Kristin Rose-M?hring, en la que propon¨ªa cambios en determinados pasajes para eliminar t¨¦rminos como "patria" o "fraternal" que, en alem¨¢n, aluden directamente al g¨¦nero masculino.
En 2016 en Portugal, el Bloco de Esquerda propuso cambiar el nombre de la Tarjeta del Ciudadano (el equivalente al DNI espa?ol), por el de Ciudadan¨ªa, ¡°por ser un lenguaje sexista que no respeta la identidad de g¨¦nero de m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n¡±. La iniciativa tuvo el apoyo del Gobierno para el caso de las nuevas emisiones de carn¨¦s, no as¨ª la del Partido Comunista, que opin¨® que ¡°exist¨ªan problemas m¨¢s importantes en el pa¨ªs¡±. Ya en 2013, el mismo Bloco propuso en el Parlamento cambiar la expresi¨®n de ¡°derechos del hombre¡±, por ¡°derechos humanos¡±, a la que tambi¨¦n se abstuvo el PC.
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