Cuando el Ej¨¦rcito de Franco construy¨® el cementerio de ¡®El bueno, el feo y el malo¡¯
'Desenterrando Sad Hill', el documental sobre los aficionados que resucitaron el escenario burgal¨¦s de Sergio Leone, cuenta con testigos como Eastwood o Morricone
"En julio de 1966, el Ej¨¦rcito espa?ol levant¨® un enorme cementerio en Burgos. Aquel camposanto ten¨ªa m¨¢s de 5.000 tumbas... pero nadie enterrado en ellas". En un momento en que las exhumaciones y un descomunal cementerio encajado en un valle madrile?o, con muertos de una guerra civil, ocupan muchos titulares, este viernes en Espa?a se estrena Desenterrando Sad Hill (Sad Hill Unearthed), el documental con el que el director vigu¨¦s Guillermo de Oliveira quiso contar el empe?o de unos vecinos por resucitar un escenario crucial de El bueno, el feo y el malo, el camposanto circular que Sergio Leone (Roma, 1929-1989) invent¨® de la nada en Silos. Lo concibi¨® como un coliseo romano en el que se batir¨ªan en trielo, que no en duelo, los tres puntales de la trama (Clint Eastwood, Eli Wallach, Lee Van Cleef) durante una escena de 20 minutos que ha pasado a la historia como un monumento a las emociones humanas. El cineasta italiano defini¨® aquel lugar como "el circo del destino". Su pel¨ªcula recreaba con visi¨®n cr¨ªtica una guerra civil, la de Secesi¨®n, y su gran cementerio tambi¨¦n se construy¨® en un valle silencioso. Pero se trataba del salvaje Oeste, y la dictadura recibi¨® con los brazos abiertos la iniciativa.
Tal y como narra Oliveira, Franco hasta puso a disposici¨®n de la productora a miles de muchachos de la mili, que no solo constru¨ªan los decorados, sino que escenificaban las batallas y ca¨ªan derrotados, haci¨¦ndose los muertos. Cada d¨ªa de rodaje en aquel verano abrasador, la compa?¨ªa cinematogr¨¢fica pagaba a los soldados rasos 250 pesetas, y hab¨ªa mandos que cobraban 900. Tres de aquellos j¨®venes reclutados para la causa del s¨¦ptimo arte en el cuartel de San Marcial (Burgos) hablan ahora de la aventura.
Pero el modesto documental al que aspiraba Guillermo de Oliveira ha acabado convirti¨¦ndose en un filme de 83 minutos. En ¨¦l intervienen entre otros Ennio Morricone, compositor de la banda sonora; Clint Eastwood, ¨²nico protagonista vivo; t¨¦cnicos que trabajaban a las ¨®rdenes de Leone y devotos del filme como James Hetfield, el vocalista de Metallica, los directores Joe Dante y ?lex de la Iglesia o el escritor Christopher Frayling, como bi¨®grafo del cineasta. El gallego empez¨® rodando en la sierra de la Demanda pero termin¨® viajando a Roma, Londres, Los ?ngeles. Y logr¨® llegar a figuras que parec¨ªan inaccesibles para descubrir los entresijos de una obra maestra y, de paso, ir narrando, en un relato cada vez m¨¢s intenso, la historia de la Asociaci¨®n Cultural Sad Hill, el colectivo que impuls¨® la exhumaci¨®n del camposanto del Far West burgal¨¦s desde octubre de 2015.
Amor por un mito
Desenterrando Sad Hill es una historia de amor, de persecuci¨®n de un mito hasta lograr tocarlo con las manos, y al mismo tiempo "de cabezoner¨ªa", bromea David Alba, uno de los miembros m¨¢s activos de la asociaci¨®n, tambi¨¦n presente en el documental. Con ayuda de voluntarios llegados de varios pa¨ªses, apasionados de la pel¨ªcula, el grupo desenterr¨® con azada y pala las piedras de la gran plaza central en torno a la que se organizaban las tumbas sin difunto. Una capa de m¨¢s de 15 cent¨ªmetros de tierra y ra¨ªces ocultaba aquel c¨ªrculo "m¨¢gico", "sagrado".
Para la recuperaci¨®n paulatina de las sepulturas (unas 5.000 aunque Leone so?aba con 10.000), se les ocurri¨® difundir por las redes sociales una campa?a de apadrinamiento: por 15 euros, cualquier persona del planeta pod¨ªa tener su nombre en una tumba de Sad Hill, el camposanto militar de la "colina triste". Han colocado ya 4.500 nombres de personas vivas, y algunas ya fallecidas, en el lugar de aquellos bultos que el propio terreno delataba. Hab¨ªa pasado medio siglo, pero el suelo, y sobre todo una vegetaci¨®n de matorral que se empe?aba en crecer solo sobre las tumbas, se?alaban fielmente los enterramientos conc¨¦ntricos como si fuera la huella misteriosa de una visita alien¨ªgena.
Antes de llegar a los cines este viernes, y del preestreno, este jueves a las 21.00 en los Capitol de Madrid con la presencia de buena parte de sus protagonistas, Desenterrando Sad Hill ha cosechado varios premios como el de Mejor Pel¨ªcula en la secci¨®n Noves Visions de Sitges y el de Mejor Contribuci¨®n T¨¦cnico-Art¨ªstica al g¨¦nero w¨¦stern en el ¨²ltimo festival de Almer¨ªa. En esta provincia andaluza (desierto de Tabernas) y en Madrid era donde imagin¨® Leone en un principio su ¨²ltima pel¨ªcula de la Trilog¨ªa del d¨®lar. Pero despu¨¦s decidi¨® ambientar tambi¨¦n algunas escenas en un paisaje "m¨¢s verde". Fue as¨ª como se top¨® con el imponente entorno de La Demanda y el valle del Arlanza, y escogi¨® cuatro localizaciones en una distancia de 30 kil¨®metros: el monasterio de San Pedro de Arlanza, como hospital de la Misi¨®n San Antonio; los alrededores del pueblo de Carazo, como fuerte de Betterville; ese valle de Santo Domingo de Silos rebautizado como Sad Hill, que sigue sin tener antenas ni postes de telefon¨ªa que puedan contaminar los planos; y el afluente del Pisuerga a su paso por Hortig¨¹ela, que ser¨ªa el r¨ªo Grande.
En este ¨²ltimo enclave, el Ej¨¦rcito construy¨® un puente de troncos y piedras para recrear la batalla entre confederados y unionistas y se produjo una de las an¨¦cdotas del rodaje m¨¢s bochornosas para el director. Todos los testigos, tambi¨¦n Eastwood, siguen recordando los hechos. El puente deb¨ªa saltar por los aires durante el combate. Eran los propios artificieros de las tropas espa?olas quienes deb¨ªan volarlo con TNT cuando Leone diese la orden agitando un pa?uelo desde la monta?a. Un ayudante de c¨¢mara relata en la pel¨ªcula qui¨¦n meti¨® la pata e hizo que estallase el puente por error cuando ni siquiera se estaba grabando. Fueron necesarias un par de semanas para reconstruir la infraestructura reventada y repetir la explosi¨®n.
Metallica lleva 30 a?os empezando sus conciertos con El ¨¦xtasis del oro, la m¨²sica de Morricone en la escena del cementerio burgal¨¦s. "?Es tan horriblemente genial!", dice Hetfield de la banda sonora. "No se hab¨ªa estrenado nada tan grande", sigue Joe Dante refiri¨¦ndose a El bueno, el feo y el malo en su conjunto. "Es tan perfecto todo", exclama Eugenio Alabiso, el montador: "La del cementerio es una de las m¨¢s bellas escenas jamas filmadas". El documental tambi¨¦n incluye grabaciones antiguas de Sergio Leone, se?or del spaghetti western, esbozando el argumento de su pel¨ªcula mientras enrosca la pasta alargada y se zampa un plato con habilidad pasmosa.
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