Un int¨¦rprete sobre la escena sin texto conocido y en directo
¡®Un roble¡¯, del brit¨¢nico Tim Crouch, propone un mecanismo dram¨¢tico en el que uno de los dos int¨¦rpretes no sabe nada de la obra
Uno de los dos int¨¦rpretes que se sube al escenario no sabe nada de lo que va a ocurrir en la pr¨®xima hora y media. Est¨¢ igual de perdido que los espectadores. Lo ¨²nico que conoce es que va a tener que ponerse en la piel de un padre que ha perdido a su hijo en un accidente. A partir de esta premisa, todo puede ocurrir. Ese actor o actriz, nuevo en cada funci¨®n, ir¨¢ descubriendo y navegando por esa historia tr¨¢gica al mismo tiempo que lo hace el p¨²blico. El dramaturgo brit¨¢nico Tim Crouch se estrena por primera vez en la escena espa?ola con Un roble, obra con la que propone un radical mecanismo dram¨¢tico, por el que el int¨¦rprete que llega virgen a la funci¨®n sirve de veh¨ªculo para alimentar la imaginaci¨®n del espectador, que es quien finalmente va construyendo la historia. Un roble, producida por Nacho Aldeguer y Luis Sorolla. Este ¨²ltimo act¨²a tambi¨¦n como primer actor y gu¨ªa de la funci¨®n. Dirigda por Carlos Tu?¨®n, se puede ver en El Pav¨®n Teatro Kamikaze de Madrid todos los lunes de octubre y noviembre.
Ser¨¢n nueve los actores que se someter¨¢n a este juego teatral que mezcla realidad y ficci¨®n. La ¨²nica condici¨®n que han tenido que aceptar es el hecho de enfrentarse al drama de interpretar a un padre ante la muerte de un hijo. Se comprometen a no leer o no haber le¨ªdo la obra, que lleva represent¨¢ndose por teatros del mundo entero desde que se estren¨® hace diez a?os, y a no indagar sobre lo que sucede en la escena. El p¨²blico tampoco conoce, a la hora de comprar la entrada, cu¨¢l de los actores se subir¨¢ ese d¨ªa al escenario. Solo una hora antes del comienzo de la funci¨®n se anuncia, en la fachada del teatro, el nombre del int¨¦rprete del d¨ªa. Y tambi¨¦n solo una hora antes de la representaci¨®n, el actor o actriz se re¨²ne con Luis Sorolla, que le da a conocer entonces los procedimientos mec¨¢nicos de la obra, le anuncia que no va a haber lugar a la improvisaci¨®n de texto y que las indicaciones le ir¨¢n llegando a trav¨¦s de un micr¨®fono instalado en su o¨ªdo. El foco narrativo est¨¢ puesto en esa persona que no sabe nada de la historia y que la ir¨¢ descubriendo al mismo tiempo que el p¨²blico. ¡°Hay que olvidarse de ideas preconcebidas y estar abierto a las emociones que van sucediendo en directo y al momento¡±, explica Sorolla (Madrid, 1989), un gran conocedor y admirador de la dramaturgia brit¨¢nica contempor¨¢nea.
De los int¨¦rpretes que se someter¨¢n a este juego teatral en torno a la p¨¦rdida y el poder de la palabra para enfrentarse al dolor (Fran Cantos, Inma Cuevas, Israel Elejalde, Irene Escolar, Javier Godino, Pilar G¨®mez, Mar¨ªa Herv¨¢s, Pablo Messiez y Pepe Viyuela), fue Israel Elejalde el que se lanz¨® el pasado lunes a la arena de este drama en su primera funci¨®n. ¡°Es todo un ejercicio de reflexi¨®n en torno al acto de creaci¨®n. Me record¨® en algunas cosas a ejercicios que se hacen en la escuela y que tienen que ver con la imaginaci¨®n, en los que el profesor te va llevando a un lugar en el que juegan un papel primordial los recuerdos personales, y que va provocando sorpresas y emociones que t¨² no esperabas¡±, explicaba el actor y director al d¨ªa siguiente de la representaci¨®n, jornada en la que se agotaron las entradas.
Para Elejalde, que se emocion¨® de manera profunda en momentos puntuales de la representaci¨®n mientras escuchaba las acotaciones que le iba indicando su compa?ero Sorolla, la experiencia de colocarle en un lugar sin saber lo que va a pasar y el hecho de interpretar a un personaje en vivo y en directo es muy enriquecedor. ¡°Hay que estar abierto a lo que ocurre. Sent¨ª un gran pudor al no saber qu¨¦ hacer con esas emociones que me ven¨ªan de golpe y que no pod¨ªa manipular. Me identifiqu¨¦ con la p¨¦rdida y mi propia historia personal¡±, a?ade el actor. ¡°Tienes la sensaci¨®n real de que lo que te pasa como actor le est¨¢ pasando al mismo tiempo al espectador¡±.
Piezas teatrales sin ensayos ni guion
Las piezas teatrales sin ensayos ni textos no son exclusivas de Tim Crouch (Inglaterra, 1964), considerado uno de los dramaturgos brit¨¢nicos m¨¢s radicales y experimentales, cuyas han sido representadas en teatros del mundo entero, siendo Buenos Aires uno de los lugares m¨¢s veces visitado. Un roble, escrita hace ya diez a?os, la que se estrena en El Pav¨®n Teatro Kamikaze, retrata el encuentro de un padre que ha perdido a su hija en un accidente de tr¨¢fico con el causante de la muerte de la ni?a, un hipnotizador que ha perdido desde entonces su capacidad de sugestionar a los dem¨¢s. El nombre del t¨ªtulo est¨¢ cogido de una pieza escult¨®rica de Michael Craig Martin que present¨®, en una exposici¨®n, un vaso de agua sobre un estante, sobre el que el artista irland¨¦s aseguraba que era un roble, que hab¨ªa que imaginarse un roble. As¨ª pasa en esta obra teatral, en la que la imaginaci¨®n juega un papel clave.
Tambi¨¦n habr¨¢ oportunidad de ver al dramaturgo y director iran¨ª Nassim Soleimanpour, conocido internacionalmente por el ¨¦xito de la aclamada White Rabit, Red Rabbit, que se ha representado en m¨¢s de 1.000 ocasiones con un solo int¨¦rprete que no sab¨ªa nada del texto. El Festival de Oto?o de Madrid presenta en esta edici¨®n la nueva obra de Soleimanpour, NASSIM. Esta funci¨®n contar¨¢ en escena con el propio dramaturgo, acompa?ado por un artista diferente cada noche. NASSIM se representar¨¢ en la Casa Encendida los d¨ªas 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre.
Babelia
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