?ltimas lecturas omn¨ªvoras

1. Crisis

Necesitaba un descanso despu¨¦s de finalizar la ¨²ltima parte de Crash; c¨®mo una d¨¦cada de crisis financieras ha cambiado el mundo (Cr¨ªtica), el monumental y exigente estudio de Adam Tooze acerca de la mayor crisis financiera que ha vivido mi generaci¨®n, y que ya figura en mi lista de los m¨¢s importantes libros publicados en 2018. Tan solo una d¨¦cada despu¨¦s del crash, Tooze, liberal en el sentido que dan los anglosajones al t¨¦rmino, y celebrado autor de El diluvio; la gran guerra y la reconstrucci¨®n del orden mundial, 1916-1919, analiza con rigor de historiador y herramientas de economista la crisis y sus tremendas consecuencias pol¨ªticas, demostrando hasta qu¨¦ punto los sistemas financieros europeo y norteamericano estaban profundamente enfermos y explay¨¢ndose en las consecuencias del colapso: desde el estallido griego (2010) al Brexit, desde las repercusiones en China hasta la imparable explosi¨®n de los populismos.

Tooze analiza las causas por las que la crisis econ¨®mica y el deterioro democr¨¢tico en Estados Unidos acarrearon ¡°una reacci¨®n de nacionalismo furibundo¡± que tuvo como consecuencia la llegada al poder, contra todo pron¨®stico, de un magnate inmobiliario y estrella medi¨¢tica de maneras fascistoides que hab¨ªa conseguido convencer a un electorado vulnerable con la m¨¢s infalible de las recetas populistas: ¡°Poner a Am¨¦rica primero. Nuestro credo ser¨¢ el americanismo, no el globalismo¡±.

El descanso lector al que me refer¨ªa lo obtuve gracias a Retrato de un asesino (Alba), un poco convencional (el ¡°qui¨¦n lo hizo¡± se nos revela pronto) christmas crime de Anne Meredith publicado en 1933, en plena Edad de Oro de la novela criminal. La amable tradici¨®n literaria del relato navide?o (inventada por Dickens y desarrollada en almanaques y revistas para toda la familia), en la que se explotaban los sentimientos de buena voluntad t¨ªpicos de la ¨¦poca del Adviento, se dio pronto la vuelta para convertirse en su n¨¦mesis: la Navidad era tambi¨¦n un ¨¢mbito propicio al crimen; junto al ¨¢rbol o bajo la rama de mu¨¦rdago acechaban los cad¨¢veres de los asesinados. Anne Meredith fue uno de los muchos seud¨®nimos (como el de Anthony Gilbert, utilizado para ocultar su g¨¦nero a los lectores) de la prol¨ªfica Lucy Beatrice Malleson (1899-1973), una autora largo tiempo olvidada. El argumento de Retrato de un asesino es muy sencillo: Adrian Gray aparece muerto un d¨ªa de Navidad en su aislada mansi¨®n, a la que hab¨ªa invitado a todos sus hijos. El asesinato y la reuni¨®n familiar permiten a la autora no s¨®lo enredarse en la psicolog¨ªa del criminal, sino en las tensiones interpersonales. A m¨ª tanta intriga que reflota me trajo a la memoria las novelas de Ivy Compton-Burnett, una de mis debilidades eduardianas.

2. R¨¦quiem

Cuando El ¨²ltimo tango en Par¨ªs (UTP) se estren¨® en el New York Film Festival (1972), la cr¨ªtica Pauline Kael escribi¨® en The New Yorker que el acontecimiento podr¨ªa suponer para la historia del cine un hito comparable a lo que en 1913 supuso el estreno de La consagraci¨®n de la primavera para la de la m¨²sica. No soy muy partidario de esos apod¨ªcticos entusiasmos, pero s¨ª puedo afirmar que UTP es una de las pel¨ªculas que m¨¢s me han marcado. Llev¨¦ a cabo mi duelo por Bertolucci en dos tiempos. Primero, escuchando la banda sonora compuesta por Gato Barbieri (1932-2016) y dirigida por Oliver Nelson: a¨²n siento un ciempi¨¦s recorri¨¦ndome la espina dorsal cuando escucho el quejido de ese saxo desgarrado y, a la vez, compacto, que subraya a ritmo de balada, tango o vals, la melanc¨®lica desesperaci¨®n de lo que en la pantalla se cuenta.

Luego, lo homenaje¨¦ a mi modo releyendo por en¨¦sima vez el prodigioso Tema del traidor y del h¨¦roe (en Ficciones, 1944), de Jorge Luis Borges, un brev¨ªsimo y complejo antirrelato repleto de referencias intertextuales en el que el cineasta italiano se inspir¨® para La estrategia de la ara?a (1970), una de sus pel¨ªculas clave. No fue la ¨²nica obra literaria en la que Bertolucci se inspir¨®: Dostoievski (El doble, para Partner), Moravia (El inconformista), Bowles (El cielo protector) o Gilbert Adair (So?adores) son los primeros autores ¡°inspiradores¡± que me vienen a la cabeza. Pero el relato de Borges, tan extra?o como una enana marr¨®n (l¨¦ase Enanas marrones, de Mar¨ªa Cruz G¨¢lvez, en Libros de la Catarata) y tan dif¨ªcil de imaginar como la nacionalizaci¨®n de Amazon, es mi favorito.

3. Superviviente

No me cabe ninguna duda de que Juli¨¢n Vi?uales (j¨²nior) es un aut¨¦ntico superviviente en el proceloso oc¨¦ano de la edici¨®n independiente. V¨¢stago de Juli¨¢n Vi?uales Sol¨¦, una figura fundamental en la edici¨®n de los setenta y ochenta (lleg¨® a estar al frente de Salvat en la ¨¦poca del boom del fasc¨ªculo y del libro de quiosco), el ¡°joven¡± Vi?uales no ha cesado de poner un pie (y, cuando le dejaban, los dos) en el estribo de la edici¨®n m¨¢s renovadora. Resumiendo y simplificando: dio forma y cat¨¢logo desde principios del milenio a Global Rhythm, un sello muy atento a la m¨²sica popular y a la narrativa m¨¢s rompedora.

Luego se meti¨® (2013) en Malpaso, donde trabaj¨® con Malcolm Otero y Patricia Escalona hasta que el hinchad¨ªsimo globo del empresario Bernardo Dom¨ªnguez hizo ?pum! y fue obligado a salir por pies. Y, no escarmentado, ahora regresa con un sello propio, Libros del Kultrum (ojo, ¡°kultrum¡± es una especie de tambor), en el que, ya desde el principio, se distingue su marca de f¨¢brica. Su nueva editorial, saludada con entusiasmo en redes sociales, se inicia tambi¨¦n con libros sobre la m¨²sica popular y quienes la hacen y procesan. De los dos publicados hasta ahora me quedo con V¨ªctima de mi hechizo, la estupenda autobiograf¨ªa de la pianista, cantante y activista social Nina Simone (Eunice K. Waymon por su verdadero nombre). Suerte y a navegar, Vi?uales.