La estatua de Col¨®n de Nueva York, declarada lugar hist¨®rico nacional
La decisi¨®n del gobernador del Estado llega despu¨¦s de que a comienzos de a?o, grupos civiles pidieran su retirada por considerarla un "s¨ªmbolo de odio"
La estatua dedicada a?Crist¨®bal Col¨®n en Nueva York est¨¢ oficialmente protegida. El momento del explorador genov¨¦s acaba de ser incluido en el Registro Nacional de Lugares Hist¨®ricos, lo que significa en la pr¨¢ctica no podr¨¢ ser retirada del lugar que ocupa en la plaza en la esquina suroeste de Central Park, frente a las torres de Time Warner. La obra del escultor italiano Gaetano Russo es considerada por algunos vecinos y grupos c¨ªvicos como un s¨ªmbolo racista.
La figura del marinero italiana genera pol¨¦mica m¨¢s de 500 a?os despu¨¦s de su muerte. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, tuvo que incluir hace un a?o la escultura en un examen para determinar si representaba un "s¨ªmbolo de o¨ªdo", a ra¨ªz de que varias ciudades retiraron memoriales confederados por los incidentes raciales en Virginia. Tras tres meses de consultas, en enero se decidi¨® que se quedaba donde estaba en la plaza de Columbus Circle.
Pero para tener plenas garant¨ªas, deb¨ªa ser declarada monumento federal. Esa designaci¨®n ya la tiene. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, aplaudi¨® la decisi¨®n de incluirla en el registro nacional porque considera que la estatua representa ¡°un tributo¡± a las diferentes maneras en las que los vecinos del Empire State acogen a los inmigrantes que llegan desde todos los rincones del mundo. Tambi¨¦n se reconoce la contribuci¨®n de la comunidad italoamericana a su cultura.
Aunque la estatua de 23 metros de altura permanecer¨¢ en su plaza a los pies de Central Park, ya se decidi¨® que deben incorporar nuevos elementos informativos que permitan explicar al p¨²blico lo que representa en la historia de EE UU. Adem¨¢s, se encarg¨® la instalaci¨®n de otro monumento en la ciudad dedicado a reconocer a los pueblos ind¨ªgenas para as¨ª mantener una conversaci¨®n colectiva para superar los prejuicios y fomentar el entendimiento mutuo.
La escultura, que fue erigida por primera vez en 1892 en Central, Park, ya fue incluida el pasado septiembre en el registro hist¨®rico del Estado de Nueva York. En ese momento, se solicit¨® que se le diera el mismo reconocimiento a nivel nacional. El registro federal justifica su decisi¨®n diciendo que es un ¡°ejemplo de arte p¨²blico¡± al tiempo que representa ¡°la historia ¨¦tnica y social¡± de EE UU.
¡°Estoy orgulloso de que hayamos podido asegurar esta designaci¨®n¡±, valora Andrew Cuomo. El dem¨®crata, de origen italoamericano y uno de los principales abanderados contra la ret¨®rica xen¨®foba del presidente Donald Trump, insiste en que as¨ª se reconoce la historia y la diversidad de todas las culturas en el Estado. Nueva York celebra, adem¨¢s, en un desfile por la Quinta Avenida dedicado al explorador. Bill de Blasio tambi¨¦n presume de su ascendencia italiana.
La decisi¨®n llega despu¨¦s de la pol¨¦mica que provoc¨® la retirada de otra estatua de Col¨®n del principal parque de Los ?ngeles, el pasado 10 de noviembre, con la argumentaci¨®n de que el almirante, que lleg¨® a Am¨¦rica en 1492, fue "un genocida" de las tribus ind¨ªgenas, en una campa?a liderada por el concejal Mitch O¡¯Farrell contra los s¨ªmbolos de la conquista espa?ola. Aquel hecho motiv¨® que este diario preguntase a una decena de historiadores, espa?oles y americanos, si realmente puede considerarse a Col¨®n un genocida.
Casi todos refutaron ese calificativo, aunque discreparon sobre su actuaci¨®n como gobernador de las Indias Occidentales. La otra conclusi¨®n es que el protagonismo espa?ol en la llegada, conquista y colonizaci¨®n de Am¨¦rica es muy desconocido en Estados Unidos. Nueva York, por la importancia de la comunidad italoamericana, es m¨¢s ben¨¦vola con la figura de Crist¨®bal Col¨®n. Como se?ala el propio Cuomo, "es un monumento venerado". Fueron los propios empresarios italianos en la ciudad los que financiaron el proyecto de Carlo Barsotti, director del diario Il Progreso.
Babelia
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