No creas que sabes qui¨¦n soy
Barcelona dedica la primera gran retrospectiva a Lorenza B?ttner, una artista hasta ahora silenciada por la historiograf¨ªa del arte cuya obra es un himno a la disidencia corporal y de g¨¦nero
Era un adolescente nacido en Punta Arenas, en Chile, hijo de inmigrantes alemanes. Dice la historia que le gustaban los p¨¢jaros y que un d¨ªa quiso atrapar uno que estaba posado en un alambre, pero Ernst B?ttner nunca supo que ese alambre era un cable de alta tensi¨®n. S¨®lo ten¨ªa ocho a?os. El accidente le carboniz¨® las manos y se llev¨® los dos brazos, una experiencia que roz¨® la muerte y le llen¨® de un dolor que le llev¨® a una exaltaci¨®n del hedonismo y de la vida, a pensar su cuerpo como espacio disidente de la norma y a ensayar t¨¦cnicas de contraaprendizaje para inventar otras pr¨¢cticas de vida. Las suyas se amplificaron con las clases de pintura, danza y performance de Harry Kramer en la Gesamthochschule de Kassel, hoy la Escuela de Arte y Dise?o, canalizadas en un sinf¨ªn de encarnaciones simult¨¢neas donde el travestismo es entendido como una ampliaci¨®n del repertorio gestual del cuerpo y la identidad como un lugar ancho, flexible y pol¨ªtico. Entonces naci¨® Lorenza B?ttner (1959-1994) y el gran cat¨¢logo de rostros disidentes recogidos en la exposici¨®n que podemos ver ahora en el centro La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona.
Se trata de la primera exposici¨®n monogr¨¢fica internacional dedicada a la obra de esta artista hasta ahora silenciada por la historiograf¨ªa dominante del arte. Su comisario, Paul B. Preciado, ya la rescat¨® el a?o pasado para la Documenta 14 recordando su paso por la ciudad con el trabajo de licenciatura en la Escuela de Arte de Kassel en 1984, un gran mural en ¨®leo sobre lienzo pintado con huellas del pie como pinceladas expresionistas que volvi¨® a Kassel para ocupar el gran hall de la Neue Gallerie. Justicia po¨¦tica llaman a estas acciones que desencajan la historia para recolocarla, y m¨¢s al saber que mientras se celebraba la pol¨¦mica Documenta 7 en Kassel, en 1982, una Lorenza estudiante transformaba las calles de Kassel en un espacio expositivo de guerrilla con sus obras pintadas con los pies y la boca.
R¨¦quiem por la norma, la exposici¨®n en Barcelona, se detiene en todos los recodos de esa idea de personaje marginal, una figura que por exceso o por defecto est¨¢ en discordia, en puro desborde. Extranjera en su tierra natal, no deja de ser nunca la m¨²ltiple determinaci¨®n del margen: homosexual y travesti, artista callejera y performer, discapacitada motriz y finalmente seropositiva y fallecida de sida antes de los 40. La tensi¨®n entre normalizaci¨®n y subversi¨®n traspasa sus pinturas, fotograf¨ªas, dibujos y performances p¨²blicas, donde su propia piel se convierte en lienzo que le permite reescribir un di¨¢logo con normas e identidades impuestas. Lorenza B?ttner las exprimi¨® todas. Rehuy¨® de la idea de invalidez cuando recal¨® en la Cl¨ªnica de Lichtenau junto a los llamados ¡°ni?os del Contergan¡± y que Joseph Beuys llev¨® a una de sus acciones en 1966, Infiltraci¨®n homog¨¦nea para piano de cola, y que m¨¢s tarde fueron una referencia para Lorenza. Tambi¨¦n rechaz¨® la idea de enfermedad, aunque en 1992 accediera a ser la imagen de la marca Faber Castell como un enfermo mental con camisa de fuerza que logra escaparse del psiqui¨¢trico dibujando con los pies una ventana en el muro de la celda. Y aunque en sus obras su rostro siempre desaparece para convertirse en m¨¢scara, como vemos en muchas de las piezas de la exposici¨®n, Robert Mapplethorpe fue capaz de encontrar con sus fotos una imagen radicalmente opuesta, buscando lo ajeno que hay en un rostro visto a dos metros de distancia.
Podr¨ªamos detenernos aqu¨ª para hablar de sus pinturas bailadas, donde desaparece el cuerpo y el lienzo, de c¨®mo Lorenza B?ttner boicote¨® la idea de canon de la escultura cl¨¢sica al montarse ella misma sobre un pedestal y convertirse en escultura, o de por qu¨¦ su ¨²ltimo rostro p¨²blico antes de morir fue el de Petra, la mascota de los Juegos Paral¨ªmpicos dise?ada por Mariscal, la quintaesencia de su travestismo m¨²ltiple: del sur chileno al centro de Europa, de Ernst a Lorenza, de evidencia mutilada a paradigma de belleza¡
Pero lo importante aqu¨ª es ver qui¨¦n es desplazado hacia d¨®nde. No se trata de definir qui¨¦n es Lorenza B?ttner porque, cuanto m¨¢s nos acercamos, menos lo sabemos, sino de localizar los espacios de resistencia. Porque de eso habla esta exposici¨®n: de los da?os colaterales de la sociedad capitalista en aquello que no se adapta a lo convencional, del cuerpo con diversidad funcional como escarnio social, de la Barcelona ol¨ªmpica de lo epis¨®dico, de la historia individual reducida a mascota. Habla de la necesidad de construir un cuerpo al mismo tiempo disidente y deseable. De activar la pol¨ªtica del gesto diferente y de actuar adem¨¢s de visibilizar. Por eso necesitamos m¨¢s exposiciones como ¨¦sta.
R¨¦quiem por la norma. Lorenza B?ttner. La Virreina Centro de la Imagen. Barcelona. Hasta el 3 de febrero.
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