El nuevo C¨®digo de buenas pr¨¢cticas pretende limitar el mandato de los directores de museo a 10 a?os
El sector se re¨²ne para reformar el documento que marca la gesti¨®n de los centros de arte, 12 a?os despu¨¦s de su creaci¨®n, con la mujer como protagonista del texto
Hace 12 a?os el sector de las artes pl¨¢sticas dio un golpe en la mesa para denunciar las malas pr¨¢cticas que se cometen con dinero p¨²blico en los museos y centros de exposici¨®n. Ahora, aquel C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas ratificado por el Ministerio de Cultura ¡ªcon la actual vicepresidenta Carmen Calvo entonces al frente de la cartera¡ª inicia una reforma integral, que ser¨¢ debatida este jueves y cuyos resultados ser¨¢n entregados en los pr¨®ximos meses a Jos¨¦ Guirao, ministro de Cultura.
¡°Ha faltado compromiso pol¨ªtico para asumir el c¨®digo y aplicarlo¡±, explica Jorge D¨ªez, secretario del Instituto de Arte Contempor¨¢neo (IAC). Ha habido muchos nombramientos desde 2007 y ?se ha cumplido? La presidenta del IAC, Isabel Dur¨¢n, quiere ser positiva y cree que ¡°con las buenas intenciones tambi¨¦n se generan nuevas pr¨¢cticas¡±. ¡°La renovaci¨®n del Prado y del Museo de Bellas Artes de Bilbao son ejemplos negativos. Pero ahora quedan en evidencia cuando se incumple¡±, a?ade.
La asociaci¨®n de directores de museos no est¨¢ de acuerdo con la limitaci¨®n de diez a?os al frente del cargo
D¨ªez explica a EL PA?S que en el nuevo documento se quieren limitar los contratos de direcci¨®n. ¡°Deben estar m¨¢s restringidos¡±, cuenta. Este punto impedir¨ªa cargos de 15 a?os, por ejemplo, como consumar¨¢ Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sof¨ªa, hasta 2023. ¡°Queremos que haya un m¨¢ximo de renovaci¨®n, una limitaci¨®n de a?os al frente, no m¨¢s de 10 a?os. Aunque en este punto no hay unanimidad en la mesa sectorial¡±, apunta. Este aspecto se est¨¢ debatiendo en el seno de la mesa setorial y se decidir¨¢ este jueves entre las asociaciones que se han unido para hacer crecer en influencia pol¨ªtica al sector. El grupo de los directores de museos no acepta esta limitaci¨®n. A favor de la restricci¨®n est¨¢n el consorcio de galeristas, la uni¨®n de artistas, la federaci¨®n de gestores culturales, el Instituto de Arte Contempor¨¢neo (IAC), adem¨¢s de Mujeres de Artes Visuales (MAV).
M¨¢s mujer
Otro gran cambio con respecto al documento de 2007 es la irrupci¨®n de la mujer como centro de acci¨®n y de protecci¨®n. Curiosamente, el anterior c¨®digo fue aprobado el mismo a?o que la Ley de Igualdad, pero las artes se olvidaron de ellas. Ahora saldan la deuda. ¡°En la redacci¨®n del documento se evitar¨¢ usar el g¨¦nero masculino como representativo del conjunto¡±, puede leerse en el borrador, que hace menci¨®n de la incorporaci¨®n de la igualdad de g¨¦nero en las estructuras de las instituciones, ¡°imprescindible para las buenas pr¨¢cticas¡±.
Para Mar¨ªa Jos¨¦ Maga?a, presidenta de la asociaci¨®n de Mujeres en las Artes Visuales (MAV), es una cuesti¨®n pendiente por resolver para que en los patronatos, los jurados, la programaci¨®n y en las compras de obra la igualdad sea un requisito insalvable. Espera concretar el documento final con un sistema de cuotas como el que funciona en las ayudas a la producci¨®n de pel¨ªculas. De tal manera, los museos con ayudas p¨²blicas deber¨¢n atender la compra de artistas mujeres y no priorizar en exclusiva a los hombres artistas.
MAV quiere que los museos con ayudas p¨²blicas cuenten con cuotas para la compra de obra de artistas mujeres
M¨¢s presi¨®n
Tanto Isabel Dur¨¢n como Jorge D¨ªez, del IAC, se?alan que en estos doce a?os se ha avanzado en la presi¨®n para hacer cumplir un documento que no es vinculante y al que le faltaba concretar aspectos como la transparencia. Exigen las cuentas claras en los procesos de selecci¨®n de cualquier cargo. En este sentido, cuestionan abiertamente la participaci¨®n en los designios del centro de aquellas empresas a las que se les abre las puertas, con la esperanza de que aporten una cantidad de dinero, que no terminan de cumplir. ¡°Queremos que sea una contraprestaci¨®n real y evaluable, que podamos conocerlo. Si alguien contribuye con 150.000 euros sobre un presupuesto de 50 millones de euros, hay que pensar qu¨¦ cargo se le ofrece. Los patronos econ¨®micos deben cumplir con el motivo de su invitaci¨®n¡±, aclara D¨ªaz.
En la configuraci¨®n y misi¨®n del patronato parece haber unanimidad: urge el incremento de expertos en ellos, adem¨¢s de garantizar la igualdad entre hombres y mujeres. As¨ª que se propone que haya un 30% de representantes de la administraci¨®n, un 50% de expertos o cient¨ªficos y un 20% de sociedad civil ¡°que hayan realizado una aportaci¨®n significativa al museo¡±. En el anterior C¨®digo tampoco se detallaba c¨®mo proteger al artista y ahora es prioritario, sobre todo despu¨¦s de la aprobaci¨®n del Estatuto del Artista.
M¨¢s denuncias
?C¨®mo puede ser vinculante un C¨®digo de buenas pr¨¢cticas? ¡°Es imposible, pero se ha convertido en una herramienta que ya nadie discute. Necesitamos m¨¢s transparencia en los museos para controlar los procesos democr¨¢ticos¡±, cuenta Dur¨¢n. La fase de la denuncia necesita potenciarla mucho m¨¢s, pero para ello necesitan pagar abogados ¡°para que las denuncias lleguen a los juzgados y no quede en canto al sol¡±. Dicen que necesitan dinero para ser m¨¢s eficaces, no para generar m¨¢s burocracia. ¡°Las artes pl¨¢sticas necesitan profesionalizarse, como el cine¡±, a?ade la presidenta del IAC.
Reclaman que la direcci¨®n art¨ªstica de las salas dependientes de administraciones p¨²blicas debe ser responsabilidad de una persona de ¨¢mbito profesional, ¡°en ning¨²n caso se podr¨¢ externalizar de manera total o parcial la gesti¨®n de cualquier museo, centro o sala de titularidad p¨²blica al sector privado¡±. Esto es una alusi¨®n directa al CAC de M¨¢laga, al que califican como ¡°el perfecto ejemplo de malas pr¨¢cticas en un museo¡±.
Babelia
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