Irene o el tesoro
Irene Escolar interpreta en 'Leyendo Lorca' personajes y versos del poeta granadino tres a?os despu¨¦s de haber realizado el espect¨¢culo por primera vez
No pocos artistas habr¨¢n tenido l¨ªnea directa con Lorca, de coraz¨®n a coraz¨®n, a la hora de transmitir su latido. Irene Escolar empu?¨® ese tel¨¦fono y se apunt¨® a esa brigada har¨¢ tres a?os con Leyendo Lorca, que el pr¨®ximo 5 de mayo representa de nuevo, ahora en la Sala Verde de los Teatros del Canal. La funci¨®n fue un encargo de la Universidad Men¨¦ndez Pelayo, y la actriz todav¨ªa recuerda el silencio total del p¨²blico con el adi¨®s de la Gacela de la muerte oscura que cierra el espect¨¢culo. Irene acababa de representar El p¨²blico en La Abad¨ªa y se hab¨ªa zambullido en los textos del poeta, centr¨¢ndose en las voces femeninas y el tema eterno del amor que pudo haber sido y no fue, como hilos argumentales. As¨ª arm¨® un tejido con di¨¢logos entre la Novia y la Madre de Bodas de sangre, y la Julieta y el Caballo Blanco de El p¨²blico; y el mon¨®logo (¡°Me he acostumbrado¡±) de Do?a Rosita la soltera. Tambi¨¦n destellan la voz m¨¢s enajenada de Yerma; y diamantes de Div¨¢n del Tamarit y Sonetos del amor oscuro; y la furia justiciera de Grito hacia Roma, y una mirada al abismo de los ¨²ltimos momentos del poeta junto a la Fuente de las L¨¢grimas, y la conmovedora historia de amor de Rafael Rodr¨ªguez Rap¨²n marchando a morir al frente del Norte, evocado por Mar¨ªa Teresa Le¨®n. Y las certeras exhumaciones de Ian Gibson, y el inquietante aleteo del pez luna.
Irene Escolar es claridad y fulgor que ilumina la vida y la obra del poeta. No necesita pedirle ayuda al duende, porque habla con la voz de su due?o cuando dice ¡°no puedo explicar nada, sino balbucir el fuego que me quema¡±. Como ¨¦l, ¡°no silba desde las ventanas: vive en el teatro¡±.
Tras el despegue la Men¨¦ndez Pelayo en Santander, el Festival de Oto?o le abri¨® las puertas de la Residencia de Estudiantes y justamente las de la sala donde Federico tocaba el piano. ¡°Luego me llamaron para hacerlo en el Pav¨®n y de all¨ª fueron saliendo bolos por Espa?a¡±. Y por lugares ins¨®litos, como la Fundaci¨®n Jan Michalski, de Suiza, a los pies de los Alpes. Vi la funci¨®n el pasado marzo en otro lugar ins¨®lito: la sala oval del Palacio de Montj¨¹ic, sede del Museo Nacional de Arte de Catalu?a, donde nos juntamos 500 personas enmudecidas, conmocionadas, porque no es una lectura de poes¨ªa al uso sino, como ped¨ªa Federico, ¡°carne m¨ªa, alegr¨ªa m¨ªa y sentimiento m¨ªo¡±. Es una emoci¨®n, dice la actriz, ¡°que me arrastra y me encoge el est¨®mago de una manera muy profunda¡±. Poes¨ªa, como escribi¨® certeramente, ¡°que calma y envalentona el alma para aceptar el misterio¡±. Siempre est¨¢ dispuesta, a?ade, ¡°a coger el atril y el vestido de noche e irme donde me llamen. A m¨ª me gustar¨ªa que el Instituto Cervantes me llevara fuera de Espa?a para poder transmitir mejor la palabra de Lorca por el mundo¡±. Irene o el tesoro, como dir¨ªa Buero.
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