Bob Dylan se despoja del traje de Sinatra y recupera sus cl¨¢sicos
El m¨²sico estadounidense, que regresa a Espa?a con conciertos en ocho ciudades, vuelve a incluir sus canciones m¨¢s c¨¦lebres en su repertorio
![Bob Dylan durante su concierto en Barcelona en 2015.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YHHQPVTCB42X7377T3JJS6MIWQ.jpg?auth=2cdc7f044b7df599a158f039b374fcbc0d42275870f93a3628739b2b9f221685&width=414)
![Fernando Navarro](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ffa7e71f7-1b1c-44ba-85a4-fbb571167016.png?auth=2598d045afa387e44b6745c5c4e01f803a1e08d331471132138bc762cd898466&width=100&height=100&smart=true)
Bob Dylan regresa este jueves a Espa?a y lo hace para repasar su cancionero cl¨¢sico m¨¢s que en ninguna otra gira que se le recuerda. A diferencia de la otra vez que toc¨® en territorio espa?ol, en 2018, el m¨²sico estadounidense se ha despojado de su traje de Sinatra, quitando de su repertorio los standards de jazz con los que confeccion¨® sus ¨²ltimos discos, como Triplicate, Fallen Angels o Shadows in the Night, que le gustaba interpretar en directo, de pie, con pose frente al micr¨®fono.
Su conocida como Never Ending Tour (La gira interminable) recala hoy jueves en Pamplona y ma?ana, viernes, en Bilbao. Luego pasar¨¢ por Gij¨®n, Santiago de Compostela, Sevilla, Fuengirola, Murcia y Valencia. En marcha desde 1988, esta gira interminable lleva a Dylan a dar cerca de 100 conciertos al a?o, una cifra mareante para muchos artistas de su generaci¨®n e incluso para algunos m¨¢s j¨®venes. Forma parte de su concepto art¨ªstico de m¨²sico errante, como un feriante de la vieja Am¨¦rica que recorre todas las ciudades y pueblos con su espect¨¢culo. All¨ª donde se le solicita -y se le paga un cach¨¦ no tan alto como el de otras estrellas- acude el show, donde lo ¨²nico que importa es la m¨²sica porque el premio Nobel de Literatura no habla, no saluda, no se dirige al p¨²blico. De esta forma, en un mismo a?o, igual Dylan puede tocar en un festival o en el Madison Square Garden de Nueva York como en una localidad perdida del cintur¨®n norteamericano, o en un pueblo escondido de Centroeuropa o en Fuengirola. Como suena: Dylan toca en sitios en Espa?a por donde jam¨¢s pasan las giras de los propios m¨²sicos espa?oles.
Imprevisible y cambiante, Dylan, que solo abandona el piano en un par de canciones durante esta gira, parece ahora preocupado en construir un discurso basado en sus canciones m¨¢s definitorias. En sus conciertos actuales surgen composiciones que en los ¨²ltimos a?os era muy dif¨ªcil encontrarse en el escenario y que siempre han sido muy celebradas por los fans del artista. Canciones como Like a Rolling Stone, Don't Think Twice, It's All Right, It Ain't Me, Babe, Simple Twist of Fate o It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry, que se suman a otras cl¨¢sicas que no suelen faltar como Highway 61 Revisited o Blowin' in the Wind. Y recupera la arm¨®nica, guardada durante mucho tiempo en un caj¨®n.
Un repertorio que, como ya es costumbre, no suena como en los discos. Es Dylan un tipo que le gusta que su mito se escurra, sea imposible saber d¨®nde est¨¢. Para ello, cambia tanto el sonido de sus canciones que muchos de los oyentes que no est¨¢n familiarizados con su cancionero, no saben qu¨¦ est¨¢ tocando. Incluso tambi¨¦n los que est¨¢n familiarizados se preguntan a veces qu¨¦ canci¨®n es la que Dylan y su banda est¨¢n interpretando.
Pero eso no significa que sea peor. Como un artista obsesionado con la m¨²sica, con los maestros que le inspiraron cuando era un adolescente en los a?os cincuenta, Dylan coge las hebras de la m¨²sica norteamericana de ra¨ªces y las condesa en un todo. El sonido de sus canciones cl¨¢sicas cambia para formar parte de un mismo discurso sobre el escenario. Un discurso que se nutre de rock and roll de primer¨ªsima escuela, de folk de carretera, country western, rhythm and blues, swing o rockabilly, dando forma a un sonido original y personal¨ªsimo, genuinamente norteamericano, toda una pirueta art¨ªstica que lleva el sello de un creador incansable y sabio por mucho que sus detractores proclamen que est¨¦ acabado. Un sonido que lo alcanza con la complicidad de una magn¨ªfica banda formada por Charlie Sexton a la guitarra el¨¦ctrica, Tony Garnier al bajo y George Receli a la bater¨ªa.
A sus casi 78 a?os, Dylan est¨¢ ante la ¨²ltima etapa de su vida. Lo sabe. Y parece dispuesto a mantenerse fiel a su filosof¨ªa art¨ªstica hasta el ¨²ltimo aliento. Una filosof¨ªa en la que hace lo que le da la gana, escuchando ¨²nica y exclusivamente a su instinto, dando un portazo a todo aquel que tenga alguna expectativa sobre esa leyenda en vida llamada Bob Dylan.
Fechas de la gira
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