Muere Roky Erickson, el gran damnificado de la psicodelia tejana
Fundador de los 13th Floor Elevators, la estancia en un psiqui¨¢trico marc¨® su vida
Roky Erikson, cabecilla del rock psicod¨¦lico tejano, falleci¨® en Austin, a los 71 a?os. Tras destacar en los 13th Floor Elevators, seriamente perjudicado por el consumo de alucin¨®genos, fue enviado a un manicomio del que sali¨® a¨²n peor. Personaje muy mitificado, grab¨® y actu¨® espasm¨®dicamente. Era algo as¨ª como el prototipo del rockero estadounidense de los sesenta. Nacido en el seno de una fundamentalista familia numerosa en Austin, el joven Roger Kynard Erickson encontr¨® una salida en la guitarra el¨¦ctrica y en lo que luego se llamar¨ªa rock de garaje, irreverentes aproximaciones al rhythm and blues practicado por los conjuntos brit¨¢nicos: como muestra, su gran ¨¦xito con los 13th Floor Elevators, You¡¯re Gonna Miss Me (1966). Inmediatamente, comenzaron a experimentar con el sonido y las substancias, mientras grababan un total de tres elep¨¦s.
Psicodelizarse en Tejas ten¨ªa sus ventajas y sus inconvenientes. Por la cercan¨ªa a M¨¦xico, hab¨ªa f¨¢cil acceso al peyote, la mota y las drogas de elaboraci¨®n qu¨ªmica. El esp¨ªritu tejano tambi¨¦n tend¨ªa al proselitismo: Tommy Hall, letrista del grupo, quer¨ªa imitar los colocones colectivos, los ¡°acid tests¡± que organizaba el escritor Ken Kesey en California. El problema resid¨ªa en que Texas ostentaba una legislaci¨®n draconiana al respecto: buena parte de los freaks del Estado de la Estrella Solitaria, de Janis Joplin a Doug Sham, ya hab¨ªan emigrado, a veces con la polic¨ªa en los talones.
Roky no tuvo esos reflejos. Tras varios incidentes con los uniformados, fue detenido con una cantidad modesta de hach¨ªs y le plantearon una disyuntiva: diez a?os de c¨¢rcel o una temporada de psiqui¨¢trico. Pensando que ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil huir de un hospital, eligi¨® la segunda opci¨®n. Un error y una pesadilla: sometido a electrochoques y dosis brutales de medicaci¨®n, su fr¨¢gil equilibrio mental se hizo a?icos. Su universo se llen¨® de extraterrestres, zombis, demonios.
Liberado en 1972, estuvo dando tumbos, ajeno a que el mundo musical comenzaba a apreciar sus destellos de grandeza: You¡¯re Gonna Miss Me?fue rescatada por Lenny Kaye para su recopilatorio Nuggets, Fire Engine?entr¨® en el repertorio de Television y otros grupos. Hasta sus ingenuos tanteos en el estudio de grabaci¨®n se aceptaron como psicodelia avant la lettre.
My brother Roky passed away peaceably today. Please allow us time. Music and laughter forever
Gepostet von Mikel Erickson am Freitag, 31. Mai 2019
En un biopic de Hollywood, habr¨ªamos llegado al momento de la gran escena de triunfo, de reconocimiento universal. En la realidad, Roky estaba volando en una ¨®rbita particular, a la que pocos ten¨ªan acceso. Se montaron grupos alrededor suyo, que grababan discos de 45 rpm que editaban sellos peque?os, a veces impulsados por fans franceses (en Francia, no se resisten ante un aut¨¦ntico freak estadounidense). Solo en 1980 hubo un intento medio serio de relanzar su carrera: CBS financi¨® Roky Erickson and the Aliens. Producido por Stu Cook, antiguo bajista de Creedence Clearwater Revival, carec¨ªa del envoltorio imaginativo que exig¨ªan t¨ªtulos como Noche del vampiro?o La criatura del cerebro at¨®mico. Para Erikson, no eran bromas: se trataba de realidades mentales.
La vida de Erikson oscil¨® entre la tragedia y la comedia. Desarroll¨® una obsesi¨®n por el correo, escribiendo a famosos vivos o muertos. Como apenas recib¨ªa respuestas, robaba las cartas destinadas a los vecinos. Cuando fue descubierto, explic¨® que nunca abr¨ªa las cartas ajenas. Y ese detalle evit¨® que fuera procesado por un delito federal.
En las d¨¦cadas que siguieron, Roky fue objeto de todas las atenciones reservadas a los artistas de culto: el documental (You¡¯re gonna miss me, 2007), el disco de homenaje (Where the pyramid meets the eye, 1990) y la publicaci¨®n de todo lo que grababa, desde directos a sesiones con guitarra ac¨²stica. Sorprendentemente, su m¨²sica se hab¨ªa ido pacificando, aparte de revelar su devoci¨®n por Buddy Holly, otro tejano con mala suerte.
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