¡°Los guionistas de ¡®Los Simpson¡¯ nos hemos vuelto m¨¢s cautos. La gente est¨¢ muy sensible¡±

"?Qu¨¦ dir¨ªas al p¨²blico que afirma que Los Simpson ha empeorado?". Es la pregunta que m¨¢s odia el guionista y productor Mike Reiss (59 a?os, Connecticut, Estados Unidos), que lleva en Springfield desde que la central nuclear coloc¨® su primer adoqu¨ªn hace ahora 30 a?os. Cada temporada es su beb¨¦, cada cr¨ªtica en Internet le duele: "Me sigue ofendiendo. Es como preguntar: 'No digo que tu hermana sea una zorra, pero, ?qu¨¦ dices a los cientos de t¨ªos que dicen que lo es?¡±, escribe en Springfield Confidencial (Roca editorial), libro donde repasa la serie m¨¢s influyente y exitosa en d¨¦cadas con iron¨ªa, pero tambi¨¦n con un palpable cari?o por todo lo que le da su trabajo. ¡°Nuestro programa es un hombre de 658 a?os. ?Te preguntas por qu¨¦ no es tan guapo como antes? Tenemos suerte de que siga siendo capaz de mear".

El declive de Los Simpson, y la forma con la que la serie intenta adaptarse al paso de los a?os y las nuevas modas, es uno de los temas favoritos de Internet. Los tiempos cambian, aunque Reiss afirma que lo ¨²nico diferente desde 1989 es la mejora de la animaci¨®n: "Somos m¨¢s libres porque pueden hacerlo todo m¨¢s grande", apunta por correo electr¨®nico a EL PA?S, incluso si recuerda que la serie contin¨²a dibuj¨¢ndose a mano en Corea. Reconoce, aun as¨ª, que la ¨¦poca de las redes sociales les hace repensar los chistes: "Los guionistas nos hemos vuelto m¨¢s cautos que al principio. La gente est¨¢ muy sensible. Pero incluso cuando nos sorprenden las reacciones negativas, inmediatamente aparecen reacciones a esas reacciones. Una de las cosas que hay que agradecer a Trump es la rapidez de los ciclos de noticias. Si hay un esc¨¢ndalo con la serie el domingo, el mi¨¦rcoles est¨¢ completamente olvidado", plantea.

El equipo ha tenido que adaptarse, adem¨¢s, para tener m¨¢s representatividad. Uno de los cap¨ªtulos m¨¢s aplaudidos por la cr¨ªtica de la temporada 30 lo escribe una mujer, Megan Amram, algo que era imposible en los primeros lustros de Los Simpson, cuando no hab¨ªa mujeres en el equipo. Pero, en este caso, la voz de una mujer era b¨¢sica. En la trama, el payaso Krusty sustituye el programa de Rasca y Pica con mujeres, lo que crea una escandalosa protesta entre las asociaciones masculinas del pueblo. "Pr¨¢cticamente todos los guionistas fichados en la ¨²ltima d¨¦cada son 'contratos de diversidad', mujeres o personas de otras etnias. Acabamos de incorporar dos mujeres, pero odio el t¨¦rmino porque son escritores maravillosos y no me gusta ponerles sello. Los guionistas son hasta m¨¢s j¨®venes que la serie", puntualiza.

Esa evoluci¨®n les lleva a replantearse decisiones que antes parec¨ªan normales. El documental El problema con Apu, estrenado en 2017, criticaba el estereotipado papel y acento del vendedor hind¨² del Badulaque como uno de los pocos personajes indios en televisi¨®n. Reiss argumenta que siempre lo escribieron con "profundidad y dignidad" como otro estereotipo m¨¢s, si bien reconoce que el actor Hank Azaria prefiere no interpretarlo: "Nos da pena abandonar un personaje tan querido, pero los tiempos cambian, y quiz¨¢s a Apu se le acaba el tiempo".

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En esta misma sinton¨ªa, hace unos meses se estren¨® el documental Leaving Neverland, en el que dos hombres detallaban c¨®mo Michael Jackson hab¨ªa abusado de ellos cuando eran ni?os. En Los Simpson decidieron eliminar de circulaci¨®n el cap¨ªtulo de 1991 Pap¨¢, loco de atar, considerado de los mejores, donde el fallecido rey del pop ten¨ªa un papel invitado: "Ver su lado oscuro nos volvi¨® reticentes a celebrar su legado en nuestra serie", argumenta el productor, que niega influencias externas en cualquier decisi¨®n que tome su equipo: "Disney no tiene efecto alguno. No interfiere, como jam¨¢s hizo Fox".

Al principio, ni Reiss apostaba por la longevidad de una serie de dibujos en horario de m¨¢xima audiencia. Cuenta en el libro que le daba seis semanas. "Consegu¨ª trabajo en Los Simpson como consegu¨ª a mi mujer: no era su primera opci¨®n, pero estaba disponible", escribe. Hoy lleva 30 a?os fichando cada ma?ana para pasarse el d¨ªa lanzando chistes al aire. Entre bambalinas ha visto morirse repentinamente a actores del reparto, ha vivido peleas entre los creadores Matt Groening y Sam Simon por llevarse el m¨¦rito de la autor¨ªa de la serie, ha charlado con el escondido artista Banksy en 2010, ayud¨® a profetizar al presidente Trump y lidi¨® con Michael Jackson cuando intent¨® boicotear la grabaci¨®n en 1991 al llevarse un doble para cantar una canci¨®n.

El resultado es una de las poqu¨ªsimas obras que no necesita presentaci¨®n en pr¨¢cticamente todo el mundo, mucho menos en Espa?a. "Nuestros seguidores de habla hispana son los m¨¢s devotos del planeta¡±, a?ade. ¡°Quiz¨¢s no sea casual que las grandes exportaciones art¨ªsticas de Espa?a tengan humor (Bu?uel, Dal¨ª, Almod¨®var, e incluso Goya) o sean animadas (Mir¨®, Picasso...). Me retrotraigo hasta Cervantes, que es descacharrante, cruel y al mismo tiempo enternecedor. Quijote y Sancho son Burns y Smithers en el siglo XVI", teoriza Reiss, que tambi¨¦n colabor¨® en los guiones de Ice Age, Gru, mi villano favorito o Kung Fu Panda.

Su serie es m¨¢s que una emisi¨®n semanal y formar parte de ella, pr¨¢cticamente una responsabilidad. Los Simpson es una instituci¨®n hist¨®rica. Ni Padre de familia, ni 30 Rock, ni Veep (la favorita de Reiss) existir¨ªan sin ella. Pero para Reiss son simplemente amigos a los que ha dado voz durante m¨¢s de la mitad de su vida. "Es simple. Todav¨ªa trabajamos duro para darle a la audiencia la mejor serie que podemos hacer", responde finalmente a esa pregunta que tanto odia.