¡®El hermano menor¡¯: un ¡®reality¡¯ para conocer a los ind¨ªgenas del Caribe colombiano
El concurso, uno de los pocos que retrata la vida de estas comunidades, somete a 14 concursantes de ciudades de Colombia a sus pruebas
La Sierra Nevada de Santa Marta, al norte de Colombia, no solo es una reserva de unos 17.000 kil¨®metros cuadrados capaz de contener todos los pisos t¨¦rmicos. Es tambi¨¦n el lugar donde, seg¨²n?las comunidades ind¨ªgenas que la habitan, comenz¨® la familia humana. De acuerdo con la cosmovisi¨®n de los arhuacos, kankuamos, wiwas y koguis, la Sierra es padre y madre de la humanidad. Hay hermanos mayores, guardianes de la naturaleza; y hermanos menores, nosotros, los no ind¨ªgenas que no hemos entendido la importancia de protegerla.
Los arhuacos protagonizan ahora?El hermano menor,?un programa emitido a trav¨¦s de TeleCaribe, el canal p¨²blico del Caribe colombiano, uno de los poqu¨ªsimos realities en todo el mundo que cuenta la vida de una comunidad ind¨ªgena. Sin embargo, es un?reality en el sentido estricto del formato, en el que 14 citadinos no ind¨ªgenas viven durante dos semanas en dos pueblos de la Sierra Nevada bajo las leyes de esta comunidad milenaria. Un programa con el que buscan generar conciencia de la naturaleza y explicar su cosmovisi¨®n.
¡°Los hermanos menores cometen muchas barbaridades y hay que estar atentos. Cuando nosotros hablamos de conservar, cuidar y proteger no es porque se nos ocurri¨®, sino porque nuestra madre nos dej¨® la responsabilidad de decirles a los hermanos menores que el tema del carb¨®n, de la explotaci¨®n minera, atentan contra la humanidad. Por eso decidimos hacer el reality para que pudieran venir a escuchar al mayor y hacer una alianza donde podamos proteger la Sierra¡±, explica uno de los protagonistas,?el ind¨ªgena arhuaco Jos¨¦ Ra¨²l Torres .
No se trata de un programa donde los ind¨ªgenas son invitados; sino por el contrario, quienes definen las pruebas y el enfoque. Sus silencios, sus tiempos de reflexi¨®n tan propios, significaron un desaf¨ªo para el equipo de producci¨®n del programa pero fueron, al mismo tiempo, su mayor ¨¦xito.
¡°Nunca me enfrent¨¦ a un proyecto as¨ª. El reto era lograr un equilibrio en la estructura de reality y al mismo tiempo que su mensaje quedara claro. No fue f¨¢cil pero fue muy bonito. Ellos quer¨ªan que los reconocieran como los guardianes, como un pueblo sabio que busca garantizar el equilibrio del medio ambiente¡±, cuenta el director, Miguel Mendoza, quien muchas veces deb¨ªa escribir los guiones durante el rodaje.
La idea del reality cont¨® con una investigaci¨®n previa de casi un a?o. Como cuenta el l¨ªder ind¨ªgena, surgi¨® den la preocupaci¨®n de su comunidad por ense?ar su legado. Los ind¨ªgenas pidieron que las parejas participantes no se conocieran entre ellas y que deb¨ªan estar dispuestas ¡°a despojarse de todo lo aprendido en sus vidas para vivir bajo el tiempo arhuaco¡±.
Los 14 concursantes, profesionales en distintas ¨¢reas, se enfrentan a pruebas y acertijos que guardan relaci¨®n con los elementos centrales de la comunidad ind¨ªgena. En una de ellas deb¨ªan hacer fuego. Pero no ganaba quien lo hiciera m¨¢s r¨¢pido sino quien descubriera que en esta comunidad el fuego siempre est¨¢ en el centro de las casas, porque significa unidad de la familia, En otra, ten¨ªan la misi¨®n de sembrar yuca y pl¨¢tano pero siguiendo los preceptos de que es la mujer quien pone la semilla para que germine.
¡°Tambi¨¦n meditaron, sembraron sus pensamientos en algod¨®n, aprendieron a empalmar una casa. A cada uno le dejaron un mensaje para sus vidas¡±, agreg¨® el director del reality que trabaj¨® junto a la productora Lee Morales y un equipo de 50 personas.
Cada noche, con el liderazgo del mamo Camilo Izquierdo, autoridad ind¨ªgena que les habla en lengua arhuaca, se define qu¨¦ parejas siguen y cu¨¢l tiene que ¡°emprender un camino de regreso¡±. As¨ª, los que quedan, intentan ganarse el lugar del hermano menor que avanza espiritualmente y entiende el legado de la Sierra.
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