La feroz batalla de la Amazonia en ficci¨®n realista
La serie 'Aruanas', protagonizada por tres activistas y la becaria de una ONG ambiental, aborda desde la ficci¨®n uno de los debates m¨¢s candentes dentro y fuera del Brasil de Bolsonaro
Las espectaculares im¨¢genes a¨¦reas de enormes ¨¢reas de tupida selva tropical en la Amazonia brasile?a pueden ser enga?osas. Bajo esa belleza se libra una feroz batalla entre quienes quieren que prime la preservaci¨®n de la biodiversidad para frenar el cambio clim¨¢tico y quienes ven en esas tierras un man¨¢ de riqueza inimaginable a la espera de ser explotada. Es una realidad cotidiana hace d¨¦cadas en Brasil que en los ¨²ltimos meses ha alcanzado una enorme relevancia, dentro y fuera de sus fronteras, porque la cada vez m¨¢s evidente crisis clim¨¢tica ha coincidido con la llegada al poder de Jair Bolsonaro, que considera la protecci¨®n del medioambiente secundaria y desprecia a las ONG. El asunto que llena peri¨®dicos y noticieros es tambi¨¦n la materia prima con la que fue creada la serie brasile?a Aruanas (centinelas), que cuenta la lucha para salvar la Amazonia de tres activistas, las fundadoras de una ONG ambiental, y de su becaria. Todo sazonado con sus vicisitudes personales.
Aunque ni esa ONG ni Cari, la ciudad amaz¨®nica donde transcurre la acci¨®n, existen, los mimbres con los que este thriller est¨¢ construido se ajustan como un guante a la realidad de esta batalla que se libra tanto en rincones remotos de la mayor selva tropical del mundo como en despachos, restaurantes o dormitorios de grandes ciudades. Rodada en escenarios naturales, ah¨ª est¨¢n la contaminaci¨®n de las aguas por la miner¨ªa, los chivos expiatorios, el asesinato de empleados que denuncian abusos, el comportamiento mafioso de algunos empresarios, los r¨¢nkings de empresas verdes y algunas de las contradicciones de las ONG. Las piezas son reales, lo ficticio es el ensamblaje. ¡°?La se?ora es de esa ONG chi¨ª?¡±, le pregunta el sudoroso comisario de polic¨ªa de Cari a Ver¨®nica, abogada, estilosa y la cabal del tr¨ªo. ¡°No, soy de Aruanas¡±, responde ella ante una expresi¨®n para referirse a los ambientalistas frecuente en Brasil que incluso Bolsonaro usa de vez en cuando.
Poca broma de todos modos porque el activismo ambiental es especialmente peligroso en Brasil. Solo el a?o pasado fueron asesinados 20, seg¨²n el ¨²ltimo recuento de la ONG Global Witness. El primer cad¨¢ver no tarda mucho en cruzarse en el camino de Ver¨®nica, de Natalie -periodista de fama, rica, la experta en tocar las teclas necesarias para que el mundo conozca sus denuncias y logros¡ªy Luiza, que es la activista del imaginario popular, apasionada, valiente, muy pegada al terreno. La becaria veintea?era Clara es la que dice lo que piensa sobre sus enemigos, pero tambi¨¦n sobre el activismo, mientras huye de un novio acosador. El codicioso empresario de Aruanas y sus colaboradores pronuncian muchas frases habituales en el discurso pol¨ªtico de Bolsonaro. ¡°A quien le gusta la selva tropical y los indios es a los famosos. Al pueblo le gusta el dinero¡±. O el habitual ¡°mi agenda tambi¨¦n es ambiental pero el pa¨ªs tiene otras prioridades¡±.
La serie Aruanas se emite en Brasil en Globoplay, el canal de pago de Globo, pero el poderoso grupo medi¨¢tico decidi¨® emitir en abierto el primer cap¨ªtulo el pasado 3 de julio. Uno de cada diez brasile?os (23 millones de personas) lo vio, seg¨²n una portavoz de la ficci¨®n. Tambi¨¦n se puede seguir desde otros 150 pa¨ªses, traducida a 11 lenguas (incluido el espa?ol) a trav¨¦s de www.aruanas.tv. Dejar¨¢ de ser un producto para minor¨ªas cuando el a?o que viene Globo emita los diez cap¨ªtulos de la primera temporada gratis para su audiencia brasile?a. Nada parece indicar que el debate ambiental amaine para entonces.
La directora Estela Renner explica que la serie pretende mucho m¨¢s que entretener. Aspira a poner el foco en el d¨ªa a d¨ªa de los activistas ambientales, en la batalla que libran para frenar la crisis ambiental. No como h¨¦roes, sino como personas que salen a trabajar en lo que creen sin la certeza de que regresar¨¢n a casa de una pieza. Los ecologistas ¡°deben ser protegidos y su trabajo debe ser reconocido¡±, explica Renner en respuesta a preguntas enviadas por este diario, pero tambi¨¦n conf¨ªa en que su serie ¡°contribuya a que la visi¨®n social, econ¨®mica y pol¨ªtica sobre la biodiversidad de Brasil sea que la vida vale m¨¢s que la muerte, que nuestro bosque tropical vale m¨¢s en pie que derribado¡±.
La serie cuenta con el patrocinio de la empresa brasile?a de cosm¨¦tica Natura, que ha convertido la defensa de la sostenibilidad ambiental parte de su marca y acaba de comprar la m¨ªtica Avon. Un ramillete de ONGs locales e internacionales han asesorado a los creadores de la serie para que su relato sea, con permiso de los c¨¢nones del entretenimiento, fiel a la realidad.
Consciente de que la cuesti¨®n es ahora mismo en el polarizado Brasil, la directora insiste en que ¡°el medioambiente y las preguntas en torno a ¨¦l deben ser un asunto presente en los hogares, los bares, los grupos de WhatsApp y las comidas familiares¡± porque esta no es una cuesti¨®n, a?ade, ¡°de derechas o izquierdas, de progresistas o conservadores, hablamos de la existencia humana¡±.
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