Jon¨¢s Trueba se va de verbena
El director estrena hoy ¡®La virgen de agosto¡¯, una pel¨ªcula rodada hace un a?o durante las populares fiestas madrile?as con Itsaso Arana como su protagonista y coguionista
La gente pasa rodeando a la pareja con minis y cervezas en la mano. Hay tanto calor como ganas de fiesta. Algunos se vuelven y preguntan si se pueden hacer ellos tambi¨¦n una foto y el precio del retrato. Jon¨¢s Trueba, la mitad de la pareja, sonr¨ªe avergonzado. Ya ha avisado: ¡°Lo paso fatal haci¨¦ndome fotos¡±. A su lado, se r¨ªe Itsaso Arana, coguionista y protagonista de su nueva pel¨ªcula, La virgen de agosto: ¡°A ver si le motivo¡±. Ponerse una noche de las fiestas m¨¢s castizas de Madrid, las de San Cayetano, san Lorenzo y la Paloma, delante de una c¨¢mara resulta para Trueba algo muy similar a lo que vive el personaje principal del filme: un acto de fe.
Hace exactamente un a?o, Jon¨¢s Trueba rod¨® en Madrid, su ciudad natal, su ¨²ltimo trabajo, la historia de una chica, Eva, que para reiniciar su vida se muda unos d¨ªas a un piso en la frontera difusa entre el Madrid de los Austrias y Lavapi¨¦s, esa zona que en domingo sirve como ribera del Rastro. ¡°Es ese acto de fe que confiesa ella, un viaje sin salir de su ciudad¡±, apunta el cineasta. Conocer¨¢ gente nueva, har¨¢ amistades y se enamorar¨¢ entre la fauna que habita Madrid durante esas jornadas, una ciudad medio desierta de d¨ªa, caldo en ebullici¨®n jaranera por la noche. La virgen de agosto se estrena hoy, que seg¨²n el santoral es el d¨ªa de la asunci¨®n de la Virgen Mar¨ªa, y festividad de quienes se llamen Asunci¨®n, Alba, Paloma, Mar¨ªa, Azucena, Estrella, Mar¡ ¡°En realidad, es una pel¨ªcula sobre la identidad, sobre lo que puedes hacer dentro de las circunstancias de cada uno: los amigos que te has buscado, los bares a los que acudes, tu barrio o tu trabajo¡±, dice Trueba.
Arana (Las altas presiones, Acantilado),que ha cambiado por completo el punto de vista del cine del director para su primera pel¨ªcula con protagonista femenina, desgrana: ¡°El guion es el fruto de muchas conversaciones, de un imagina en com¨²n que ya ten¨ªamos muy engrasado¡±. Trueba recurre a un santo de su familia: ¡°Al final es como lo que defend¨ªa Rafael Azcona, cuando aseguraba que con el guion, m¨¢s que el hecho de escribirlo, lo que hay que hacer es hablarlo, comentarlo, pasearlo ¡ªalgo que me encanta¡ª. El guion no deja de ser una fase m¨¢s de las conversaciones con los actores y el resto del equipo, la preproducci¨®n, el rodaje y el montaje. A m¨ª me cambian cada vez m¨¢s las pel¨ªculas al final. Hemos escrito juntos y hemos seguido con esa escritura f¨ªlmica en el rodaje, incluso en plano, cuando ella como actriz ocupa un espacio o cambia las cosas y las palabras¡±.
Lo que no ha variado en Trueba es su reflexi¨®n acerca de por qu¨¦ hace cine: ¡°Me planteo las pel¨ªculas como mi forma de hacer filosof¨ªa. Me rondan algunas preguntas y las pongo en marcha con el filme, lo que, aviso, no quiere decir que sepa responderlas. Yo, por ejemplo, me planteo mucho qui¨¦nes somos. Naces marcado por tus genes y el sitio, pero ?hasta d¨®nde puedes ser t¨² mismo? ?Qu¨¦ margen de maniobra te queda? Vamos, lo que se preguntaba Emerson¡±. De ah¨ª que la chica se llame Eva: intenta arrancar desde cero, como la primera mujer b¨ªblica. Y a la vez inquiere sobre la maternidad. ¡°Itsaso ya estaba en mi anterior largo, La reconquista, y no puedo estar m¨¢s agradecido de que ella haya entrado aqu¨ª hasta como coguionista. Hay alguien delante de la c¨¢mara que entiende la pel¨ªcula como t¨², que es capaz incluso de anticiparla. Es un privilegio y una ventaja como creador. Y si encima es como Itsaso mejor que yo¡¡±. Arana le hace un gesto c¨®mplice, y comenta: ¡°Quer¨ªamos crear un personaje bondadoso, que ayuda a los otros, que duda, que no est¨¢ a la moda. No elude las cuestiones existenciales y a la vez intenta ser ligero. En Jon¨¢s los personajes son densos por dentro y ligeros por fuera¡±. Por eso, advierte el director, en alg¨²n momento se ha sentido invitado de honor en la relaci¨®n creativa entre Arana y Eva: ¡°Son los momentos que m¨¢s he disfrutado filmar, conversaciones y reflexiones femeninas que yo, como hombre, nunca hubiera alcanzado. Y ante esos instantes, solo me ha quedado ser respetuoso¡±.
Como se escucha en La virgen de agosto, el verano es perfecto porque en esa estaci¨®n se rebajan ¡°las falsas expectativas, las obligaciones y las servidumbres¡±. O como dir¨ªan otros, la can¨ªcula aplatana. ¡°Nunca he asociado el verano con las vacaciones¡±, confiesa Trueba. ¡°Para m¨ª siempre ha sido un tiempo de crecimiento personal. En agosto siento que el tiempo se detiene, se abre un espacio temporal donde ocurre algo especial. Y esta pel¨ªcula sirve como agradecimiento a este tiempo casi m¨¢gico que te hace mirar hacia atr¨¢s y hacia adelante, que te lleva a reflexionar sobre de d¨®nde vienes y ad¨®nde vas como no haces en ninguna otra estaci¨®n del a?o¡±. Arana a?ade: ¡°Soy del norte, de Tafalla, pero ya he vivido varios veranos en Madrid, y recuerdo el primer shock, cuando piensas que es un infierno, cuando descubres que te tienes que duchar a las cuatro de la ma?ana¡ No entend¨ªa por qu¨¦ nadie se quejaba m¨¢s. Claro, en cuanto te cruzas con la gente, te solidarizas. El car¨¢cter acogedor de los madrile?os se exalta un poco m¨¢s. Haces de la necesidad virtud, y en este plan de los que no tienen plan, en mitad de estas fiestas medio paganas de las noches, te unes mucho a quienes te rodean¡±. Tal vez, porque como apunta el director, ¡°Madrid es en estas fechas m¨¢s pueblo, se ve m¨¢s su esp¨ªritu de villa que durante el resto del a?o¡±. Y desgrana: ¡°En el agosto madrile?o el tiempo se demora, la diferencia entre un martes y un domingo se diluye, las conversaciones se alargan y filosofas m¨¢s, coincides m¨¢s con gente hasta casi la inverosimilitud. Puede que se llame magia, m¨ªstica¡±. Para filmar en las verbenas, para mover la c¨¢mara con naturalidad entre mantones de Manila, chotis, algarab¨ªas, chancletas y actuaciones de Sole¨¢ Morente, para esas noches populares el equipo obtuvo un permiso de feriante: ¡°Ante todo, no quer¨ªamos interrumpir la vida¡±.
Hasta ahora, las pel¨ªculas de Trueba pod¨ªan servir como manual de explicaci¨®n sentimental del director: a trav¨¦s de ellas el espectador deduc¨ªa el estado an¨ªmico de su creador. Y salvo Los exiliados rom¨¢nticos, que ilustraba un viaje hasta Annency, Toulouse y Par¨ªs, en el resto hac¨ªa pasear a sus personajes por unas calles muy determinadas de Madrid: las calles Segovia, Don Pedro, Mancebo y de la Redondilla, las plazas de las Vistillas y del Alamillo. ¡°Para m¨ª es una zona m¨ªstica, la ciudad originaria¡±, cree el cineasta. En La virgen de agosto Trueba vuelve a ese Madrid afrancesado ¡ªy a su grupo de actores/ amigos¡ª, pero Eva acabar¨¢ cruzando el r¨ªo Manzanares para completar su viaje emocional. ¡°Porque la pel¨ªcula¡±, apunta Arana, ¡°es el viaje de Eva desde arriba, desde el viaducto, hasta all¨¢ abajo, el puente de los Franceses. Y todo lo que le cuesta pasar de un estado a otro¡±.
La vuelta a los Lumi¨¨re
A Jon¨¢s Trueba le impresion¨® mucho la recopilaci¨®n realizada por Thierry Fr¨¦maux, director del festival de Cannes y del Instituto Lumi¨¨re, de los trabajos de los hermanos Lumi¨¨re. ¡°Hay tanto de aquel cine que se nos olvida¡ Me gustar¨ªa que mi cine cada vez m¨¢s se pareciera a aquel concepto inicial en el que llegaba el camar¨®grafo, pon¨ªa la c¨¢mara, eleg¨ªa un encuadre con la calle o la gente que ve¨ªa, y empezaba a filmar. Era un poco: ¡®Esto es lo que veo y aqu¨ª estoy¡¯, mezclado con humildad y asombro ante cosas sencillas de la vida. En esos inicios el director no estaba tan presente¡±. Y por eso cree: ¡°Yo intento desaparecer cada vez m¨¢s de mi cine. Ya he tomado antes muchas decisiones sobre d¨®nde se rueda, cu¨¢ndo, qui¨¦n act¨²a¡ y llegado a la filmaci¨®n espero que otros aporten viveza real¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.