Vicente Rojo: ¡°No he tenido clientes sino amigos¡±
?ltimo exponente del boom est¨¦tico latinoamericano, el artista Vicente Rojo describe M¨¦xico como el lugar ¡°donde volvi¨® a vivir¡± y dedica una exposici¨®n a la llegada de su padre tras la Guerra Civil
El estudio de Vicente Rojo en una elegante calle de Coyoac¨¢n es como un gran parque infantil para adultos. Corchos, papel picado, esferas, cartulinas de colores, recortes de fotos. Dan ganas de tocarlo todo.
Rojo (Barcelona, 1932) es el ¨²ltimo exponente de una generaci¨®n que floreci¨® al calor del boom literario pero que tambi¨¦n incluy¨® texturas, colores o portadas rompedoras en los a?os 70. A los 86 a?os, Rojo tiene claro que ¡°lo ¨²ltimo que puedes hacer es aburrirte¡± y prepara un libro con Arnoldo Kraus en la editorial Sexto Piso, ha empezado una serie pict¨®rica sobre jardines y acaba de inaugurar una exposici¨®n en el Colegio Nacional para recordar la llegada de su padre.
La muestra ¡°Vicente Rojo. 80 a?os despu¨¦s¡±, que estar¨¢ abierta hasta octubre, est¨¢ compuesta de 32 cuadros de peque?o formato elaborados sobre madera y cart¨®n donde reconstruye el viaje de su padre de Burdeos a Veracruz a bordo del Ipanema, el barco de vapor en el que lleg¨® en 1939 junto a otros 994 refugiados espa?oles.
Tras el fin de la Guerra Civil, los Rojo eran una familia marcada y condenada desde el apellido. Su t¨ªo fue el heroico general Vicente Rojo que organiz¨® la defensa de Madrid frente a las tropas de Franco y su padre, Francisco, era miembro del Partido Socialista. En 1939 se rompe la familia cuando ambos salen de un pa¨ªs roto y adolorido al que solo volver¨ªan para morir.
El peque?o Vicente, de siete a?os, se qued¨® con su madre en Barcelona y se reencontr¨® con su padre en M¨¦xico diez a?os despu¨¦s. ¡°Lo conoc¨ª con 17 a?os pero durante todo ese tiempo mi madre tuvo la habilidad de hacer que estuviera siempre presente en la casa. Mi madre nos hablaba de ¨¦l, le¨ªamos juntos las cartas censuradas que llegaban a casa y yo le mandaba dibujos en la correspondencia¡±.
Sobre aquellos a?os en Barcelona, Rojo los recuerda como ¡°una etapa gris y aburrida¡±, durante la que ¡°yo solo quer¨ªa aprender a pintar, pero la escuela y todo lo que ve¨ªa alrededor era un espanto. Solo hab¨ªa escenas marinas o bailarinas de Degas que estaban por todas partes¡±, recuerda sobre las galer¨ªas de Paseo de Gracia.
Cuando, ya adolescente, conoci¨® a su padre, se encontr¨® con un ingeniero que segu¨ªa con preocupaci¨®n el gusto de su hijo por el dibujo, las figuras y la combinaci¨®n de extra?os materiales, pero que jam¨¢s volvi¨® a hablar de la guerra ni del barco. ¡°Cuando llegu¨¦ a M¨¦xico volv¨ª a nacer. Aqu¨ª encontr¨¦ una luz hermosa, brillante, clara y un ambiente libre. Supe que este iba a ser mi pa¨ªs desde que puse un pie¡±.
Desde entonces, Vicente Rojo es uno de los m¨¢ximos exponentes del dise?o y la innovaci¨®n est¨¦tica y uno de los ¨²ltimos representantes de un boom creativo latinoamericano que tambi¨¦n incluy¨® artes como la pintura el baile o el teatro. Cofundador de la editorial ERA sus portadas ilustraron las primeras ediciones de obras de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Octavio Paz, Elena Poniatowska o Jos¨¦ Emilio Pacheco
Para Carlos Monsiv¨¢is, la importancia de Rojo est¨¢ en su capacidad para encabezar ¡°el tr¨¢nsito de la vieja a la nueva percepci¨®n¡± dentro de la cultura. M¨¢s modesto, el artista resume los a?os 60 y 70 como el ¡°fruto de una colaboraci¨®n muy entra?able entre mucha gente talentosa con ganas de hacer de todo¡±. En realidad, dice, ¡°nunca he tenido clientes sino amigos y la suerte de trabajar con buenos y brillantes amigos con los que he estado muy cerca¡±.
Para los refugiados espa?oles que llegaron a Am¨¦rica tras la Guerra Civil el mar y los barcos fueron futuro y libertad. Por eso, cuando habla del Open Arms, la embarcaci¨®n que ha estado a la deriva en el Mediterr¨¢neo con 83 migrantes abordo, Rojo hace una pausa, y suspira: ¡°Tantos a?os despu¨¦s, vemos de nuevo barcos cargados de gente. El mar puede ser lo mejor o lo m¨¢s cruel¡±, lamenta.
- ?Si el Ipanema se hubiera llamado Open Arms, su padre no hubiera tenido donde bajar?
- Eso engrandece a¨²n m¨¢s la actitud de M¨¦xico respecto a la emigraci¨®n. Porque durante d¨¦cadas llegaron miles de republicanos espa?oles, pero tambi¨¦n argentinos, chilenos o centroamericanos. Mexico tiene un car¨¢cter generoso que acoge al extranjero del tipo que sea y no pide nada a cambio. Yo llegue en mayo de 1949 y en octubre ya ten¨ªa la nacionalidad mexicana.
- ?Tanto ha cambiado el mundo?
-Ha cambiado Europa. Es incre¨ªble lo que est¨¢n haciendo con los emigrantes porque no los aceptan por ser negros. Europa ha emprendido un rumbo a la derecha muy peligroso y sobre el que ya hay antecedentes y que terminaron con c¨¢maras de gas.
Sobre la actualidad pol¨ªtica de M¨¦xico, Vicente Rojo no ha renunciado al socialismo republicano que amamant¨® y piensa que la llegada al poder de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador supone por fin ¡°atender a las clases populares, algo de lo que hasta ahora ning¨²n gobierno hab¨ªa hecho¡±. ¡±Los pobres son realmente quienes sostienen el pa¨ªs con sus remesas. Los ricos trabajan para ellos, pero los pobres lo hacen para el pa¨ªs¡±.
Sin embargo, su llegada al poder tambi¨¦n ha supuesto importantes recortes que enfrentan al mundo de la cultura con la llamada ¡°cuarta transformaci¨®n¡±, que encabeza L¨®pez Obrador. ¡°Se dijo que con el dinero de la corrupci¨®n alcanzar¨ªa pero ha pasado todo lo contrario y ha recortado la actividad cultural, la cient¨ªfica y la inversi¨®n en salud¡±, critica. ¡°La riqueza cultural le ha dado a Mexico una calidad y una imagen en el mundo que hay proteger y curar. La cultura es M¨¦xico¡±.
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