En televisi¨®n este a?o se mira al pasado para ver el presente
Una cantidad inusitada de series explora ¨¦pocas pasadas para encontrar en ellas una explicaci¨®n a nuestros d¨ªas
Se dice que toda distop¨ªa es una cr¨ªtica al presente desde un futuro indeseable. Que, por m¨¢s que la ficci¨®n viaje en el tiempo, su creador se queda en su sitio, y lo que le rodea encontrar¨¢ sin duda su lugar en lo que sea que est¨¦ creando. Es muy sencillo trasladar dicha l¨®gica a la ficci¨®n televisiva de hoy, en la que se viaja al pasado constantemente, en un ejercicio de nostalgia sin precedentes, pero con la l¨®gica del presente. La que, a veces, explica mejor nuestros d¨ªas que aquellos que se muestran en pantalla.
El ejemplo m¨¢s claro es el ya cl¨¢sico de los hermanos Duffer, Stranger Things (Netflix). La serie viaja a un pasado que ni siquiera lleg¨® a ser presente de sus creadores alguna vez (el a?o en que la serie arranca es 1983 y ellos nacieron en 1984) pero que lo hab¨ªa sido de las pel¨ªculas que crecieron viendo, de Steven Spielberg o John Carpenter. El resultado es una serie que respeta los c¨®digos no de la ¨¦poca sino de las pel¨ªculas de la ¨¦poca. ?Acaso hab¨ªa ni?as en bandas entonces? ?Por qu¨¦ las hay hoy? Nancy (Natalia Dyer), la hermana mayor de un protagonista, se enfrenta en el peri¨®dico en el que trabaja contra tipos que se r¨ªen de sus propuestas de art¨ªculos y la mandan a hacer caf¨¦. En la ¨¦poca, la problem¨¢tica seguir¨ªa estando ah¨ª, pero ?se hubiese destacado?
GLOW (Netflix), de Liz Flahive y Carly Mensch, otro ¨¦xito de cr¨ªtica de los ¨²ltimos a?os, transcurre tambi¨¦n en los ochenta, pero sin la intenci¨®n de idealizar el pasado. Por un lado, pretende desempolvar la historia de los inicios de la lucha libre femenina y, por otro, dejar claro lo dif¨ªcil que era ser mujer en cualquier entorno que implicase poder. En una de sus tramas, los tipos que dirigen el cotarro nombran productora a Debbie Eagan (Betty Gilpin) para luego re¨ªrse de ella, lo cual es una forma de hablar no solo de un pasado imperfecto sino tambi¨¦n de un presente en el que tambi¨¦n tratan estos temas.
"No van a dejar de tratarte as¨ª a menos que les resultes ¨²til", le dice a Debbie una amiga. Ella idea una trama para ser mejor que sus rivales. Lo consigue. El pasado, m¨¢s all¨¢ de las mallas y los cardados, es el lugar en el que las cosas empezaron a cambiar.
Mindhunter reproduce ¡ªa su manera¡ª la historia real de los agentes del FBI John E. Douglas y Robert Ressler, quienes, a finales de los setenta, descubrieron que los asesinos en serie compart¨ªan ciertos patrones. Pero tambi¨¦n trae de vuelta el mundo de su ¨¦poca ¡ªhasta el ¨²ltimo decorado¡ª en el que las madres eran a menudo solo eso, madres.
Ah¨ª es donde entra el personaje del agente Bill Tench (Holt McCallany) en la reci¨¦n estrenada temporada de la serie. En ninguna otra ficci¨®n que trate la misma ¨¦poca, hecha en cualquier momento, se le pondr¨ªa en el brete en el que se le pone en los nuevos cap¨ªtulos, que le juzgan por no escuchar las s¨²plicas de su mujer, que no puede con todo en casa por no escuchar las s¨²plicas de su mujer, que no puede con todo en casa. Todo esto se vuelve dram¨¢ticamente en contra al final. Es otro caso en el que el presente invade el pasado.
Pose (HBO Espa?a y Netflix), la serie de Ryan Murphy, invoca la era dorada del underground LGTBI en el Nueva York infestado de sida y prejuicios de finales de los ochenta. La serie homenajea a la comunidad transexual que encontr¨® en la cultura del ballroom una manera de salir adelante mientras el mundo a su alrededor parec¨ªa rechazarlos. Pero la serie est¨¢ escrita desde 2019 y habla sobre 2019. Hay cuerpos m¨¢s musculados de lo que deber¨ªa en, por ejemplo, en esas escenas. Los personajes, adem¨¢s, tienen una visi¨®n muy preclara de cu¨¢les son los derechos que se merecen y las trampas que la sociedad heteropatriarcal es capaz de tenderles: y no es algo que se intuya o que sea propio de uno o dos personajes astutos. Todos tienen un momento en el que hacen suyos los problemas que el colectivo LGTBI tiene hoy. Se dir¨ªa que Murphy, un amante de la relevancia, ha limado el pasado. Como todos en el presente.
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