M¨¢s de 15 a?os de trabajo para revivir a unas marionetas genocidas
Lisa Henson cumple el sue?o de su padre con una precuela de 'Cristal oscuro' de 10 episodios para Netflix
Corr¨ªa 2003, y Lisa Henson (Nueva York, 59 a?os) se propuso un objetivo quim¨¦rico: completar el sue?o inacabado de su padre y?ampliar por fin el universo de Cristal Oscuro, la pel¨ªcula m¨¢s personal del genio de las marionetas Jim Henson. Pero si cuando empez¨® a reconstruir esa secuela llegan a advertirle de que su idea acabar¨ªa siendo una serie de t¨ªteres con 10 episodios con pocos efectos digitales y para Netflix, se habr¨ªa re¨ªdo ante tal descabellada profec¨ªa. ?Por qu¨¦ una compa?¨ªa que entonces mandaba DVDs a los hogares iba a sumergirse en dicha tarea??Estaba preparada la televisi¨®n para esa escala cuando entonces solo comenzaba a competir cara a cara con el cine? Fuera como fuera, su visi¨®n era clara: revivir el a?orado proyecto del creador de Los Muppets y Barrio S¨¦samo, incluso si tardaba 16 a?os en construir una franquicia ¨¦pica que rivalizara con Tolkien o Pratchett.
Pero en 2015 era el cine el que ya no estaba preparado para hacer proyectos de tal envergadura sin asegurarse beneficios. "Los costes de rodar una superproducci¨®n y promocionarla se han vuelto tan altos que los estudios son m¨¢s conservadores sobre lo que creen que merece estrenarse en salas. Hoy es m¨¢s dif¨ªcil, pero antes tantas series Netflix quer¨ªa destacar en algo que nadie hace, un gran espect¨¢culo de marionetas. La valent¨ªa era imposible en otro lugar", responde Henson por tel¨¦fono desde The Jim Henson Company, de la que es consejera delegada, en Los ?ngeles. Pero Lisa no es simplemente la "hija de" que hered¨® la empresa de su visionario padre. Esta veterana de la industria sabe de lo que habla cuando reflexiona sobre Hollywood.
La mayor de los cinco hijos del creador de los Tele?ecos se desvi¨® pronto de la efervescencia creativa de Jim. Nunca quiso estar frente a la c¨¢mara ni manejar a Gustavo o una criatura gelfling. Lo suyo era organizar y negociar. En los ochenta fue subiendo escalones en Warner hasta que en 1992, con 32 a?os, se convirti¨® en la presidenta de producci¨®n de Columbia, la cabeza de un estudio m¨¢s joven de Hollywood. All¨ª dio luz verde a ¨¦xitos como Mujercitas, Liberad a Willy, Arma letal y Batman, si bien su primera pasi¨®n era la que m¨¢s conectaba con?Cristal oscuro: Henson es graduada en Harvard especializada en mitolog¨ªa y folklore cl¨¢sico. Ahora simplemente se rodea de su equipo de trovadores para cantar sus propios mitos. Entre ellos, ha recuperado al dise?ador Bryan Froud y a su hijo escultor, conocido como el beb¨¦ al que agasajaba Bowie en Dentro del Laberinto. "Creamos mitolog¨ªa original, cuentos de hadas para el futuro. Hemos pasado tres a?os construyendo este mundo, que como cualquier fantas¨ªa tambi¨¦n tiene reflejo en la actualidad", reflexiona Henson.
Cristal Oscuro: la era de la resistencia presenta un universo donde la sociedad es gobernada por un matriarcado de varias tribus gelfling, que, a su vez, es controlado por criaturas perversas conocidas como skeksis. Su poder y protecci¨®n no se cuestiona, hasta que los gobernantes comienzan a perpetrar un genocidio contra el pueblo. "Muchos espectadores nos escriben por la relevancia del mensaje. Los gelfling son pac¨ªficos, no quieren problemas en su rutina. El punto determinante es volverse conscientes de que no solo est¨¢n en peligro, sino que llevan a?os explotados y potencialmente siendo asesinados por sus amos. Esa idea del despertar tard¨ªo de la conciencia es muy relevante hoy", explica la productora ejecutiva sobre esta revoluci¨®n que bebe de la pasi¨®n de su padre.
La producci¨®n sigue, al fin y al cabo, los dogmas de Jim Henson: los t¨ªteres tambi¨¦n son para adultos (lecci¨®n que aprendi¨® en un viaje juvenil a Praga y que desarroll¨® en El Show de los Tele?ecos, con el piloto Sexo y violencia), aunque sin tomar por tontos a los ni?os. La precuela pueda gustar a padres y a menudo asustar a la infancia. Algo complicado en una ¨¦poca de sobreprotecci¨®n: "Recibimos respuestas de ni?os de seis a ocho a?os a quienes les encantan los personaje y su aventura. Pero las partes terror¨ªficas son necesarias para que lo que se juegan sea significativo. Si no sabes de qu¨¦ son capaces los villanos, no merece la pena luchar. Nada es gratuito", defiende Henson, que recuerda que las producciones Marvel son m¨¢s gr¨¢ficas en su violencia y acci¨®n sin que nadie proteste.
Esta original visi¨®n pod¨ªa ser un problema para el m¨¢rketing de Hollywood, pero tambi¨¦n lo era su escala. Lo primero que crearon con el director Louis Leterrier fue una prueba en animaci¨®n digital para Netflix. Era visualmente contempor¨¢nea pero los personajes no brillaban con el alma que volvi¨® obra de culto a la original. Cristal Oscuro solo pod¨ªa estar protagonizada por t¨ªteres. "Tienen tanta emoci¨®n como los actores". Eso significaba gastar millones en una producci¨®n colosal: dise?os de personajes, sesenta escenarios con cada detalle esculpido, un elenco de voces y un cineasta que, c¨¢mara al hombro, dise?¨® un escenario con un pasadizo para grabar a una altura donde no se colaran los titiriteros. Leterrier, famoso por pel¨ªculas de acci¨®n como Hulk y Lucha de Titanes, se acerc¨® al proyecto como fan ajeno al mundo y acab¨® como heredero de Henson. "Creo es un l¨ªder m¨¢s en¨¦rgico incluso que mi padre", compara Lisa.
30 a?os despu¨¦s de su muerte, Jim Henson sigue presente en cada decisi¨®n de Lisa, que rememora una an¨¦cdota que describe su deseo de ser original. En Cristal Oscuro (1982) el titiritero y su amigo Frank Oz rodaron a los skeksis hablando una lengua incomprensible con la que buscaban que cualquier idioma identificara su fondo. Las primeras pruebas dejaron claro que su valiente idea no funcionaba, as¨ª que tuvieron que volver a doblar todo escribiendo un guion que cuadrase con c¨®mo se mov¨ªan las bocas. La pel¨ªcula nunca lleg¨® a alcanzar del todo su sue?o. Los obst¨¢culos fueron tan frustrantes que para su siguiente proyecto, Dentro del Laberinto, decidi¨® mezclar mu?ecos con humanos. Pero, pese a la percepci¨®n, la primera fue un ¨¦xito, mientras que la pel¨ªcula de Bowie no dio los beneficios esperados. No pudieron rodar secuelas, y, sin embargo, ambas pel¨ªculas acabaron como filmes adorados alrededor del mundo, aplaudidas m¨¢s all¨¢ de su muerte. "Es curioso ver algo que no funcion¨® en su momento triunfar. Estaba adelantado a su tiempo", recuerda su hija. El objetivo es que este nuevo relato, cuya continuaci¨®n no est¨¢ asegurada tampoco, sea tambi¨¦n algo ¨²nico e imperecedero. El sue?o inalcanzable se alcanz¨®.
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