El ¡®Google Maps¡¯ del XVII que revela la verdad de la batalla de Santa Cruz
Un cuadro en el Rijksmuseum de ?msterdam permite ubicar con precisi¨®n el combate entre las flotas espa?ola e inglesa, en 1657 frente a Tenerife, y la victoria de Felipe IV
Fuente: GoogleEarth y elaboraci¨®n propia. NACHO CATAL?N EL PA?S
El hallazgo de un grabado holand¨¦s por parte del historiador canario Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez en el Rijksmuseum de ?msterdam (Holanda) ha permitido ubicar el lugar exacto donde se desarroll¨® una cruenta batalla naval entre las flotas espa?ola e inglesa en 1657, frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife, as¨ª como la colocaci¨®n estrat¨¦gica de las naves de Felipe IV que derrotaron a las enviadas por Oliver Cromwell: dos galeones artillados y 2.000 hombres en tierra, frente a 36 naves de la escuadra que comandaba el almirante Robert Blake.
La armada inglesa puso cerco a Santa Cruz el 30 de abril de 1657 cuando estaba fondeada la Flota de Nueva Espa?a con un valioso cargamento de las Indias. Compuesta por nueve mercantes y dos galeones, descargaron a toda prisa ¡°el quinto real¡± (la soldada para pagar a las tropas) y formaron una hilera para defender el puerto. Los ca?ones de los mercantes fueron trasladados a los castillos que rodeaban la bah¨ªa porque estas naves resultaban in¨²tiles en un combate naval. Por delante, solo dos galeones, la Capitana y la Almiranta, listos para hacer frente a los brit¨¢nicos. En tierra, unos 2.000 soldados y paisanos parapetados para impedir el desembarco. M¨¢s de 5.000 ca?onazos cayeron en pocas horas sobre los barcos espa?oles y la costa tinerfe?a.
El arque¨®logo Alberto Garc¨ªa Montes de Oca y el historiador Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Illescas, mientras redactaban la carta arqueol¨®gica canaria, se toparon con el grabado, lo que les permiti¨® ubicar con m¨¢xima exactitud el lugar donde se desarroll¨® la lucha: al sur del castillo de San Crist¨®bal, a m¨¢s de una milla del sitio donde hist¨®ricamente se cre¨ªa que hab¨ªa acaecido la batalla. Igualmente, han podido localizar el terrapl¨¦n donde se parapetaron los defensores, lo que ahora son las avenidas Mar¨ªtima y de la Constituci¨®n. ¡°El descubrimiento permitir¨¢ proteger este yacimiento y evitar su expolio¡±, explica Garc¨ªa Montes de Oca.
Espa?a e Inglaterra se declararon la guerra durante el reinado de Felipe IV y la dictadura de Oliver Cromwell: el control de las Indias fue el desencadenante. Tras un largo asedio a C¨¢diz, la flota de Blake puso rumbo a Canarias, porque las riquezas que llegaban de Am¨¦rica permit¨ªan a la Corona mantener contiendas en medio mundo. Felipe IV resolvi¨® entonces que ¡°se hiciesen represalias en estos Reinos y en las Indias Occidentales a haciendas y nav¨ªos pertenecientes a los s¨²bditos del protector de Inglaterra [Cromwell]¡±.
A los espa?oles, seg¨²n el relato del historiador Antonio Rumeu de Armas, les dio tiempo a trasladar los ca?ones y parte de la carga de los mercantes a tierra. Las tripulaciones de la Capitana y la Almiranta fueron reforzadas, adem¨¢s, con 250 soldados para evitar su abordaje. Al castillo de San Crist¨®bal se enviaron 19 ca?ones, al de San Juan 7, al de Paso Alto (sobre el que cayeron 1.200 bombazos ingleses) 8, a los fortines y bater¨ªas 41, a los que se le a?adieron otros 24 recogidos de diversos sitios. En total 99 bocas de fuego en la costa, aunque muchas en mal estado.
La armada de Blake entr¨®, finalmente, en el puerto el 30 de abril e intent¨® abordar los mercantes ya que los cre¨ªa abandonados y sin artiller¨ªa. Sin embargo, la mariner¨ªa permanec¨ªa dentro, oculta en su interior, y rechaz¨® el asalto. Los castillos, los parapetos y las milicias ¡°hicieron gran mortandad contra los ingleses que pugnaban por remolcar los mercantes¡± m¨¢s cercanos. Doce barcos del puerto se salvaron, siete mercantes resultaron hundidos y solo dos fueron atrapados por los invasores. Estos ¨²ltimos llevaban cargamentos de cuero y vajillas.
Mientras, la Capitana y la Almiranta, gobernadas por el capit¨¢n general Diego de Eg¨¹es y el almirante Jos¨¦ Centeno, siguieron abriendo fuego. La segunda comenz¨® pronto a arder, por lo que la Capitana se convirti¨® en objetivo preferente del fuego enemigo. Resisti¨® una hora y termin¨® encallando en la costa. Fue volada por los espa?oles. Blake, ante la imposibilidad de tomar la ciudad y con numerosas naves averiadas, se retir¨® con los dos mercantes apresados, ¡°que la fantas¨ªa inglesa convirti¨® m¨¢s tarde en 16 magn¨ªficos galeones de guerra¡±, escribi¨® Rumeu de Armas. De hecho, en la entrada de Wikipedia en espa?ol correspondiente a 1657 se lee: ¡°Robert Blake destruye la flota espa?ola de Diego de Eg¨¹es en el puerto de Santa Cruz de Tenerife¡±.
Garc¨ªa Montes de Oca, miembro de la Asociaci¨®n Sociedad Nacional de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica, recuerda que en el puerto de Santa Cruz descansa un centenar de barcos hist¨®ricos de distintas ¨¦pocas. ¡°Se han cometido muchos atropellos, como cuando se ampli¨® la d¨¢rsena de Los Llanos. Creo que es hora de respetar nuestro pasado y de no permitir que nada igual vuelva a suceder¡±, exige este arque¨®logo que, adem¨¢s, clama para que la ciudad tenga su propio museo naval. ¡°Ser¨ªa una gran riqueza cultural y econ¨®mica para todos. Pero vivimos de espaldas a nuestro mar, a nuestra historia. Hasta nos creemos que los ingleses ganaron esta batalla y nos callamos¡±.?
La leyenda negra llega a El Escorial
Las segundas jornadas sobre ensayo hist¨®rico, que se celebran hoy en el paraninfo del Real Colegio de Alfonso XII, en el Monasterio de El Escorial, bajo el t¨ªtulo
, reunir¨¢n a destacados escritores de este g¨¦nero literario. Elvira Roca Barea, Pedro Ins¨²a, Mar¨ªa Saavedra o Francisco Garc¨ªa del Junto forman parte del elenco de historiadores y literatos que el Ateneo Escurialense y el Ayuntamiento de la localidad han logrado congregar para la ocasi¨®n.
El acto, que ser¨¢ inaugurado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, intentar¨¢ profundidar, a trav¨¦s de cuatro mesas de debate, en las circunstancias que rodearon desde la conquista de Nueva Espa?a ¡ªcharla que contar¨¢ con la presencia del agregado cultural de M¨¦xico, Jorge F. Hern¨¢ndez¡ª hasta la primera vuelta al mundo de Juan Sebasti¨¢n Elcano.
Babelia
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