A golpes de azar
Eduardo Mendoza construye con su habitual maestr¨ªa una nueva aventura para su personaje Rufo Batalla que es a la vez una comedia de enredo y un relato de intriga folletinesco
Como no pod¨ªa ser de otro modo, Eduardo Mendoza cumple su pacto con el lector y en la parte central de El negociado del yin y el yang ¡ªsegunda entrega de la trilog¨ªa ¡°Las tres leyes del movimiento¡±¡ª narra la singular aventura que se deriva de la nueva misi¨®n ¡ªya anunciada en El rey recibe¡ª que el pr¨ªncipe Tukuulo le encarga a Rufo Batalla, el narrador y protagonista, que es ante todo un testigo perspicaz de los cambios que van oper¨¢ndose a su alrededor en todos los planos, y no tanto un h¨¦roe de acci¨®n, por m¨¢s que el azar lo arrastre a vivir m¨²ltiples peripecias.
Sin duda disfrutamos de la aventura oriental, esa misi¨®n que transcurre en Jap¨®n y Tailandia, en la que Mendoza, con la maestr¨ªa que le caracteriza, es capaz de fusionar una comedia de enredo con un relato de intriga y misterio de estirpe folletinesca. Disfrutamos de la peripecia en s¨ª, con sus buenas dosis de sorpresas y peligros, pero tambi¨¦n lo hacemos con el movimiento mismo y las cr¨®nicas de viajes: tr¨¢tese de un vuelo convencional, la traves¨ªa fluvial en un samp¨¢n, la exploraci¨®n de una metr¨®poli como Tokio, un paseo por la playa o cualquiera de los breves y frecuentes vagabundeos. En estas tiradas, a la representaci¨®n muy pl¨¢stica y vivaz de un espacio y su relaci¨®n hist¨®rica se a?ade la fin¨ªsima captaci¨®n del ambiente. Adem¨¢s, durante estos desplazamientos ocurre algo irreemplazable: la irrupci¨®n de personajes que dan la medida de lo que sucede. Algunos son muy reales, aun por ex¨®ticos que resulten; otros son puro delirio, pero nos parecen veros¨ªmiles; otros responden al tipo com¨²n que no por fugaz es menos real, como esos turistas del sexo.
Se me dir¨¢, con raz¨®n, que el movimiento y el cambio es la ley compositiva fundamental de este tipo de narraciones. Lo destacable es que el mecanismo rige tambi¨¦n para el resto del libro, haya o no un desplazamiento de Rufo. Aqu¨ª la errabundia es incesante. Impulsada a veces por los cambios en su entorno neoyorquino y las visitas que all¨ª recibe, o por su definitivo regreso a Barcelona, la narraci¨®n de esta etapa de su vida ¡ªque arranca en 1974 con la agon¨ªa de Franco¡ª registra una continua entrada y salida de personajes, portadores cada uno de su peculiar historia ¡ªa menudo nutrida de lances tan disparatados como absurdos¡ª, y que son quienes en gran medida agitan este plural retablo, dado que Mendoza tampoco prescinde de sus se?as narrativas ¡ªel humor, la iron¨ªa y la parodia servidos en un lenguaje repleto de alusiones y dobles sentidos¡ª, y dada tambi¨¦n la apat¨ªa y el desencaje que experimenta Rufo tras su regreso a una Barcelona que era ¡°un reducto provinciano, hipertrofiado, endog¨¢mico y pretencioso¡±, que ten¨ªa en ¡°un gorila albino apodado sin ingenio Copito de Nieve¡± una de sus marcas m¨¢s reconocibles. As¨ª, el debate de ideas, el trasfondo moral, los conflictos personales y los dilemas sobre la existencia o la forja de un destino enmarcan su regreso a su ciudad natal.
De esa amplia gama de figuras me encant¨® la abadesa de las monjas clarisas, con todo su bagaje transgresor; me sonroj¨® el paleto carpetovet¨®nico Francisco S¨¢nchez, Frascuelo ¡ª?tan de ¨¦poca!¡ª, pero es lo que hab¨ªa; y me interes¨® particularmente el hermano de Rufo, Agust¨ªn, que aqu¨ª cobra un mayor protagonismo y funciona como un verdadero alter ego del autor, que cultiv¨® su pasi¨®n esc¨¦nica en piezas muy diversas. Lean esas p¨¢ginas en clave autorreferencial y disfruten del impar ingenio de Eduardo Mendoza.
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Autor: Eduardo Mendoza.
Editorial: Seix Barral (2019).
Formato: tapa blanda y versi¨®n Kindle (384 p¨¢ginas).
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