¡°Hay un ¨ªmpetu para llevar el periodismo a otros horizontes¡±

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Jason Stallman no ha salido de The New York Times en 17 a?os, y sin embargo ahora se ve produciendo un programa de televisi¨®n. Tras el ¨¦xito mundial de?The Daily, un podcast diario de noticias producido en la redacci¨®n neoyorquina, el peri¨®dico ha decidido continuar experimentando con The Weekly, esta vez un programa semanal televisivo de reportajes. Desde su estreno en Estados Unidos el pasado julio, primero en la cadena por cable FX y luego en el servicio de streaming Hulu, The Weekly ha investigado desde la injerencia rusa en las elecciones de 2016 al enjaulamento de menores inmigrantes; ha explorado la influencia ultraconservadora que algunos canales de YouTube ejercen en la pol¨ªtica brasile?a y cuestionado el proceso de fabricaci¨®n de iPhones en China. Stallman, productor ejecutivo, vino a Madrid a presentar la serie, cuyos primeros cap¨ªtulos se pueden ver ahora en Movistar +. La serie completa empezar¨¢ a emitirse el 12 de noviembre en el canal Odisea.

Pregunta. ?Qu¨¦ lleva a un peri¨®dico con un legado centenario en prensa escrita a la televisi¨®n?

Respuesta. En el Times siempre buscamos aumentar nuestra audiencia. Al haber tenido un gran resultado con The Daily, pensamos cu¨¢l era la siguiente plataforma con la que a¨²n no hab¨ªamos experimentado seriamente. Y era ¨¦sta, resultaba obvio. Deb¨ªamos tratar de alcanzar un p¨²blico de dimensiones televisivas.

P. ?No es una plataforma inc¨®moda? Una redacci¨®n de prensa escrita no habla necesariamente lenguaje audiovisual.

R. Cuando empec¨¦ a trabajar en el Times hace 17 a?os, este era, antes que nada, un peri¨®dico impreso. Todo giraba alrededor de la edici¨®n en papel. Ahora es una organizaci¨®n digital con una web le¨ªda en todo el mundo, aplicaciones para m¨®viles y varios?podcasts. No digo que hacer televisi¨®n sea f¨¢cil, pero hay un ¨ªmpetu por llevar el periodismo que hacemos desde hace cientos de a?os a otros horizontes.

P. ?C¨®mo logran que la maquinaria de un peri¨®dico escrito produzca un programa de televisi¨®n?

R. En The New York Times no sabemos hacer documentales, pero nos asociamos con una productora de periodistas televisivos, Left/Right, que s¨ª sabe. El proceso es que escuchamos las propuestas de nuestros periodistas y cuando encontramos una que pueda funcionar como documental de 30 minutos, juntamos a esos periodistas con la productora. Van ad¨®nde tengan que ir, re¨²nen el material que necesiten, y, de vuelta en Nueva York, Left/Right empieza a montar el cap¨ªtulo. Luego mi equipo de editores lo supervisa para asegurarse de que sea algo que tenga sentido dentro de The New York Times.

P. En el resultado final, ?qu¨¦ porcentaje es Times y qu¨¦ porcentaje, trabajo externalizado?

R. Es dif¨ªcil hablar de porcentajes. El reportero del Times nos da la idea, el acceso a las fuentes, y el enfoque. Lo es todo.

P. ?C¨®mo dieron con el formato? La duraci¨®n, por ejemplo, de 30 minutos, debe marcar mucho el tono y el contenido.

R. La televisi¨®n tradicional nos exig¨ªa encajar en una franja o bien de 30 minutos o bien de una hora. FX, la cadena de televisi¨®n por cable, nos compr¨® la idea por lo que al final son 25 minutos m¨¢s anuncios. Luego en la pr¨¢ctica hay historias demasiado grandes y complicadas para despacharlas en media hora. FX nos permite extendernos a una hora. Podemos cambiar el formato si no nos sirve.

P. Es interesante que, en plena transformaci¨®n digital, el peri¨®dico acabe con una apuesta de televisi¨®n tradicional.

R. El equipo del Times que fue a Hollywood a vender el proyecto decidi¨® que lo mejor era la combinaci¨®n FX y Hulu. FX est¨¢ en 90 millones de hogares [por comparaci¨®n, Hulu tiene 25 millones de suscriptores; Netflix, 60]. Luego Hulu nos permite estar en un servicio de streaming.

P. ?Qu¨¦ no les ha funcionado?

R. Recuerdo cuando, hablando de la influencia de Facebook en las elecciones de 2016, nos dijeron: ¡°En Brasil es a¨²n peor¡±. Aquella historia era fascinante pero fue complicado encajarlo todo en 25 minutos. Aquel cap¨ªtulo qued¨® particularmente denso.

P. Una se?a de identidad del programa son las im¨¢genes del trabajo de los periodistas. ?Sienten que la transparencia es una exigencia cada vez m¨¢s ineludible para los periodistas?

R. Necesit¨¢bamos un recurso narrativo para que el espectador encontrase su gu¨ªa en la historia. Tomamos la decisi¨®n de no tener presentador, quer¨ªamos que el protagonismo recayese en el periodista de The New York Times que mejor conociese la historia. Pero, de esta forma, el espectador puede desorientarse. As¨ª que, por pura necesidad narrativa, dependemos de que el periodista gu¨ªe al p¨²blico. Est¨¢s con ¨¦l o ella cuando entrevista, cuando descubre algo, cuando revisa documentos. Pero al tener 25 minutos, debes tomar la decisi¨®n sobre cu¨¢nto reporterismo quieres incluir y al final es una dosis muy peque?a.

P. ?Les gustar¨ªa incluir m¨¢s?

R. Nos consta que hay gente a la que le fascina el proceso. Rukimini [Callimachi, la reportera del Times centrada en el extremismo isl¨¢mico], que ha entrevistado a docenas de terroristas del ISIS, nos dec¨ªa: ¡°Pero si es solo una entrevista m¨¢s¡±. Y no lo es. Es una oportunidad enorme para algunos lectores. Pero dicho esto, el programa no deber¨ªa centrarse en procesos y t¨¦cnicas period¨ªsticas. Es sobre ISIS, inmigraci¨®n o Trump, con toques de reporterismo.

P. ?La presencia de la imagen dificulta la relaci¨®n entre informaci¨®n y entretenimiento?

R. Para m¨ª es igual que cuando redactaba. El objetivo es entregar la historia m¨¢s interesante y llamativa posible, lo que no quiere decir que te inventes cosas o te tomes libertades con los hechos. No nos estamos alejando del periodismo. Hacemos lo mismo en otra plataforma.