El grumete que desert¨® y pudo contar la vuelta al mundo
Tres investigadores rescatan y traducen al espa?ol la declaraci¨®n del marino Mart¨ªn de Ayamonte, que aporta nuevos datos sobre el viaje de Magallanes y Elcano
Hasta ahora la Relaci¨®n del primer viaje alrededor del mundo, del italiano Antonio Pigafetta, era la principal fuente informativa de la haza?a protagonizada por Juan Sebasti¨¢n Elcano y 17 marineros m¨¢s, de los 247 que partieron de Sevilla el 10 de agosto de 1519. Pero el redescubrimiento en el Archivo Nacional Torre do Tombo, en Lisboa, de la declaraci¨®n del grumete de la nao Victoria, la que capitaneaba Juan Sebasti¨¢n Elcano, ofrece nuevos y sorprendentes detalles sobre la gesta. El joven Mart¨ªn de Ayamonte, que fue apresado e interrogado por los portugueses cuando se escond¨ªa en la isla de Timor tras desertar de la nave, desvela en su declaraci¨®n la fortaleza de car¨¢cter de Elcano, las t¨¢cticas de los nativos para matar a los espa?oles o la procedencia exacta de algunos de los tripulantes. ¡°Es un documento indispensable para entender la haza?a? y es incomprensible que haya pasado desaparecido en la historiograf¨ªa¡±, explica a EL PA?S Tom¨¢s Maz¨®n, uno de los tres expertos que han hallado y traducido al castellano el documento.
El 5 de febrero de 1522, el joven Martin de Ayamonte y el soldado Bartolom¨¦ Salda?a abandonaron ¡°sin ser sentidos¡± la Victoria en la isla de Timor, donde la nave estaba fondeada. Desertaron porque tem¨ªan morir en el intento de dar la vuelta al mundo. Se escondieron en la selva esperando la oportunidad de regresar a las Molucas, donde estaba siendo reparada otra de las naves de la expedici¨®n, la Trinidad. Ayamonte quer¨ªa reunirse con un familiar que viajaba en esta nao y que iba a volver a Espa?a, no por el oeste como la Victoria, sino por el este, hacia M¨¦xico.
Pero, siempre seg¨²n el relato del grumete, al poco tiempo fueron descubiertos por un nav¨ªo portugu¨¦s y trasladados a la fortaleza de Malaca (actual Malasia), donde el marinero fue interrogado el 1 de junio de 1522 y donde un escribano tom¨® nota de su declaraci¨®n. Este documento, que termin¨® en Lisboa, fue hallado por el historiador Ant¨®nio Baiao en 1933 y traducido al portugu¨¦s moderno. Pero los historiadores espa?oles desconoc¨ªan por completo su existencia hasta que Maz¨®n, que es director de la web rutaelcano.com, lo localiz¨® en el Archivo Nacional Torre do Pombo, en Lisboa. El experto avis¨® de su hallazgo a los responsables del Archivo General de Indias (Sevilla), que lo han traducido por primera vez al castellano de la mano del archivero Braulio V¨¢zquez Campos y de Crist¨®bal Bernal Chac¨®n, experto en paleograf¨ªa.
La declaraci¨®n de Ayamonte contiene ¡°un relato de la expedici¨®n de suma importancia por venir de uno de sus tripulantes, y por la cantidad y calidad de la informaci¨®n aportada¡±, explica Maz¨®n. ¡°La historia de la expedici¨®n no podr¨¢ ser contada ya sin tener presente este documento, en el que, por ejemplo, por vez primera conocemos que Juan Sebasti¨¢n de Elcano hizo prevalecer su criterio para la elecci¨®n del camino de vuelta frente a la postura de sus principales oficiales¡±,
Seg¨²n confes¨® Ayamonte, la tripulaci¨®n de la Victoria deseaba volver a Espa?a bordeando los territorios portugueses del Pac¨ªfico, pero Elcano se neg¨® alegando que pod¨ªan ser apresados y que los monzones no les ser¨ªan propicios. Impuso su criterio con determinaci¨®n. ¡°Frente a la opini¨®n general, se alej¨® de las costas porque entendi¨® perfectamente el ciclo de los monzones, lo que permiti¨® que diese la vuelta al mundo¡±.
El relato del grumete desvela, adem¨¢s, c¨®mo en la batalla de Mact¨¢n, donde muri¨® Fernando de Magallanes, los ind¨ªgenas colocaron trampas con estacas para ensartar a los espa?oles. Igualmente, se?ala el lugar de procedencia de algunos tripulantes, como el capit¨¢n de la nao Santiago, Juan Serrano, que era extreme?o, de Fregenal de la Sierra, o Juan de Cartagena, del que confirma que era burgal¨¦s.
¡°No sabemos qu¨¦ pas¨® con el grumete¡±, explica Maz¨®n. Solo se conocen las ¨²ltimas palabras que han quedado registradas de ¨¦l a preguntas del capit¨¢n portugu¨¦s que lo interrog¨®, Jorge de Albuquerque: "Y la nao [Victoria], cuando parti¨® de Timor [sin ¨¦l ni Salda?a], daba a la bomba doce veces de d¨ªa y doce veces de noche, y el maestre y el piloto, que eran griegos, quisieron venir por Malaca [territorio portugu¨¦s], y el capit¨¢n [Elcano], que era vizca¨ªno [en realidad era guipuzcoano, nacido en Getaria], no quiso, y su intenci¨®n de ellos era ir a las islas de Maldivas para corregir [arreglar] su nao, y de all¨ª ir¨ªan su camino para esas partes [Espa?a]. Y m¨¢s no dice¡±.?
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