Quer¨ªamos tanto a Rick
Stephen Markley dibuja el desamparo de una generaci¨®n que ni siquiera puede considerarse una perdida porque nunca tuvo nada que perder
Desde que Sherwood Anderson puso un dedo en el mapa y se?al¨®, con una novela collage que pod¨ªa leerse como una suma de personajes particular¨ªsimamente perdidos en un universo cruel y maldito (Winnesburg, Ohio), el estado en el que hab¨ªa crecido, ese Ohio que lleg¨® a ser el epicentro industrial del Medio Oeste, y que por entonces era a¨²n mero polvor¨ªn rural, no ha habido quiz¨¢ un intento tan ambiciosamente consciente (y, en comparaci¨®n, fallido) de diseccionarlo como el del debutante Stephen Markley. Invocando el esp¨ªritu ¡ªnarrativamente m¨¢s convencional¡ª del ¨²ltimo Jonathan Franzen ¡ªes decir, nada que ver con el barroquismo por momentos cruelmente hilarante de Las correcciones, sino m¨¢s bien con la simplicidad de una Pureza a la que se le hubiese extra¨ªdo hasta la ¨²ltima gota de sentido del humor¡ª, Markley dibuja el desamparo de una generaci¨®n ¡ªla de la desindustrializaci¨®n, la de ¡°los primeros cinco a?os del reci¨¦n nacido milenio¡±¡ª que ni siquiera puede considerarse una generaci¨®n perdida porque nunca tuvo nada que perder.
Concebida como un Beautiful Girls ¡ªel cl¨¢sico cinematogr¨¢fico de los noventa¡ª, es decir, como una reuni¨®n de amigos de instituto de vuelta en su fr¨ªa y desalmada ciudad, aqu¨ª un lugar llamado New Canaan, que para algunos tiene el aspecto de ¡°una revista despu¨¦s de haber sido arrojada al fuego¡±, algo que se ennegrece por momentos y que anda como retorci¨¦ndose, huyendo de s¨ª misma y poblada de personajes que, tambi¨¦n, no han hecho otra cosa que intentar huir de s¨ª mismos ¡ªtodos han sido o son adictos a algo, y algunos, como la otrora chica m¨¢s popular del instituto, Kaylyn, han hecho cosas horribles por ese algo, han sido ¡°un puto monstruo para todo el mundo¡±¡ª, la novela es un desalmado tour de force sin salida en extremo autocomplaciente. No en vano el detonante es la muerte en combate ¡ªen Irak¡ª del cl¨¢sico buen chico entre los malos chicos, un tal Rick Brinklan, cuyo pernicioso esp¨ªritu, el esp¨ªritu de un m¨¢rtir fake, no hace m¨¢s que reforzar el conservadurismo (en exceso masculino) al que pretende (o cree pretender) atacar.
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Autor: Stephen Markley.
Editorial: Alianza (2019).
Formato: tapa blanda y versi¨®n Kindle (592 p¨¢ginas).
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