La Orquesta de Cadaqu¨¦s se despide
El director Gianandrea Noseda y el clarinetista Martin Fr?st protagonizan su ¨²ltima gira junto al Coro Estatal de Letonia
La Orquesta de Cadaqu¨¦s surgi¨®, en 1988, como escisi¨®n profesional de la Joven Orquesta Nacional de Espa?a (JONDE). Pero tambi¨¦n imbuida del esp¨ªritu de la gauche divine que atrajo a tantos artistas e intelectuales a la peque?a localidad pesquera del Alto Ampurd¨¢n. ¡°Naci¨® para dinamizar el Festival Internacional de M¨²sica de Cadaqu¨¦s, aunque busc¨® una manera diferente de hacer m¨²sica¡±, aclara en conversaci¨®n con EL PA?S su fact¨®tum y director art¨ªstico, Lloren? Caballero (Barcelona, 57 a?os). ?l mismo transform¨® su gesti¨®n, en 1990. Y del conjunto festivalero, creado por Edmon Colomer, se pas¨® a una orquesta estable e internacional vinculada a proyectos. ¡°Era algo inspirado en la tradici¨®n anglosajona, como la Academy of Saint Martin in the Fields¡±, prosigue Caballero. Pronto fich¨® al legendario fundador de esa orquesta brit¨¢nica, Neville Marriner, como director principal. Su relaci¨®n fue de por vida.¡°Vino en 1991 y se enamor¨® de la localidad ampurdanesa¡±, admite. Falleci¨®, en octubre de 2016, pocos d¨ªas antes de dirigir a la Orquesta de Cadaqu¨¦s en el Auditorio Nacional de Madrid.
ORQUESTA DE CADAQU?S.?Obras de Mozart y Beethoven. Coro Estatal de Letonia. Martin Fr?st, clarinete. Ricarda Merbeth, soprano. Olesya Petrova, mezzosoprano. Josep Bros, tenor. Steven Humes, bajo. Gianandrea Noseda, direcci¨®n. Auditorio de Zaragoza, 10 de diciembre.
El reloj se detiene ahora tambi¨¦n para esta orquesta, tras m¨¢s de treinta a?os de historia. El pasado 1 de diciembre anunci¨® un ¡°periodo de descanso y reflexi¨®n¡± en un comunicado. Su ¨²ltima gira arranc¨®, ayer martes, 10 de diciembre, en el Auditorio de Zaragoza. Proseguir¨¢, hoy mi¨¦rcoles, en el ciclo BCN Cl¨¤ssics del Palau de la M¨²sica. Y terminar¨¢, el jueves 12, en Madrid, dentro del ciclo de Iberm¨²sica. Su concierto final que ser¨¢ dedicado a la memoria del director let¨®n Mariss Jansons. ¡°Creo que la orquesta necesita otro enfoque y otra energ¨ªa¡±, reconoce su director art¨ªstico en la referida conversaci¨®n. No quiere hablar de su disoluci¨®n definitiva, pero admite que su etapa con ella ha terminado. Caballero es, desde 2015, director adjunto de Iberm¨²sica, junto a Alfonso Aij¨®n, pero tambi¨¦n de Trit¨® Edicions. ¡°En origen fue el sello discogr¨¢fico de la Orquesta de Cadaqu¨¦s. Proseguimos publicando las partituras de los proyectos hist¨®ricos (con recuperaciones de Carnicer, Arriaga y Sor). Y ha terminado convertida en una de las principales editoriales espa?olas de m¨²sica contempor¨¢nea, con m¨¢s de 800 partituras publicadas de Xavier Montsalvatge, Crist¨®bal Halffter, Luis de Pablo y Joan Guinjoan, entre muchos otros¡±, a?ade.
No es f¨¢cil resumir su historia: un centenar largo de proyectos, entre giras y grabaciones, durante m¨¢s de tres d¨¦cadas. Pero Caballero destaca, casi sin dudarlo, la famosa grabaci¨®n del Concierto de Aranjuez, de Joaqu¨ªn Rodrigo, con el guitarrista Paco de Luc¨ªa, realizada en abril de 1991 para Philips. ¡°Fue un proyecto diferente, ya que todav¨ªa no exist¨ªa lo que hoy se conoce como crossover. Y no solo experimentamos otra forma de hacer m¨²sica, sino tambi¨¦n un inmenso ¨¦xito comercial, con m¨¢s de quinientas mil copias vendidas¡±, recuerda.
La orquesta tambi¨¦n ha contribuido a impulsar muchas carreras internacionales. Ha sido el caso de algunos integrantes, como Jaime Mart¨ªn, su director principal desde 2011. Mart¨ªn entr¨® como flautista desde la JONDE y, tras una dilatada carrera internacional como instrumentista, ahora es director titular de la Sinf¨®nica de G?vle en Suecia y de la Orquesta de C¨¢mara de Los Angeles. Pero tambi¨¦n desde el Concurso Internacional de Direcci¨®n de la Orquesta de Cadaqu¨¦s, que fund¨® en 1992, y ha impulsado las carreras de varias batutas relevantes. Es el caso de su actual director principal, Gianandrea Noseda, vencedor de la segunda edici¨®n, actual titular de la Sinf¨®nica Nacional en Washington, principal invitado en la Sinf¨®nica de Londres y futuro responsable de la ?pera de Z¨²rich.
El ¨²ltimo proyecto de la orquesta ha reca¨ªdo, precisamente, en Noseda. ¡°Cadaqu¨¦s fue la primera orquesta profesional para ¨¦l. Le ayudamos mucho, tras vencer en el concurso de 1994, y ahora ¨¦l nos ayuda a nosotros¡±, reconoce Caballero. El programa de la gira no se ha dise?ado pensando en la despedida, aunque incluya la ¨²ltima composici¨®n importante concluida por Mozart, su Concierto para clarinete, y una de las principales composiciones de madurez de Beethoven: la Missa Solemnis.
Abri¨® la velada el magn¨ªfico clarinetista Martin Fr?st como solista, ayer, martes, en el Auditorio de Zaragoza. En el movimiento inicial sobresalieron su tono sensual y la flexibilidad en el fraseo. Tambi¨¦n derroch¨® creatividad para rellenar con adornos improvisados muchos pasajes de la obra. Pero fue en el adagio donde despeg¨® verdaderamente su interpretaci¨®n del concierto mozartiano. El clarinetista sueco improvis¨® una fermata casi et¨¦rea e inici¨® la recapitulaci¨®n en un susurro. Un cautivador registro en pianissimo, de tintes vocales, quiz¨¢ similares al de Anton Stadler, el instrumentista que inspir¨® la composici¨®n de la obra en 1791.
Fr?st utiliz¨®, sin ning¨²n alarde filol¨®gico, un clarinete de basset, el instrumento con el registro grave extendido para el que Mozart escribi¨® la obra. Ello le permiti¨® enriquecer la sonoridad en el grave, pero tambi¨¦n le ayud¨® a subrayar admirablemente las inflexiones expresivas y pausas ret¨®ricas del rond¨® final. Eso que H. C. Robbins Landon sol¨ªa resumir citando a Shakespeare y su Cuento de invierno: ¡°Baila mi coraz¨®n, pero no de alegr¨ªa¡±. Al final, tras los aplausos, el solista explic¨® al p¨²blico que ansiaba convertirse en un gran improvisador (Mozart lo era). Y prob¨® a mostrarnos tres minutos de su universo sonoro, poblado por t¨¦cnicas extendidas, dejos klezmer y gui?os jazz¨ªsticos, pero ahora con el clarinete convencional.
La Orquesta de Cadaqu¨¦s exhibi¨® su talla mozartiana en el acompa?amiento del Concierto para clarinete. Pero afront¨® con solvencia el reto de la Missa Solemnis, una de las composiciones m¨¢s extensas, complejas e ingratas de Beethoven. Un compendio de todo su ser musical donde el marco del ordinario lit¨²rgico se trasciende para mostrar preocupaciones espirituales. Noseda utiliz¨® una paleta de orquesta cl¨¢sica convencional con tempi vivos, aunque sin concesiones historicistas. Cont¨® con el apoyo del excepcional Coro Estatal de Letonia, que mostr¨® su talla en el fugado final del Gloria, que Schindler escuch¨® patear y gritar a Beethoven, ya completamente sordo. Por debajo se situ¨® el cuarteto solista, con voces dispares, como la soprano alemana Ricarda Merbeth y el tenor barcelon¨¦s Josep Bros, ambos con dificultades para los pasajes contrapunt¨ªsticos m¨¢s intrincados. Los cuatro mejoraron en el dram¨¢tico arranque del Agnus Dei, donde destac¨® el bajo estadounidense Steven Humes y la mezzosoprano rusa Oleysa Petrova luci¨® la carnosidad eslava de su timbre.
Noseda manej¨® con brillantez el rosario de contrastes y transiciones de la obra. Lo demostr¨® en el paso del Sanctus al Benedictus, con esa ideal recreaci¨®n del ¨®rgano con cuerda y madera del Pr?ludium que coincide con la consagraci¨®n. A continuaci¨®n, el violinista Bradley Creswick elev¨® su solo del Benedictus como un rayo de luz, al igual que hab¨ªa hecho el flautista ?lvaro Octavio en esa recreaci¨®n sonora del Esp¨ªritu Santo en Et incarnatus del Credo. El director italiano subray¨® la tensi¨®n oper¨ªstica del Agnus Dei, que convirti¨® en lo mejor de toda la obra, con ese inmenso signo de interrogaci¨®n final que supone Dona nobis pacem acompa?ado por sones militaristas. Una evidente referencia a la Misa in tempore belli, de Haydn, aunque mucho m¨¢s perturbadora en manos de Beethoven. Y tambi¨¦n una extra?a despedida en re mayor para la Orquesta de Cadaqu¨¦s.
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