Elena Poniatowska desvela que el escritor Juan Jos¨¦ Arreola la viol¨® y la dej¨® embarazada
La denuncia se suma a las recientes declaraciones de otra autora, Tita Valencia, en las que afirma haber sido maltratada por el fallecido acad¨¦mico mexicano, cuya familia niega las acusaciones
Elena Poniatowska (Par¨ªs, 87 a?os) ha callado durante m¨¢s de seis d¨¦cadas lo que era un runr¨²n en el ambiente literario. Su primer hijo es fruto de la agresi¨®n sexual que sufri¨® en 1954, cometida por el escritor mexicano Juan Jos¨¦ Arreola, fallecido en 2001 y muy popular por sus programas literarios en televisi¨®n. El episodio aparece novelado en el ¨²ltimo libro de la premio Cervantes, El amante polaco, de la siguiente manera en el cap¨ªtulo 20: ¡°Estoy sola. No s¨¦ qu¨¦ es el amor. Lo que me ha sucedido. El catre, la amenaza, el ataque nada tiene que ver con lo que le¨ª en los libros¡±.
En la novela, presentada en la Feria del Libro de Guadalajara, la narradora no identifica al personaje, que aparece citado como ¡°el maestro¡±. Ese personaje sali¨® a la luz en una entrevista que la autora concedi¨® en noviembre al mismo peri¨®dico donde debut¨® como periodista en su juventud, el Excelsior.
Al ser preguntada directamente por la identidad, no quiso negar que Juan Jos¨¦ Arreola, autor de la novela La feria y numerosos ensayos, era ese ¡°maestro¡± cuyo nombre no aparece en el libro: ¡°Ya se sab¨ªa, muchos lo saben. Pero no hay que decirlo, para qu¨¦. Arreola era un adulto, un hombre casado con tres hijos, 20 a?os mayor que yo¡±. ¡°?l usaba su capacidad de convencer, de ser muy seductor, para hacerle da?o a la gente¡±, declar¨® entonces. El diario reprodujo tambi¨¦n una carta de Poniatwoska, escrita el 23 de febrero de 1955 y dirigida a Arreola, en la que le garantiza su silencio: ¡°Yo de ti nunca hablar¨¦ una palabra con nadie, ?ni despu¨¦s del beb¨¦!¡±.
El abuso sexual volvi¨® a ser mencionado en la presentaci¨®n de la novela ¡ªeditada por Seix Barral en M¨¦xico y de pronta aparici¨®n en Espa?a¡ª el pasado 5 de diciembre en la FIL de Guadalajara, pero la pol¨¦mica sobre el caso ha estallado en estos ¨²ltimos d¨ªas tras la reacci¨®n de la familia de Arreola.
En una misiva p¨²blica ¡ªbajo el t¨ªtulo Fe de erratas y dirigida a ¡°los lectores y seguidores de Juan Jos¨¦ Arreola¡±¡ª la familia del escritor desacredita la veracidad de las palabras de Poniatowska y de la pianista Tita Valencia, que tambi¨¦n ha denunciado recientemente que fue v¨ªctima de maltrato psicol¨®gico de Arreola. ¡°Con tristeza y molestia hemos le¨ªdo las recientes declaraciones de dos conocidas autoras que, efectivamente, sostuvieron relaciones sentimentales con nuestro padre y abuelo¡±, arrancaba el comunicado. ¡°La verdad de los hechos de aquellos a?os se ha transformado hoy en una injusta narrativa de falsedades que no podemos soslayar¡±, a?ade el texto.
Los descendientes del escritor inclu¨ªan cartas originales de Poniatowska y Valencia dirigidas a Juan Jos¨¦ Arreola. ¡°En abono a la verdad, sin enconos personales y entendiendo la discusi¨®n actual en torno a los derechos de la mujer, adjuntamos un grupo de cartas (sin edici¨®n alguna) de dichas autoras, cuyo contenido hace evidente una versi¨®n hist¨®rica distinta a la difundida y que conocimos directamente¡±.
En la carta fechada en 1955 en Par¨ªs, hecha p¨²blica ahora por la familia Arreola, Elena Poniatowska, entonces embarazada, escribe: ¡°Acerca de lo que dices, que quieres estar conmigo en el momento necesario, aunque yo no lo quiera, por favor no lo hagas¡±. Para la familia Arreola, esta misiva en la que la joven le anima a proseguir con su carrera ¡ª¡°lo que importan son tus libros y tu ¨¦xito de editor¡±¡ª, exime de cualquier falta a su progenitor.?
El silencio y la discreci¨®n que la autora de La piel del cielo ha mantenido durante m¨¢s de medio siglo se quebr¨® ante el comunicado y la carta difundida por la familia Arreola. ¡°Jam¨¢s en 64 a?os he hecho declaraci¨®n alguna acerca de Arreola y su entorno¡±, escribi¨® en Derecho a r¨¦plica, nota publicada en Reforma el lunes pasado, donde ofreci¨® su versi¨®n de los hechos. ¡°Mi hijo naci¨® en un convento de monjas en Monte Mario, Roma, el 7 de julio de 1955. Cuando conoc¨ª a Arreola en 1954, era una jovencita totalmente dispuesta al deslumbramiento. En esa ¨¦poca, las ni?as que se educaban en colegio de monjas sal¨ªan del convento igual que entraban, m¨¢s ni?as que nunca, p¨¢ginas en blanco, sin ninguna preparaci¨®n para la vida. Arreola era un adulto, un hombre casado, con tres hijos, 20 a?os mayor que yo. Mi relaci¨®n no fue una de las relaciones sentimentales del padre y abuelo Arreola, sino un suceso fundamental en mi vida¡±, escribe.
¡°Aunque la familia de Arreola habla de respeto¡±, prosigue la autora de La noche de Tlatelolco, ¡°la respetuosa fui yo, la que nunca pidi¨® nada fui yo, la que no volvi¨® a verlo nunca fui yo, la que guard¨® silencio fui yo. Arreola jam¨¢s vio a mi hijo, jam¨¢s lo conoci¨®, jam¨¢s lo mantuvo¡±.
La difusi¨®n de la carta de 1955 de la joven Poniatowska y las palabras exculpatorias hacia Arreola de su familia han quebrado la calma. ¡°El silencio y el respeto del que habla la familia Arreola han sido de mi familia y m¨ªos durante 64 a?os. ?En qu¨¦ se basa el silencio y el respeto de la familia Arreola si ahora trae a la luz un asunto del que nunca habl¨¦?¡±, se pregunta la escritora. ¡°Supe desde un principio que Arreola jam¨¢s viajar¨ªa a Italia puesto que no pod¨ªa cruzar una calle en la Ciudad de M¨¦xico. Mi carta de 1955, por lo tanto, es la de una incauta que intenta protegerlo. Cuando uno es joven, protege o camina al borde del abismo. ?Alguna vez fue Arreola responsable de s¨ª mismo? Su talento y su inteligencia lo ense?aron a usar a los dem¨¢s¡±, concluye.?
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