La impresora 3D que dej¨® de arreglar estatuas cl¨¢sicas para hacer m¨¢scaras contra la Covid19
Una empleada de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando imprime piezas sin parar en su casa, con la m¨¢quina de la instituci¨®n que salv¨® la Afrodita de Herculano
Vel¨¢zquez no ten¨ªa impresora 3D ni fotometr¨ªa. As¨ª que cuando viaj¨® en dos ocasiones a Roma se trajo un cargamento ingente de moldes de esculturas cl¨¢sicas, para crear las copias en Madrid que deb¨ªan decorar los palacios y jardines de Felipe IV. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, conserva aquellos vaciados de los que salieron las esculturas de yeso y la esencia de los maestros antiguos. Casi cuatro siglos despu¨¦s de los viajes romanos del pintor, el pasado lunes, Isabel S¨¢nchez-Bella sali¨® del confinamiento en su hogar, se subi¨® a su coche y cruz¨® el centro Madrid, atravesando varios controles policiales antes de llegar a su puesto de trabajo en la Academia. All¨ª le espera el silencio de la instituci¨®n y el saludo de los vigilantes de seguridad. Entr¨® en su despacho, agarr¨® la impresora 3D y las bobinas de filamento del ¨¢cido polil¨¢ctico (PLA), la carg¨® en su coche y regres¨® a su casa. Hab¨ªa que ponerla en marcha cuanto antes para imprimir la base de las m¨¢scaras con visera de acetato, con las que el personal m¨¦dico se enfrenta a la Covid19.
La noche antes, Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨®n, director del museo de la Academia, hab¨ªa visto en las noticias que, para evitar el colapso de los recursos sanitarios provocado por el virus, varias iniciativas se pusieron en marcha para colaborar en la fabricaci¨®n de equipamiento cr¨ªtico, como los respiradores artificiales. Las impresoras 3D de particulares se hab¨ªan puesto a producir elementos sin homologar para proporcionar ayuda. ¡°Isabel se puso en contacto con el grupo que coordina la fabricaci¨®n y le mandaron los archivos con el c¨®digo abierto para imprimir una pieza¡±, cuenta Luz¨®n, que se ha quedado al frente de la instituci¨®n ante la cuarentena del director de la Academia, Fernando Ter¨¢n (86 a?os), y del resto de la c¨²pula de la Academia. ¡°El equipo trabaja desde sus casas, con reuniones m¨²ltiples desde Zoom. Uno de los grupos est¨¢ catalogando estampas, tambi¨¦n tenemos conferencias y actividades infantiles. Detr¨¢s del cierre hay una actividad fren¨¦tica¡±, cuenta el acad¨¦mico. La instituci¨®n ya contaba con algunos de sus empleados teletrabajando desde hac¨ªa a?os.
Desde la seis de la ma?ana
A las seis de la ma?ana Isabel S¨¢nchez-Bella enciende la m¨¢quina. Cada pieza tarda seis horas en producirse. ¡°No es un proceso r¨¢pido. Hacemos cuatro al d¨ªa. Cuando junto una decena, la organizaci¨®n manda a un voluntario que las recoge y las mandan a sus destinos¡±, explica la trabajadora de la Academia. En el chat de Telegrama desde el que se coordinan las operaciones hab¨ªa m¨¢s de 600 personas trabajando desde sus casas con este filamento solidario. ¡°De momento el material es el que ten¨ªamos en la Academia, pero cuando se agote nos traer¨¢n para seguir produciendo piezas¡±, apunta. Ha metido la m¨¢quina dentro del armario de su habitaci¨®n y all¨ª la encierra para que el ruido al imprimir no le taladre la paciencia.
El centro compr¨® hace dos a?os la impresora para el Laboratorio de Humanidades Digitales, un departamento que ofrec¨ªa apoyo tecnol¨®gico al equipo de restauraci¨®n. Una de las restauraciones m¨¢s celebradas fue la estatua de Afrodita, una de las piezas que Carlos III solicit¨® copiar en el N¨¢poles. La t¨²nica de la copia de yeso se hab¨ªa perdido. As¨ª que el equipo de la Academia se traslad¨® hasta la ciudad italiana, donde se encuentra el original de m¨¢rmol de este busto, y ¡°escane¨®¡± gracias a la fotogrametr¨ªa la pieza. Una vez en Espa?a, la impresora produjo la prenda en 3D, en material pl¨¢stico, y fue incorporada a la copia en yeso que el rey mand¨® instalar en el Palacio del Buen Retiro hasta 1776. Los t¨¦cnicos emplearon el color rojo para destacar el a?adido.
Con la m¨¢quina tambi¨¦n han impreso la famosa cabeza de Goya, realizada por el escultor Mariano Benlliure ¨Cy tan parecida a la estatuilla de los famosos premios de la Academia del Cine¨C, pero su reproducci¨®n no la pueden poner a la venta por los derechos de propiedad intelectual en manos de la nieta del artista amigo de Sorolla. De los bustos cl¨¢sicos s¨ª hacen copias y las ponen a la venta como merchandising, en la tienda del museo. ¡°Puedes comprar las cabezas de cerca de 30 emperadores. Miden unos 10 cent¨ªmetros, tardamos ocho horas en hacerlas y cuestan tres euros, las hacemos en colores fluorescentes y son las que m¨¢s se venden. Un buen rosa chicle te da mucha alegr¨ªa. Tenemos fama de antigualla, pero no somos tan viejunos¡±, cuenta con sorna la responsable de la impresora 3D, que no ha dejado de funcionar m¨¢s que para respetar el sue?o de Isabel. ¡°Estamos en la retaguardia, defendiendo a quienes nos defienden¡±, explica Luz¨®n, dispuesto a que la Academia sea parte de la sociedad en tiempos sin belleza.
El bot¨ªn de Altamira
En cuanto el Gobierno hizo un llamamiento para la captaci¨®n de recursos para los hospitales, Pilar Fatas, directora del Museo Nacional de Altamira, en Cantabria, se traslad¨® al centro para revisar el material del departamento de conservaci¨®n que pudiera servir a los sanitarios. Una vez habl¨® con el equipo, que se mostraron orgullosos con la iniciativa, prepar¨® un tesoro para el Hospital de Sierrallana. En el env¨ªo hab¨ªa 150 monos de protecci¨®n biol¨®gica, que los t¨¦cnicos usan para entrar e investigar la cueva. "No los de usar y tirar", apunta la directora. Mascarillas de tres tipos diferentes, m¨¢s de 200; guantes de nitrilo, 12 cajas de 50 unidades; 50 litros de alcohol; y 10 rollos de algod¨®n para los isopos. "Vino una furgoneta de Protecci¨®n Civil y se lo llev¨® al hospital. Era un buen cargamento, el que pod¨ªamos ceder dentro de nuestras posibilidades. Cedimos todo el material con mucha alegr¨ªa", a?ade Fat¨¢s. Adem¨¢s, el Guggenheim ha mandado 10.000 guantes de pl¨¢stico desechables del equipo de conservaci¨®n al Servicio Vasco de Salud.
Babelia
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