Muere a los 91 a?os Mort Drucker, ilustrador de ¡®MAD¡¯
El dibujante trabaj¨® durante m¨¢s de cinco d¨¦cadas en la revista sat¨ªrica con parodias de cine y televisi¨®n, de las que tampoco escap¨® la clase pol¨ªtica
¡°Se buscan dibujantes¡±. Acudi¨® a la llamada. Con 18 a?os entr¨® a trabajar en un peri¨®dico a hacer tiras c¨®micas, por recomendaci¨®n de Will Eisner (1917-2005), despu¨¦s lleg¨® a National Periodical Publications (DC Comics), donde se hart¨® en siete a?os de dibujar superiores, y con ese anuncio en el peri¨®dico se present¨®, en 1956, en las oficinas de MAD. La publicaci¨®n ten¨ªa cuatro a?os de vida y hab¨ªa pasado de ser un c¨®mic a una revista. Les ense?¨® su carpeta y el editor, Bill Gaines, le dijo que si los Dodgers de Brooklyn ganaban el partido de la Serie Mundial de beisbol, tendr¨ªa que dibujarlo. As¨ª ocurri¨®. Le contrataron inmediatamente, pero no para hacer superh¨¦roes. Quer¨ªan caricaturas. S¨¢tiras de personajes de televisi¨®n y de cine. Ten¨ªa que dibujar a los famosos, sacarles de contexto, ridiculizarlos. All¨ª pas¨® m¨¢s de cincuenta a?os y termin¨® dibujando a todo Hollywood. Sus parodias se publicaban en casi todos los n¨²meros de MAD, m¨¢s de doscientas tiras c¨®micas. Sus favoritas fueron las de El padrino. La ¨²ltima se public¨® en 2008, antes de su jubilaci¨®n. Ayer, su hija anunci¨® la muerte de Mort Drucker, en Nueva York, a los 91 a?os. No le hicieron test de coronavirus.
Mort Drucker -Morris Drucker- naci¨® en Brooklyn e hizo portadas para Newsweek, Time, Rolling Stone y las que hizo para Life se conservan, junto al resto de portadas de la revista, en la National Portrait Gallery. Fue muy bueno cuando dej¨® que la decepci¨®n pol¨ªtica hablara en sus caricaturas, mucho m¨¢s interesante que cuando se dedic¨® a acompa?ar el producto cinematogr¨¢fico de la cultura popular. Porque la caricatura es el g¨¦nero del desvelo, que se detiene al borde de la ofensa. Drucker critic¨® a Ronald Reagan (1911-2004) desde todos los ¨¢ngulos (hasta le visit¨® de Vito Corleone) y el presidente invit¨® al dibujante y a su mujer, Barbara, a un paseo por la Casa Blanca para conocer a su ¨ªdolo y, de paso, neutralizar la iron¨ªa. Tambi¨¦n public¨® un ¨¢lbum para colorear cuyo protagonista era JFK, que se convirti¨® en un ¨¦xito de ventas.
La caricatura nace, crece y se reproduce en la pol¨¦mica. Y responde a un manifiesto: cuanto m¨¢s fuerte el dogma, m¨¢s fuerte la caricatura. Es cr¨ªtica con el poder hasta ridiculizarlo. Bebe del humor, que tiene la capacidad de hacer dudar y cuestionar las verdades m¨¢s asentadas, porque el humor es intolerable para el poder: la risa neutraliza. Mondracke -con los guiones de Stan Hart- recogi¨® esa tradici¨®n iniciada por Honor¨¦ Daumier (1808-1879) hace dos siglos, quien no hac¨ªa chistes con el humor al denigrar a los Borbones y a los pol¨ªticos corruptos. Tanto La caricature, de Daumier, como MAD -famosa por atacar a los intocables y burlarse de los hip¨®critas en todos los sectores de la sociedad, sin tener nada que perder- se han enfrentado a procesos judiciales que han tratado de asfixiar su libertad de expresi¨®n.
G¨¦nero en extinci¨®n
¡°Pertenec¨ªa a un g¨¦nero en extinci¨®n, el de la parodia, la que necesita una revista. Varias p¨¢ginas, un contexto que, casualmente, tambi¨¦n hace un tiempo que nos est¨¢ ya dejando¡±, explica el dibujante Manel Fontdevila. El humor de MAD era nihilista y Drucker encaj¨® a la perfecci¨®n. Para Art Spiegelman, autor de Maus y jud¨ªo como Drucker, MAD es su Talmud. ¡°La parodia es un g¨¦nero que, adem¨¢s, ¨¦l mismo invent¨® (creo) y perfeccion¨® (de eso estoy seguro). Su trabajo se define por su eficacia: concreta much¨ªsima informaci¨®n en cada cent¨ªmetro de vi?eta, la ordena y la sirve a un ritmo de lectura casi gimn¨¢stico. Y luego est¨¢ su incre¨ªble capacidad para la caricatura, claro¡±, a?ade Fontdevila.
El dise?ador y cofundador de la revista Mongolia, Fernando Rapa, es un amante de MAD y Drucker, junto con All Jaffe, Don Martin y Sergio Aragon¨¦s, forman los ¡°cuatro idiotas fant¨¢sticos¡±. ¡°Drucker parodi¨® a la cultura popular del pa¨ªs que genera m¨¢s iconos por cent¨ªmetro cuadrado de celuloide. El padrino, la saga de Star Wars, Tibur¨®n, todos los ¨¦xitos de Hollywood fueron parodiados, reinterpretados y, a veces, enaltecidos con enorme maestr¨ªa por Ducker¡±, cuenta Rapa. ¡°Tal vez sea el creador involuntario de la parodia de pel¨ªculas a las que se anticip¨® como Aterriza como puedas, Top Secret o La pistola desnuda. Drucker dibujaba como respiraba. llenaba de detalles todo. Estas tiras eran una manera de establecer un discurso corrosivo e hilarante que desacralizaba la cultura mainstream de Hollywood¡±, a?ade el dise?ador.
El ilustrador Fernando Vicente cuenta que conoci¨® el trabajo de Drucker muy pronto, ¡°no creo que tuviese diez a?os¡±. ¡°Mi padre ten¨ªa un amigo en la embajada americana y a casa llegaba alguna revista MAD, recuerdo como si tuviera en las manos ahora mismo una parodia de Kojak, con Telly Savalas, que ve¨ªamos por televisi¨®n y otra de Sean Connery de James Bond, que me parec¨ªan y a¨²n me parecen inalcanzables. Un currante del l¨¢piz como no ha habido otro¡±, asegura Vicente. Tambi¨¦n para Javier Olivares, autor de La c¨®lera, Drucker era su dibujante preferido de MAD, junto con Jack Davis y Sergio Aragon¨¦s. ¡°Le sobraba talento para combinar las caricaturas trinchantes, la aglomeraci¨®n de gags visuales y precisi¨®n narrativa¡±, cuenta. Olivares se?ala que sus p¨¢ginas atiborradas de personajes famosos son m¨¢s inmortales que las pel¨ªculas que parodian.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.