Camiones blindados y metralletas para sacar ¡®Mata Mua¡¯ del Museo Thyssen
El cuadro propiedad de Carmen Cervera se descolg¨® a principios de junio. El d¨ªa 8 sali¨® de la instituci¨®n p¨²blica, camino de su nuevo destino, entre fuertes medidas de seguridad
Espa?a entraba en fase 2, hab¨ªa vuelto a las peluquer¨ªas y a las terrazas. Los museos anunciaban que abr¨ªan sus puertas despu¨¦s de casi tres meses y Mata Mua (1892) desaparec¨ªa del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Ocurri¨® poco antes de que los visitantes regresaran a las salas, seg¨²n aseguran los abogados de Carmen Cervera a EL PA?S. La brigada del museo descolg¨® el lienzo de Paul Gauguin de la galer¨ªa L, dedicada a las pinturas impresionistas y posimpresionistas. El s¨¢bado, 6 de junio, ya no quedaba rastro de la id¨ªlica visi¨®n de Tahit¨ª que colgaba sobre las paredes pintadas de salm¨®n, color que Tita eligi¨® en 2004 para decorar y distinguir del resto del museo las 16 estancias en las que muestra su colecci¨®n prestada al Estado desde hace casi dos d¨¦cadas.
Una semana antes, con el protocolo de la nueva normalidad para museos reci¨¦n aprobado, el Ministerio de Cultura anunci¨® la esperada reapertura de Prado, Reina Sof¨ªa y Thyssen. Mientras tanto, los abogados de Cervera ¡ªlos exministros de los Gobiernos de Aznar ?ngel Acebes y Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila¡ª remataban la operaci¨®n de salida del Mata Mua. En enero, una semana despu¨¦s de la marcha de Jos¨¦ Guirao como ministro de Cultura, pidieron a su sustituto, Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez Uribes, permiso de exportaci¨®n definitiva para el cuadro, rompiendo el acuerdo al que hab¨ªan llegado con el responsable cesado. El 30 de marzo, y aunque los plazos administrativos estaban suspendidos desde la declaraci¨®n del estado de alarma, el nuevo ministro conced¨ªa la marcha.
La propietaria del cuadro, vicepresidenta del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, aguard¨® dos meses. El d¨ªa en que lo retiraron, junto a los operarios se encontraban el jefe de restauraci¨®n, Ubaldo Sedano, y la jefa de registro, Mari¨¢n Aparicio, as¨ª como Lucia Cassol, figura clave en la salida del icono m¨¢s popular de las 426 pinturas cuyo alquiler al Ministerio de Cultura la propietaria negocia desde 2011.
Cassol es una de las personas del museo en las que Carmen Cervera conf¨ªa y le encarg¨® que acompa?ara el cuadro hasta que estuviera de vuelta en sus manos. Cervera conoci¨® a la especialista en Lugano (Suiza), donde gestionaba las colecciones privadas del bar¨®n Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza. Fue la responsable del traslado, en 1992, de las 775 piezas que el Estado hab¨ªa alquilado al bar¨®n ¡ªy m¨¢s adelante compr¨® por 350 millones de d¨®lares¡ª desde la residencia Villa Favorita al palacio de Villahermosa en Madrid. Cervera nombr¨® a Cassol jefa de registro, puesto en el que ha permanecido desde la apertura del museo en 1992 hasta su jubilaci¨®n hace unos meses. Ahora ha sido correo, que es como se denomina al experto que acompa?a y supervisa el traslado de obras, y no se separa de la obra hasta que llegue a su destino, en este caso la c¨¢mara acorazada de un banco de confianza de Cervera.
Listo para embalar
El lienzo de Gauguin baj¨® a las dependencias del equipo de restauraci¨®n. All¨ª, sobre la mesa de operaciones, Ubaldo Sedano volvi¨® a inspeccionar el cuadro que tan bien conoce, para confirmar que manten¨ªa la buena salud con la que lo hab¨ªan dejado en una intervenci¨®n reciente. Dej¨® por escrito su diagn¨®stico en el ¡°acta de estado de conservaci¨®n¡±, donde detall¨® la estabilidad del pigmento, el estado de la estructura y de la trasera y el marco. Junto al an¨¢lisis aparece un ¡°mapa de da?os¡± de la pieza, con fotos de estas tres partes en las que se reconocen y se?alan los puntos da?ados antes de ser embalada. Mari¨¢n Aparicio firm¨® el informe y dej¨® el Mata Mua listo para embalar.
Cassol dio instrucciones a los trabajadores de la empresa de transporte para que introdujeran el lienzo en la caja construida para la ocasi¨®n. Pesa 82 kilos, est¨¢ dise?ada para controlar las condiciones clim¨¢ticas de temperatura y humedad en su interior e incorpora un sistema en suspensi¨®n antimovimiento. Antes, la preciada pieza fue envuelta en papel tissue, libre de ¨¢cido, una costumbre del museo Thyssen. La due?a pidi¨® a la empresa de transportes que pintaran la caja de madera de color amarillo fluorescente. El precio de este tipo de embalajes ronda los 1.500 euros. En la salida de Mata Mua, ¡°el seguro y el transporte corren a cargo de la propiedad, y el coste del embalaje lo asume la Fundaci¨®n Thyssen, pues as¨ª est¨¢ estipulado en el contrato original¡±, explican los abogados. El seguro asciende a unos 60.000 euros y el transporte a cerca de 12.000 euros.
El cuadro se mantuvo embalado en las salas de restauraci¨®n durante el fin de semana, hasta el lunes 8 de junio. Ese d¨ªa lleg¨® un cami¨®n blindado acompa?ado por otros dos, que realizaban las labores de escolta. Los operarios, dirigidos por Cassol, anclaron con cinchas la caja a la pared derecha del remolque (hay menos vibraci¨®n en esa parte del veh¨ªculo). Entonces se produjo una curiosa escena: el veh¨ªculo subi¨® la rampa del garaje, cruz¨® la verja, accedi¨® a la calzada y se despidi¨® del museo ante la fila de personas que aguardaba en la calle para entrar en el Thyssen. Por delante y por detr¨¢s, iban los autom¨®viles con personal de seguridad privada, armado con ametralladoras.
La caravana no puso inmediatamente rumbo a su destino internacional, que los implicados prefieren no desvelar por motivos de seguridad. Antes pas¨® una noche en la c¨¢mara acorazada de la empresa de transportes, para partir el martes, 9 de junio, a las siete de la ma?ana. El veh¨ªculo no puede superar los 90 kil¨®metros por hora, ni desviarse del trazado previsto o detenerse a hacer noche en el camino. Los cuadros propiedad del Estado, que salen en cami¨®n a una exposici¨®n internacional, hacen noche en la casa cuartel de la Polic¨ªa Nacional, en Basauri. Pero Mata Mua no pernoct¨® all¨ª. Le esperaba un viaje de ocho horas. Lucia Cassol iba en la cabina, junto a dos conductores que se alternaron al volante cada cuatro horas. Llegaron por la tarde al banco en el que depositaron la obra y una vez all¨ª, con la due?a presente, abrieron la caja y confirmaron que no hab¨ªa habido problemas. A partir de ese momento, Carmen Cervera se hizo cargo del almacenamiento y del seguro de la obra, protegida hasta ese momento por la garant¨ªa del Estado.
La coleccionista segura que no quiere venderla, aunque nunca antes hab¨ªa jugado tan fuerte en las negociaciones, que se han prorrogado hasta el 31 de septiembre. Ojal¨¢ entonces haya que contar este camino a la inversa.
Degas, a punto de subasta
A finales de enero, en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza faltaban tres obras cumbre de la colecci¨®n particular de Carmen Cervera, que hab¨ªa llegado a un trato con el entonces ministro de Cultura, Jos¨¦ Guirao. ¡®Mata Mua¡¯ se quedaba y, a cambio, en la decimoquinta renovaci¨®n del pr¨¦stamo gratuito, la propietaria dispondr¨ªa de 'El puente de Charing Cross', de Claude Monet; 'El ¡°Martha Mckeen¡± en Wellfleet', de Edward Hopper; y 'Caballos de carreras en un paisaje', de Degas. Tal y como ha podido saber EL PA?S, este ¨²ltimo ser¨¢ incluido por Christie¡¯s Londres en sus pr¨®ximos cat¨¢logos de subasta. Cervera sac¨® en esta casa, el pasado marzo, un lote de una veintena de piezas de su colecci¨®n de artes decorativas, por el que recibi¨® algo m¨¢s de 150.000 euros. El 'degas' -autor del que apenas hay ejemplos en las colecciones p¨²blicas espa?olas- lleva en su punto de mira desde hace a?os y espera que alcance un precio similar a ¡®La esclusa¡¯, de Constable, vendido por 28 millones de euros. Los otros tres cuadros ser¨¢n alquilados para una exposici¨®n temporal, que todav¨ªa no ha trascendido.
Babelia
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