Muere Trini L¨®pez, el tejano que llev¨® el folk a las pistas de baile
Sus discos grabados en directo fueron todo un fen¨®meno comercial en los a?os sesenta
Trini L¨®pez, cantante y guitarrista de 83 a?os, muri¨® el martes en un hospital de Palm Springs, v¨ªctima del coronavirus. L¨®pez se hizo famoso durante los sesenta con discos festivos, basados esencialmente en cl¨¢sicos del folk y la canci¨®n hispanoamericana; se integr¨® luego en el circuito de Las Vegas y los clubes nocturnos de alta gama, aunque no dej¨® de grabar.
Nacido en Dallas en 1937, en el seno de una familia chicana relacionada con el mundo del espect¨¢culo, los primeros pasos del veintea?ero Trinidad L¨®pez III le llevaron por el rock & roll, trabajando con King Records y otros sellos. Relacionado con el entorno del gran Buddy Holly, la desaparecida estrella tejana estuvo a punto de tomar su puesto al frente de su grupo, los Crickets. Termin¨® finalmente animando durante m¨¢s de un a?o las veladas de PJ¡¯s, una de las primeras discotecas de Los ?ngeles, frecuentada tanto por figuras del cine como gente de mala vida.
Nunca se le ha reconocido la importancia simb¨®lica de su presencia como m¨²sico de origen mexicano en la industria musical estadounidense
Seg¨²n la leyenda, all¨ª fue descubierto por Frank Sinatra. En realidad, llam¨® la atenci¨®n del productor Don Costa, que le fich¨® para Reprise, la discogr¨¢fica de La Voz, una compa?¨ªa identificada con el Rat Pack que entonces necesitaba desesperadamente atraer al p¨²blico joven. Costa decidi¨® grabarle en directo, en su salsa. El elep¨¦ resultante, Trini L¨®pez at PJ¡¯s (1963), fue un pelotazo que se intentar¨ªa repetir con abundantes registros en directo. La f¨®rmula fue imitada por otros artistas, como Johnny Rivers: palmadas, estribillos coreados, ambiente festivo y un repertorio m¨¢s que variado. Su mayor ¨¦xito fue If I Had A Hammer, un himno belicoso de Pete Seeger transformado en inocente llenapistas. Muchos de sus temas proced¨ªan del mundo del folk pero interpretaba con soltura standards, m¨²sica negra y piezas que suger¨ªan su latinidad: La bamba, Granada, Cielito lindo y, ya puestos, Volare.
Inicialmente guiado por Don Costa, L¨®pez factur¨® una serie de discos exuberantes, a veces dedicados a g¨¦neros como el country, el rhythm and blues o lo que denominaba ¡°su alma latina¡±. En verdad, a pesar del entusiasmo que le pon¨ªa, su espa?ol era algo menos que perfecto. Tambi¨¦n procur¨® ponerse al d¨ªa con The Whole Enchilada (1969), un ¨¢lbum dedicado a temas de, digamos, rock psicod¨¦lico, con potente producci¨®n de Tommy Boyce y Bobby Hart, ahora muy valorado por pinchadiscos ecl¨¦cticos: su sentido del ritmo parec¨ªa infalible. Un intento bastante m¨¢s digno que Transformed By Time (1978), donde adapt¨® sus ¨¦xitos a las exigencias de la m¨²sica disco.
La falta de grandes ventas no era un problema fatal: gracias a su conexi¨®n con Sinatra, Trini L¨®pez se hizo un hueco en los programas de variedades de la televisi¨®n y en los casinos de Las Vegas. Tambi¨¦n tuvo su oportunidad en Hollywood, con el papel del presidiario Pedro Jim¨¦nez en Los doce del pat¨ªbulo, la pel¨ªcula de aventuras b¨¦licas que Robert Aldrich rod¨® en Inglaterra en 1966 con un reparto estelar.
Su fama llev¨® a la compa?¨ªa Gibson a ofrecerle la posibilidad de dise?ar una guitarra el¨¦ctrica. Con su nombre, se fabricaron dos modelos de cuerpo semihueco, pensadas para m¨²sicos de rock o de jazz. Muy apreciadas, todav¨ªa est¨¢n disponibles, en tiradas limitadas: se ven en los escenarios en manos de m¨²sicos como Noel Gallagher, Dave Grohl o Rusty Anderson.
Con todo, nunca se le ha reconocido la importancia simb¨®lica de su presencia como m¨²sico de origen mexicano en la industria musical estadounidense: sirvi¨® de puente entre el malogrado Ritchie Valens y la irrupci¨®n de Carlos Santana. En sus ¨²ltimos a?os, Trini reivindic¨® su herencia tejana. Pero, siguiendo la pauta de su querido Sinatra, se retir¨® al lugar de los millonarios, en la localidad californiana de Palm Springs.
Babelia
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