Louise Gl¨¹ck, un cl¨¢sico en Galicia antes del Nobel
Las creadoras de Apiario, una editorial que tambi¨¦n ofrece talleres de poes¨ªa, reivindican desde hace a?os a la poeta galardonada y estudian su obra con sus alumnos
En el mismo minuto que el secretario permanente de la Academia sueca, Mats Malm, anunciaba el pasado 8 de octubre el nombre de la nueva Nobel de Literatura, la poeta gallega Dores Tembr¨¢s (1979) recib¨ªa un mensaje de la periodista Susana Pedreira: ¡°Premio Nobel para Louise Gl¨¹ck¡±. Susana segu¨ªa la comparecencia de Malm en directo, aprovechando una pausa de su programa de radio en Onda Cero Pontevedra. ¡°En cuanto escuch¨¦ su nombre pens¨¦ en Dores. El a?o pasado me regal¨® Ararat. Para m¨ª, Gl¨¹ck es Dores Tembr¨¢s¡±, confiesa la periodista.
Dores, que estaba en su casa de A Coru?a grabando audios para algunos de sus alumnos, escribi¨® a su vez un mensaje a su compa?era de trabajo y tambi¨¦n poeta, Ant¨ªa Otero (1982): ¡°?Has visto lo del Nobel? ?Qu¨¦ alegr¨ªa! ?Viva Gl¨¹ck!¡±. Fue el principio de un extra?o y fascinante efecto domin¨®. En unos pocos minutos, Dores y Ant¨ªa empezaron a recibir decenas de mensajes. ¡°Solo a m¨ª me escribieron m¨¢s de cincuenta lectores de Gl¨¹ck¡±, dice la primera. Esa ma?ana emergi¨®, de golpe, una discreta y lentamente cultivada red de admiradores gallegos de la poeta estadounidense, casi todos de la provincia de A Coru?a, que salieron a la luz para celebrar el nuevo Nobel como si, en cierto sentido, les perteneciese. Y as¨ª es.
Todo empez¨® hace seis a?os, cuando Ant¨ªa Otero y Dores Tembr¨¢s crearon Apiario, un proyecto muy personal con una doble vertiente. Por una parte, se trata de una editorial de poes¨ªa gallega, donde ning¨²n libro es igual a otro. Cada t¨ªtulo ofrece la oportunidad de elaborar un dise?o ¨²nico, seleccionar un papel, un cosido, una tipograf¨ªa especiales, a la vez que se da voz a un autor de potente y original expresi¨®n. Hasta la fecha, han publicado diecisiete t¨ªtulos, con los que consiguen que poes¨ªa y objeto se fundan en uno. Pero Apiario es tambi¨¦n un espacio de formaci¨®n en escritura creativa y po¨¦tica. Por sus talleres, en estos a?os, han pasado m¨¢s de doscientos alumnos, algunos de los cuales han conseguido ya publicar sus primeros libros. Y antes o despu¨¦s, todos se encuentran con la poes¨ªa de Louise Gl¨¹ck. Y la aman, inevitablemente. A su modo, Apiario es una f¨¢brica de lectores de Gl¨¹ck.
Ant¨ªa Otero se cruz¨® con su poes¨ªa en 2007, en Valladolid, donde cursaba un m¨¢ster en cine. ¡°Fue en una librer¨ªa, no s¨¦ si en Sandoval o en Maxtor, donde me encontr¨¦ con El iris salvaje¡±, en Pre-Textos, editorial que public¨® media docena de sus libros, y a la que ahora abandona para irse a Visor. ¡°Inmediatamente supe que era una autora que me iba acompa?ar a lo largo de mi vida¡±. Despu¨¦s vino el encuentro con Dores Tembr¨¢s y el descubrimiento de que entre las preferencias de ambas se encontraba Gl¨¹ck.
Dores no recuerda de qu¨¦ modo lleg¨® a su primer libro, Ararat, pero s¨ª que ¡°el impacto de su lectura fue definitivo, inmediato¡±. En cuanto Apiario ech¨® a andar, el estudio de la poes¨ªa de Gl¨¹ck en los talleres se volvi¨® recurrente: un b¨¢sico. ¡°Trabaj¨¢bamos con ella con mucha confianza. Entonces su obra era una rareza; no era la poeta conocida que es hoy. No llegabas a Gl¨¹ck si no la buscabas. Pero nosotras la trat¨¢bamos como un cl¨¢sico. Los alumnos recalaban en su obra como si se tratase de una poeta secreta¡±, reconoce Dores, y descubr¨ªan a una autora muy contundente, de cuyos libros se hace un an¨¢lisis muy profundo. ¡°Su po¨¦tica aporta much¨ªsimo a los alumnos: la voz, el control t¨¦cnico, la relaci¨®n con el lenguaje, el conocimiento de la estructura po¨¦tica, el final del poema, la conciencia del poemario, el control de la emoci¨®n, y un trabajo excepcional en lo cotidiano¡±.
El impacto llega a cada alumno, aunque por razones distintas, si bien en todos los casos ¡°tiene que ver con un encuentro ¨ªntimo que acontece en su poes¨ªa, ligado a la honestidad de la voz de Gl¨¹ck. Si tienes un encuentro ¨ªntimo con un poeta se produce una marca imborrable¡±, sostiene Tembr¨¢s. Es imposible que una persona que pase por Apiario no conozca el trabajo de Louise Gl¨¹ck. ¡°Si hablo de emoci¨®n po¨¦tica en un taller¡±, se?ala Ant¨ªa Otero, ¡°o si hago referencia a la familia, o a la fascinaci¨®n por la vida, o al arte, a la mitolog¨ªa, a la cotidianeidad, o si tratamos la coherencia entre forma y contenido en un poema, aparecer¨¢ siempre. Percute en todos los lugares que para nosotros son fundamentales en la construcci¨®n po¨¦tica. Cuando sus poemas acaban, tienes la sensaci¨®n de que todo lo que quiere decir consigue decirlo, y eso es fascinante¡±.
La red invisible
Los m¨¢s de doscientos alumnos que han pasado hasta ahora por Apiario no solo leen y se vuelven admiradores de Gl¨¹ck, sino que le descubren su poes¨ªa a su vez a otros lectores, extendiendo una red invisible que no se sabe hasta d¨®nde alcanza. Muchos de ellos recalan en Moito Conto, en el centro de A Coru?a, en busca de los t¨ªtulos de la poeta. Esther G¨®mez, propietaria de la librer¨ªa, descubri¨® a Gl¨¹ck a trav¨¦s tambi¨¦n de Dores. ¡°Cuando empec¨¦ a elaborar un rinc¨®n bien definido de poes¨ªa en la librer¨ªa, fue a ella a quien le ped¨ª una lista de autores imprescindibles en la poes¨ªa internacional. La lista la encabez¨® Gl¨¹ck¡±. Despu¨¦s crearon el club de lectura de poes¨ªa, y cuando conocieron a la poeta estadounidense, los conquist¨®.
El particular idilio de A Coru?a con ella casi cierra el c¨ªrculo perfecto en 2015, cuando Gl¨¹ck estuvo a punto de acudir a la ciudad para recitar en el ciclo Poetas Di(n)versos, un foro dirigido por Yolanda Casta?o (1977), y ¨²nico en Espa?a por su regularidad: una vez al mes convoca a un gran autor internacional. Y lo hace desde hace diez a?os con ¨¦xito. Adonis, Mark Strand, Adam Zagajewski, Erin Moure, Ana Blandiana, Ra¨²l Zurita, Joumana Haddad o Robert Pinsky son algunos de los nombres a los que Casta?o ha conseguido atraer.
¡°Cuando te gusta la poes¨ªa, leer a Gl¨¹ck y al instante adorarla es algo absolutamente normal. Sus versos son un trueno en la quietud. La lees, y esa semilla se convierte despu¨¦s en un caballo de Troya. En su sutileza y su contenci¨®n, deslumbra. Es una de las mejores poetas vivas del mundo¡±, se?ala Yolanda Casta?o. Por eso, cuando surgi¨® la oportunidad de sumarla al festival, se volc¨® en ello. Primero a trav¨¦s del agente de la autora para Europa, tras saber que podr¨ªa viajar a Espa?a para participar en otro foro po¨¦tico, y despu¨¦s buscando la ayuda de Robert Pinksy, poeta con el que Yolanda mantiene contacto peri¨®dico, y quien result¨® ser amigo y vecino de Gl¨¹ck en Cambridge (Massachusetts). No pudo ser. Pero estuvo cerca. Quiz¨¢ a¨²n haya tiempo. Despu¨¦s de todo, el entusiasmo por Gl¨¹ck en A Coru?a parece extenderse sin fin.
Discurso de Gl¨¹ck: "el mismo p¨¢nico" que en los poemas
La tradicional ceremonia de entrega del Nobel de literatura ha quedado este a?o reducida a un evento virtual. La Academia Sueca public¨® el pasado lunes en su web el discurso de aceptaci¨®n de Louise Gl¨¹ck, que confes¨® que el premio le produjo ¡°el tipo de p¨¢nico¡± que ha estado describiendo en muchos de sus poemas. Ese mismo d¨ªa tambi¨¦n se anunci¨® que la editorial Carcanet publicar¨¢ en el oto?o de 2021 una nueva colecci¨®n de poes¨ªa de la autora estadounidense despu¨¦s de siete a?os.
Cuando le comunicaron la noticia por tel¨¦fono, sinti¨® que ¡°la luz era demasiado brillante; la escala demasiado grande¡±. Gl¨¹ck se refiri¨® a la relaci¨®n ¨ªntima entre el poeta y su lector, que hace en su caso ¡°una contribuci¨®n esencial¡± al poema, como ¡°destinatario de una confidencia o una protesta, en ocasiones como co-conspirador¡±. Es cierto que a menudo los creadores desean ¡°presumiblemente¡± llegar a muchos lectores, pero ¡°no ven la posibilidad de hacerlo en t¨¦rminos espaciales, ante un auditorio lleno¡±, por ejemplo. ¡°Los poetas ven llegar a muchos lectores temporalmente, secuencialmente, muchos a lo largo del tiempo, en el futuro, pero de alguna manera profunda esos lectores siempre llegan por separado, de uno en uno¡±.
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