Animaci¨®n rica, animaci¨®n pobre
Las reci¨¦n estrenadas ¡®Soul¡¯ y ¡®Wolfwalkers¡¯ son favoritas al Oscar, aunque las separen casi 200 millones de presupuesto
Pete Docter y Tomm Moore tienen muy poco en com¨²n. Anglicano nacido en Minnesota de ascendencia danesa, Docter es un introvertido de 52 a?os, larguirucho y con orejas salidas que dirige Pixar, el principal estudio de animaci¨®n con CGI (imagen generada por ordenador) del mundo, con sede en Emeryville, en pleno Sillicon Valley, con una plantilla que supera los 1.400 empleados y 10 largometrajes ganadores del Oscar. Dos de ellos, Up y Del rev¨¦s, fueron dirigidos por el propio Docter, ahora al frente de Soul, la ¨²ltima pel¨ªcula de Pixar, estrenada el d¨ªa de Navidad en la plataforma Disney+, y su apuesta m¨¢s arriesgada tanto estil¨ªstica como tem¨¢ticamente. Su historia es poco habitual en el cine familiar: un profesor de m¨²sica que tiene que volver del mundo de las almas para ver cumplido su sue?o como artista de jazz.
Moore esconde debajo de una cara de bueno un cuerpo tatuado de pies a cabeza, y lidera Cartoon Saloon (El secreto del libro de Kells, La canci¨®n del mar), el referente de la animaci¨®n tradicional en Europa. Un estudio con 300 personas situado en el pueblecito irland¨¦s de Kilkenny, que ahora presenta su cuarto largometraje, Wolfwalkers, ya en Apple TV+, una aventura celta de ni?as, hombres lobo, leyendas locales y bastante de la historia real de Irlanda. Y que impulsa la animaci¨®n tradicional al l¨ªmite incorporando lo que han bautizado como ¡°vista de lobo¡±: una recreaci¨®n de la realidad virtual en un filme hecho en papel y l¨¢piz. Y lo hace con un presupuesto cercano al 1% de lo que cuesta una de Pixar: dos millones de d¨®lares (m¨¢s de 1,6 millones de euros) contra 200 millones. ¡°Es David contra Goliat, aunque eso no siempre es una desventaja¡±, comenta el colombiano Daniel L¨®pez Mu?oz, director art¨ªstico de personajes en Pixar, encargado en Soul del dise?o de Joe, el protagonista. ¡°Es indiscutible que Pixar lidera la animaci¨®n mundial. Pero los estudios peque?os ofrecen ciertos beneficios, ya que trabajas con m¨¢s libertad, es m¨¢s familiar y te dejan probar m¨¢s cosas¡±, se?ala, y no oculta que le hubiera gustado que este a?o el Oscar se lo hubiera llevado la producci¨®n espa?ola de animaci¨®n tradicional Klaus, una estatuilla que una vez m¨¢s fue para Pixar por Toy Story 4.
Moore es el primero que no cambiar¨ªa por nada la coalici¨®n ¡°de los con ganas¡±, como define al largo grupo de productores internacionales de Luxemburgo a China pasando por Francia o Dinamarca que ha contribuido a levantar sus pel¨ªculas. ¡°No quiero un Jeffrey Katzenberg [expresidente de DreamWorks] en plan ordeno y mando. No poseeremos todo el presupuesto que querr¨ªamos, pero hacemos lo que queremos¡±, comenta Moore. ¡°Me hace feliz impulsar el conocimiento de las siguientes generaciones, como la de mi nieta, de su cultura antes de que se la regurgite una multinacional. Yo no intento venderles juguetes de manera c¨ªnica¡±, apostilla.
Dibujos con g¨¦nero
Ambos estudios funcionan de un modo similar, con ¡°un consejo de sabios¡± formado por los m¨¢s veteranos que opinan sobre todos los proyectos. Docter reconoce que, tras la marcha de John Lasseter, tiene la ¨²ltima palabra como consejero delegado de Pixar, pero prefiere no utilizarla. ¡°Por razones hist¨®ricas los hombres blancos han llevado la voz cantante en el estudio¡±, entona como mea culpa ante una de las cr¨ªticas m¨¢s comunes hacia Pixar. ¡°No recuerdo apenas mujeres mientras estudiaba animaci¨®n y todav¨ªa menos, minor¨ªas. Pero eso est¨¢ cambiando¡±. Cartoon Saloon va por delante con una mujer, Nora Twomey, entre los fundadores del estudio; Twomey est¨¢ preparando su tercer largometraje como directora: My Father¡¯s Dragon.
M¨¢s all¨¢ del dinero, otro de sus puntos en com¨²n son sus finales, por ejemplo, Pixar lista en sus agradecimientos a los ¡°beb¨¦s de la producci¨®n¡± y Cartoon Saloon menciona a las mascotas del equipo como ¡°asesor¨ªa lupina¡±. Si Pixar es conocida por su esp¨ªritu ecol¨®gico, con un bar de cereales y patinetes disponibles para sus empleados en el estudio, el sue?o del vegano de Moore no es el Oscar, sino conseguir que Cartoon Saloon tenga un impacto cero en el medio ambiente. Incluso sus or¨ªgenes no pueden ser m¨¢s similares: la misma pel¨ªcula, Nimh: el mundo secreto de la se?ora Brisby (1982), hizo que les picara el gusanillo de la animaci¨®n a Moore y a Kemp Powers, codirector con Docter de Soul. ¡°La animaci¨®n es un monstruo de tal tama?o que es necesario mantener el modelo de codirector de Pixar, aunque en nuestro caso hemos sido m¨¢s copilotos, al 50%, siguiendo el ejemplo de John y Ron [Musker y Clements, directores de cl¨¢sicos como La sirenita o Aladdin]¡±, puntualiza Moore para explicar su labor con Ross Stewart, de quien es amigo desde los 11 a?os.
Al final, como admite el propio Moore, los pobres tampoco son tan pobres. Wolfwalkers cuenta con el apoyo de Apple TV+. ¡°No nos sentimos tan atr¨¢s con la campa?a de marketing que est¨¢n haciendo desde Apple. Se me hace raro ver esas vallas publicitarias en medio de Nueva York. Tanta visibilidad para nosotros, que sol¨ªamos sentarnos a la mesa de los ni?os... Nunca un a?o fue a la vez tan bueno y tan malo¡±, sopesa el realizador. La animaci¨®n, una industria que en la actualidad est¨¢ valorada en 250.000 millones de euros y considerada como la que genera mayores beneficios en Hollywood, es quien mejor ha respondido al teletrabajo durante la pandemia, pero tambi¨¦n ha tenido sus inconvenientes. El estreno de Soul ha pasado a ser parte del contenido de Disney+. Docter no puede evitar su lamento por la falta de estreno en sala. ¡°Cada imagen se hizo pensando en una pantalla de cine. Fue duro de aceptar. Pero me alegra darle al mundo entero la posibilidad de ver nuestro trabajo¡±. Moore echa a faltar la camarader¨ªa de trabajar juntos bajo un mismo techo. Como dice Docter, ¡°la animaci¨®n es pura colaboraci¨®n¡±. Eso es lo que realmente une a ambos estudios: su pasi¨®n por el medio. ¡°En Pixar hacemos las pel¨ªculas que nos gustar¨ªa ver como p¨²blico¡±, cuenta Docter de un filme nacido, en parte, de ¡°una crisis personal¡±. Y en Cartoon Saloon crean las pel¨ªculas que nunca pensaron que podr¨ªan hacer profesionalmente unos amantes de la animaci¨®n tradicional en un mundo dominado por el 3D. ¡°Me r¨ªo yo del que dice que la animaci¨®n 2D est¨¢ muerta. Entre Klaus, Hyrule Warriors: Age of Calamity y alguna otra producci¨®n, nunca hubo m¨¢s demanda de animadores tradicionales¡±, se carcajea Moore, listo para unas vacaciones antes de que, con toda seguridad, ambos filmes se vuelvan a ver las caras en la carrera al Oscar.
Babelia
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