Muere Jaime Humberto Hermosillo, guardi¨¢n del cine independiente mexicano

El guionista y director Jaime Humberto Hermosillo, figura clave del cine mexicano, ha fallecido este lunes pronto a cumplir los 78 a?os. Parte de la generaci¨®n de los 70, que lo tuvo como un secreto bien guardado detr¨¢s de cineastas como Felipe Cazals y Arturo Ripstein, Hermosillo fue uno de los directores que mejor expuso las v¨ªsceras y contradicciones de la clase media mexicana. Su muerte fue anunciada por la secretaria de Cultura, Alejandra Fausto, que ha considerado su obra como ¡°parte esencial de la filmograf¨ªa nacional¡±. Las causas de su deceso todav¨ªa no han trascendido.

Hermosillo naci¨® en Aguascalientes, un Estado del centro de M¨¦xico, el 22 de enero de 1942. En su capital, una ciudad de 700.000 habitantes y entorno conservador, se hizo fan¨¢tico del cine gracias a los indios y vaqueros de John Ford y los pasos de baile de Gene Kelly en Cantando bajo la lluvia. Pero su propio cine tendr¨ªa muy poco que ver con los h¨¦roes norteamericanos de su infancia.

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Obsesionado con el conservadurismo religioso, las enrevesadas relaciones familiares de las clases altas mexicanas y con contar la diversidad sexual en su ¨¦poca de mayor asfixia, Hermosillo se caracteriz¨® por su constante desaf¨ªo a las convenciones sociales y por abrirle la ventana a las pasiones escondidas bajo estrictos c¨®digos morales. Desaf¨ªo que alcanz¨® en pel¨ªculas como El cumplea?os del perro (1974), donde narra el despertar amoroso entre un campe¨®n de nataci¨®n y su antiguo empleador, que deciden asesinar a sus esposas para vivir la vida que desean; o La tarea (1990), donde da cuenta del reencuentro de una pareja tras cuatro a?os sin verse y las clases de cine a las que asiste ella para registrarlo todo; o en La pasi¨®n seg¨²n Berenice, ganadora del Premio Ariel a la mejor pel¨ªcula en 1976, donde relata la obsesi¨®n de una viuda joven por el hijo del doctor del pueblo al cual se va a vivir con su madrina tras perder a su esposo en un incendio.

Director de m¨¢s de 30 largometrajes, Hermosillo se mud¨® a Ciudad de M¨¦xico en su juventud tras cursar la carrera de Contadur¨ªa Privada en su Aguascalientes natal. Film¨® su primer corto a los 23 a?os, convertido en uno de los primeros estudiantes del Centro Universitario de Artes Cinematogr¨¢ficas de la Universidad Nacional Auton¨®ma de M¨¦xico (UNAM) tras dejar su trabajo como contador.

Tambi¨¦n fue un f¨¦rreo defensor del cine independiente en M¨¦xico. Las apariencias enga?an (1977) y Mar¨ªa de mi Coraz¨®n (1979), sus dos producciones inmediatas tras ganar el Ariel por La pasi¨®n seg¨²n Berenice, fueron su incursi¨®n definitiva en el cine de autor hecho a partir de una estructura cooperativa. La segunda, de hecho, tuvo problemas de distribuci¨®n porque no se hizo bajo el esquema de los sindicatos f¨ªlmicos que dominaban la producci¨®n mexicana de la ¨¦poca. Su producci¨®n independiente le vali¨® otros cinco premios Ariel y la medalla Salvador Toscano al m¨¦rito cinematogr¨¢fico, en 2012.

¡°Como nieto de Roberto Rossellini e hijo de la nueva ola francesa, aprend¨ª a hacer cine con pocos recursos. No quiero hacer pel¨ªculas con enormes presupuestos, sino con gran libertad¡±, le dijo al diario mexicano La Jornada en 2017, al presentar su distribuidora llamada La Ideal, nombrada en honor a la panader¨ªa de sus padres en Aguascalientes.?

Guillermo del Toro, mexicano ganador de dos premios ?scar, lament¨® la muerte de Hermosillo en Twitter, donde lo record¨® como su maestro y ¡°transformador de la cultura f¨ªlmica de Guadalajara¡±, su ciudad natal. ¡°Me hizo creer que se pod¨ªa ser cineasta en provincia¡±, escribi¨® del Toro al enterarse de la noticia. Hermosillo, radicado en la capital de Jalisco desde hace a?os, fue uno de los fundadores del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, en 1986, enfoc¨¢ndolo a la promoci¨®n de producciones mexicanas mucho antes de que se convirtiese en una de las referencias del cine iberoamericano. Tambi¨¦n fue profesor de la Escuela de Artes Visuales de la universidad de esa ciudad, donde imparti¨® clases hasta su fallecimiento.

Sin la audacia de Hermosillo ¡ªjunto a la de Cazals o Ripstein, sus compa?eros de generaci¨®n¡ª el cine mexicano que hoy brilla en el exterior de la mano de directores como Alfonso Cuar¨®n, Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu o el mismo del Toro, ser¨ªa muy dif¨ªcil de concebir.