Los amores secretos del joven S¨®crates
De una relaci¨®n peder¨¢stica a la misteriosa Diotima, un libro bucea en la inspiraci¨®n del fil¨®sofo en su juventud para cambiar la historia de la filosof¨ªa
¡°Quien haya sido instruido hasta este punto en las cuestiones del amor, contemplando paso y correctamente las cosas bellas, pr¨®ximo ya a su completa iniciaci¨®n en los misterios del amor, asistir¨¢ de improviso a la revelaci¨®n de algo sorprendentemente bello por naturaleza. Este, S¨®crates, constituye el objeto de todos los esfuerzos anteriores [...] culminar con aquel conocimiento que no es otra cosa que el conocimiento de la belleza absoluta, y as¨ª comprender finalmente lo que es la belleza en si. Este es el trance de la vida, querido S¨®crates ¡ªdijo la extranjera de Mantinea¡ª, que, m¨¢s que ning¨²n otro, merece ser vivido por el hombre, cuando se contempla la belleza en s¨ª¡±. As¨ª ¡ªen la reciente traducci¨®n castellana de ?scar Mart¨ªnez Garc¨ªa (2019)¡ª resuenan las palabras culminantes de la misteriosa Diotima en su ense?anza a un joven S¨®crates, que ¨¦l mismo evoca en el Banquete de Plat¨®n, justo antes de que la reuni¨®n festiva de los intelectuales atenienses sea interrumpida por la estruendosa llegada del borracho Alcib¨ªades, el famoso enfant terrible de la pol¨ªtica ateniense y enamorado de S¨®crates.
Es una escena irrepetible de la historia de la literatura y el pensamiento, pero ?qui¨¦n era esta Diotima de Mantinea a quien S¨®crates alude como su maestra en las cuestiones del amor filos¨®fico? ?Por qu¨¦ esta curiosa escenograf¨ªa y este recurso al flashback en uno de los di¨¢logos centrales de Plat¨®n, en el momento en que S¨®crates da nociones cruciales para la pedagog¨ªa filos¨®fica puestos en boca de una mujer? ?C¨®mo interpretar este momento tan importante y conocido? Sobre estas cuestiones ha corrido mucha tinta y se han escrito todo tipo de teor¨ªas, desde las m¨¢s acad¨¦micas a otras m¨¢s audaces o que, al menos, intentan una revisi¨®n de las fuentes a fondo para darles otra perspectiva. Solo as¨ª, en el fondo, avanzan las ciencias de la antig¨¹edad (salvo que la arqueolog¨ªa o el azar nos proporcione alguna nueva fuente). Y a este grupo de propuestas pertenece el libro que justamente se publica ahora, un sugerente ensayo del helenista y violonchelista brit¨¢nico Armand D¡¯Angour, su primera obra traducida al espa?ol, S¨®crates enamorado (Ariel).
D¡¯Angour, profesor de Filolog¨ªa Cl¨¢sica en el Jesus College de la Universidad de Oxford, no solo viene a terciar con su libro en el misterio de Diotima, sino que, por supuesto, pretende arrojar luz sobre el enigma que nos interesa m¨¢s que ninguna otra cosa en esta escena y, en general, en todos los di¨¢logos plat¨®nicos: el que rodea al propio S¨®crates. Porque si desconocemos qui¨¦n es Diotima, ?qu¨¦ decir de S¨®crates? S¨®crates, o su m¨¢scara usada por Plat¨®n ¡ªy por alg¨²n otro de sus celebrados disc¨ªpulos, como Jenofonte¡ª contin¨²a siendo bastante indescifrable para todos los que se han acercado a la historia de la filosof¨ªa antigua: un fil¨®sofo abismado en el juego de espejos que protagoniza en las obras literarias que, en forma de di¨¢logos, han dramatizado su paso fulgurante por la historia de las ideas. Su m¨¢scara, tan melanc¨®lica como la del dudoso retrato que le hizo Brancusi, como han apuntado grandes expertos en su figura, desde Cornelia de Vogel a Gregory Vlastos, solo se puede abordar desde las visiones parciales que tenemos, aplicando un modelo hermen¨¦utico o anal¨ªtico que intente situarlo en el tiempo y en el espacio a partir de su personalidad literaria. Del S¨®crates idealizado de K. Popper o A. Tovar, al actualizado de P. Johnson (Socrates: A Man for Our Times, 2011, traducci¨®n espa?ola 2012), o el antidem¨®crata de R. Kraut o del controvertido libro de I.F. Stone (objeto de una pol¨¦mica entre Garc¨ªa Calvo y Savater), muchas son las m¨¢scaras del ¡°enigma S¨®crates¡±.
D¡¯Angour aborda el enigma S¨®crates con un intento de reconstrucci¨®n biogr¨¢fica lo m¨¢s exhaustivo posible de la etapa m¨¢s temprana del fil¨®sofo ateniense.
Aqu¨ª tenemos una m¨¢s, la de un joven S¨®crates enamorado, a quien se trata de contextualizar siguiendo el rastro ¡ªcherchez la femme¡ª?tanto de la misteriosa Diotima como de su posible relaci¨®n con Aspasia de Mileto, la celeb¨¦rrima concubina de Pericles. Lo que intenta D¡¯Angour en su libro, que remeda el t¨ªtulo de la pel¨ªcula de John Madden Shakespeare in Love (1998), es abordar el enigma S¨®crates con un intento de reconstrucci¨®n biogr¨¢fica lo m¨¢s exhaustivo posible de la etapa m¨¢s temprana del fil¨®sofo ateniense. Aparte de la identidad de S¨®crates, la pregunta con la que se inicia esta propuesta que se centra especialmente en qu¨¦ fue lo que inspir¨® al fil¨®sofo en su juventud para instaurar un nuevo estilo de pensamiento y de vida que habr¨ªa de cambiar la historia de la filosof¨ªa. Una pregunta, huelga decirlo, de imposible contestaci¨®n, a tenor de las fuentes disponibles, aunque ya se apunta desde el principio que quiz¨¢ su relaci¨®n con Aspasia pueda estar en el trasfondo. El abordaje a partir de aqu¨ª oscila entre los datos objetivos y las especulaciones sugestivas y personales: esto se ve en las propias licencias del ensayo, que presenta al principio de cada cap¨ªtulo algunas l¨ªneas en cursiva con recreaciones ficticias y literarias en torno a S¨®crates.
Se abre el tel¨®n con Las nubes, la c¨¦lebre obra de Arist¨®fanes que incluye un retrato par¨®dico e injusto de S¨®crates, para luego analizar los datos que tenemos sobre la vida amorosa del fil¨®sofo. Lo m¨¢s relevante de la primera parte del libro es el repaso por sus relaciones amorosas, tanto con Jantipa como con una mujer llamada Mirto, con la que tuvo dos hijos, por lo que lleg¨® a ser acusado de bigamia. M¨¢s adelante, se trata otro aspecto muy interesante de S¨®crates, su conocida actividad militar. D¡¯Angour repasa la actuaci¨®n de este ¡°fil¨®sofo en armas¡±, en Potidea y otros lances guerreros, donde destac¨® por su valent¨ªa, llegando a salvar a Alcib¨ªades, quien pondera en el Banquete su excepcional val¨ªa f¨ªsica para la vida militar. Como dato curioso, fue un veterano muy apreciado que lleg¨® a luchar pasados los 40 a?os de edad en batallas como la de Delio, en Beocia (424 a.C.), lo que delata un magisterio militar muy apreciado por sus conciudadanos.
La relaci¨®n con Alcib¨ªades, al hilo de esa actividad militar, es una de las claves de b¨®veda del libro. Del pol¨¦mico ¡°joven le¨®n¡± de la pol¨ªtica ateniense ¡ªque acab¨® viviendo una peripecia extraordinaria de osad¨ªa, traici¨®n y fugas en la guerra del Peloponeso¡ª se recuerda su relaci¨®n como amado (er¨®menos) con S¨®crates y tambi¨¦n su tutela por Pericles. El protegido favorito de Pericles, argumenta D¡¯Angour, no hubiera podido mantener esa relaci¨®n sin la aquiescencia o el benepl¨¢cito del estratego y hombre fuerte de Atenas. Y esto se pone en relaci¨®n con lo que puede saberse de la vida amorosa de S¨®crates en juventud: una relaci¨®n peder¨¢stica, esta vez de S¨®crates como amado, con Arquelao, disc¨ªpulo de Anax¨¢goras (otro amigo de Pericles). Se cuenta que el joven S¨®crates viaj¨® con ¨¦l la isla de Samos, hogar del pensador coet¨¢neo Meliso. Esto lleva a evaluar en qu¨¦ medida el contexto intelectual de estos personajes pudo influir en el joven S¨®crates y acabar por condicionar en cierto modo la imagen de despistado sabio naturalista que transmitir¨¢ m¨¢s tarde Arist¨®fanes en su citada parodia. Pero lo m¨¢s interesante de esta parte central del libro (cap¨ªtulos 3 y 4) es la reflexi¨®n sobre el papel de S¨®crates en los c¨ªrculos intelectuales en torno a Pericles. Sobre el estratego, ciertamente, hay una actitud algo embarazosa en los textos de los disc¨ªpulos de S¨®crates, Plat¨®n y Jenofonte, que hablan de Pericles poniendo en boca de S¨®crates a la vez cierta familiaridad, pero gran cautela.
El final del libro pone en cuesti¨®n alguno de los lugares comunes en torno a S¨®crates, como su pobreza, fealdad o suciedad, que pueden haber sido tambi¨¦n parte del personaje creado para la posteridad. S¨®crates, argumenta D¡¯Angour, tuvo la educaci¨®n propia de la ¨¦lite ateniense en el arte musical (techne mousik¨¦), noci¨®n mucho m¨¢s amplia que nuestra m¨²sica actual, como para convertirlo en un ¡°hombre instruido¡± o mousik¨®s aner de los c¨ªrculos aristocr¨¢ticos. Un repaso a la prosopograf¨ªa de los personajes con los que se relaciona S¨®crates en los di¨¢logos de Plat¨®n nos da una idea del nivel socioecon¨®mico del que hablamos, como se puede ver, por ejemplo, en el propio Banquete. Las fuentes hablan de un personaje que pod¨ªa haber heredado un patrimonio desahogado de su padre, que le dejara cierta tranquilidad para vivir filosofando (por no hablar de costearse la armadura hopl¨ªtica). Su proverbial fealdad y el famoso ¡°genio¡± socr¨¢tico son otros aspectos cuestionados: interesante, en el caso del primero, el intento de presentarnos a un bello S¨®crates, esta vez er¨®menos de otro fil¨®sofo, al hilo de una doble tradici¨®n en sus retratos antiguos. Pero algunos saltos argumentales del autor nos desconciertan, pues D¡¯Angour parece tomar demasiado al pie de la letra, en cuanto a su intento de reconstrucci¨®n de la juventud de S¨®crates, muchas cosas que escribe el Plat¨®n tard¨ªo, que ya ten¨ªa, ciertamente, una agenda filos¨®fica propia y muy personal.
La pregunta se centra en qu¨¦ fue lo que inspir¨® al fil¨®sofo en su juventud para instaurar un nuevo estilo de pensamiento y de vida que habr¨ªa de cambiar la historia de la filosof¨ªa.
Es al final del libro cuando se aborda el tema m¨¢s candente: la vieja cuesti¨®n de la identidad de Diotima (¡°honor de Zeus¡±) de Mantinea (ciudad oracular por excelencia) y la posibilidad de que fuera un alter ego de Aspasia de Mileto (amante del todopoderoso estratego que llevaba por mote ¡°Zeus¡±). ?Qui¨¦n ser¨ªa este personaje oculto del Banquete del que S¨®crates afirma, nada menos, que le ense?¨® ¡°todo lo que sabe sobre el amor¡±? Pero en Plat¨®n hay una aparici¨®n estelar de Aspasia, en el Men¨¦xeno, ya no como maestra de filosof¨ªa sino, lo que es muy sintom¨¢tico, como maestra de ret¨®rica, improvisando un discurso f¨²nebre paralelo al famoso logos epitaphios de su amante Pericles, que conocemos por Tuc¨ªdides. Lo que se ha entendido convencionalmente como una suerte de parodia plat¨®nica de este g¨¦nero es tomado por D¡¯Angour como un indicio del magisterio de esta mujer. Es cierto que tenemos certezas sobre la gran inteligencia de Aspasia, y atisbos de su probable actividad filos¨®fica ¡ªseg¨²n t¨ªtulos de obras perdidas, por ejemplo, o seg¨²n el muy posterior Plutarco¡ª, que esbozan una personalidad ¨²nica de mujer en la Atenas de su tiempo, que lleg¨® a congregar a un gran c¨ªrculo intelectual en su derredor. A eso se a?ade el parentesco, lejano y pol¨ªtico, pero atestiguado, entre Aspasia y Alcib¨ªades.
Todo ello y otros muchos aspectos, como su dudosa reputaci¨®n como causante de problemas a la cultura tradicional y conservadora de Atenas, pueden emparejar en cierto modo a S¨®crates y Aspasia a la sombra del c¨ªrculo de Pericles. Pero ?es una relaci¨®n verdaderamente determinante, como apunta D¡¯Angour? No sabemos si este S¨®crates enamorado lo estaba de Aspasia, si Plat¨®n model¨® sobre ella a Diotima, o si ella era la gran mujer silenciada detr¨¢s de tantos grandes hombres. Son insinuaciones que sobrevuelan en torno a toda la argumentaci¨®n, y sobre todo en el cap¨ªtulo final, sin llegar a concretarse. Al final, todo queda en terreno nebuloso, entre las pruebas hist¨®ricas y la especulaci¨®n novelesca, que por cierto sabe transitar magistralmente el autor, haciendo uso de su erudici¨®n y, a la vez, de la licencia po¨¦tica. Este misterio, como es l¨®gico, no se resolver¨¢. Pero es interesante que un acad¨¦mico proponga una aproximaci¨®n no estrictamente acad¨¦mica y muy sugerente que nos permita regresar al viejo y enigm¨¢tico pasaje que ha hecho so?ar a tantos lectores de Plat¨®n con la maestra de verdad que permiti¨® la contemplaci¨®n de la Belleza-en-s¨ª.
David Hern¨¢ndez de la Fuente (Madrid, 1974) es escritor, traductor y profesor de Filolog¨ªa Cl¨¢sica en la Universidad Complutense de Madrid. Es autor de 'Or¨¢culos griegos' (Alianza Editorial)? e 'Historia del pensamiento pol¨ªtico griego' (Trotta)?entre otros libros.
Consigue 'S¨®crates enamorado'
Autor: Armand D¡¯Angour.
Traductora: Amelia P¨¦rez de Villar.
Editorial: Ariel, Barcelona 2020.
Formato: 224 p¨¢ginas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.