Libros y plataformas audiovisuales: un romance en serie
Ojeadores y agentes se especializan en venta de derechos, mientras las editoriales crean nuevas divisiones. Todos se suman al auge de la adaptaciones televisivas
El mundo audiovisual y el literario han mantenido una larga relaci¨®n, con encuentros puntuales y rivalidades sostenidas. Pero en los ¨²ltimos tiempos los libros se han convertido en un valioso y esencial aliado de las pantallas dom¨¦sticas.
Un buen term¨®metro de por d¨®nde van las cosas es el acuerdo que la legendaria scout (ojeadora) literaria neoyorquina Maria Campbell estableci¨® con Netflix hace justo tres a?os. ¡°Los libros est¨¢n viviendo una edad de oro con las adaptaciones y las plataformas que crecen como champi?ones. El contenido es el rey¡±, cuenta en conversaci¨®n telef¨®nica. Campbell, que fund¨® su agencia en 1987 y trabaja con editoriales en 20 pa¨ªses, recuerda que uno de los primeros grandes ¨¦xitos de Netflix, Orange Is the New Black, vino de una novela. La flexibilidad del nuevo modelo, afirma, permite adaptar cada libro de la mejor forma sea como documental o incluso como serie de animaci¨®n. ¡°Se han derribado fronteras y este es un momento emocionante, haya o no burbuja. Los libros est¨¢n en la mente de todos. Los guionistas quieren tener material de base y a los productores tambi¨¦n les encantan¡±, explica.
Basta echar un vistazo a los men¨²s de televisi¨®n a la carta para comprobar el ¨¦xito de la alianza de la literatura y las plataformas: hay bombazos como El cuento de la criada, de Margaret Atwood, y Juego de tronos de George R. R. Martin; o grandes producciones como la serie realizada a partir de la tetralog¨ªa de Elena Ferrante. La lista es larga y no para de crecer, y el mercado en espa?ol no se queda atr¨¢s: sirvan como muestra las adaptaciones de Patria, de Fernando Aramburu, y Dime qui¨¦n soy, de Julia Navarro, cuyos estrenos est¨¢n previstos esta primavera, o la producci¨®n de la saga de Elisabet Benavent.
Al calor de la fiebre televisivo-literaria, las editoriales crean nuevas divisiones para gestionar la venta de derechos audiovisuales, los productores se afanan en opcionar y presentar proyectos a las plataformas, y surgen nuevas empresas que mueven los cat¨¢logos literarios.Tras 20 a?os vinculada al sector editorial, la barcelonesa Misia Sert se lanz¨® como ojeadora o scout literaria, y el primer cliente que llam¨® a su puerta fue la productora Brutal Media. "Para los scouts el mercado audiovisual es el presente, no s¨¦ si ser¨¢ el futuro", apunta.?
En busca de la no ficci¨®n
No solo de ficci¨®n viven las series, y buena muestra de ello son ¨¦xitos recientes como Chernobyl, que parte de la obra de la premio Nobel Svetlana Aleksievich, o en el plano nacional Fari?a, basada en el libro de Nacho Carretero. "Hay mucha voracidad por contenido y la no ficci¨®n no queda fuera", apunta ?lex Mart¨ªnez Roig, de Movistar?+. Juan Cerezo, de Tusquets, cuenta que hay mucho inter¨¦s pero a¨²n nada cerrado para adaptar A finales de enero, el libro de Javier Padilla sobre Enrique Ruano que gan¨® el premio Comillas. Los libros sobre personas reales plantean algunos retos y dificultades en sus adaptaciones, a veces varios libros sirven de base como ocurri¨® con el filme de Amen¨¢bar sobre Miguel de Unamuno, Mientras dure la guerra. Otro frente interesante son las adaptaciones que parten de art¨ªculos y reportajes period¨ªsticos. "El New York Times, el grupo Conde Nast y revistas como The Atlantic cuentan con departamentos enfocados a la venta de derechos audiovisuales", explica la ojeadora Maria Campbell desde Nueva York.
La semana pasada, 245 profesionales involucrados en esta trama ¡ªbien desde el lado literario, bien desde el audiovisual¡ª se dieron cita en la tercera edici¨®n de Rodando p¨¢gina. Los libros van a las pantallas, una jornada celebrada en la Casa del Lector de Matadero, en Madrid, organizada por Asociaci¨®n Madrile?a Audiovisual (AMA) y la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a (FGEE). ¡°Hay eventos similares en la Berlinale, el Festival de Cannes e incluso en el festival de Sitges, pero vimos que faltaban en Espa?a sitios en los que conectar¡±, explicaba Mario Madre?o, de AMA. ¡°Hay una fuerte necesidad de historias. Por eso se tira de libros, de c¨®mics, de ¨¢lbumes infantiles. Se reclaman m¨¢s series¡±.
En el discreto escenario de la Casa del Lector fueron presentados 14 t¨ªtulos que abarcan un amplio abanico: desde Vivan las u?as de colores, un libro infantil que aborda las ¡°masculinidades t¨®xicas¡±, seg¨²n explic¨® el escritor y editor Luis Amavisca, hasta la primera novela de Anna Pacheco, Listas guapas, limpias. A esta autora la acompa?aba Conxita Estruga, directora de ventas de derechos del grupo Penguin Random House. ¡°La llegada de las plataformas realmente ha revitalizado el mercado de las adaptaciones y ha puesto a toda la industria en marcha: editores, televisiones y productores. El hambre no se agota¡±, subrayaba Estruga.
Palmira M¨¢rquez, de la agencia literaria Dospassos, est¨¢ de acuerdo. ¡°Es un momento dulce. Se est¨¢n opcionando muchos libros, los congeladores de las productoras se est¨¢n llenando y, aunque todo no se va a producir, se ha abierto una l¨ªnea de negocio importante para los autores. Antes, preguntaban por la venta de traducciones y ahora se preocupan m¨¢s por los derechos audiovisuales¡±. Desde su agencia ha empezado a ¡°paquetizar¡±, explica, buscando a directores, productores y actores para montar el paquete y presentarlo.
Autores intocables
El productor Enrique L¨®pez Lavigne confirma el auge. ¡°Grandes intocables como Garc¨ªa M¨¢rquez o Bola?o, que antes resultaban complicados de vender o adaptar, ahora suenan en las plataformas. Estamos en proceso de una especie de digitalizaci¨®n audiovisual de las obras maestras de la literatura, y cada vez m¨¢s cerca de explotar, junto a las editoriales, su traducci¨®n a im¨¢genes¡±, explica por mensaje desde un rodaje. Se ha asociado con el mexicano Pablo Cruz en El Estudio y el resultado es ¡°la adquisici¨®n del derecho de opci¨®n de seis novelas¡± para adaptar a series. Esto, dice acercar¨¢ a sus autores a gente ¡°que ha le¨ªdo nada de ellos; algunos puede que ni un libro¡±.
Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n trabaj¨® en la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de su novela Carreteras secundarias, pero no en la de la serie basada en su novela El d¨ªa de ma?ana. ¡°Me gusta que otros aporten¡±, explica, y defiende que el formato de las series tiene grandes ventajas para las novelas. ¡°No tienes que comprimir la historia de un libro en 90 minutos¡±.
?lex Mart¨ªnez Roig, director de contenidos de Movistar+, ha visto c¨®mo ha crecido la demanda de adaptaciones desde que estren¨® Crematorio, basada en la novela de Rafael Chirbes. ¡°Es una evoluci¨®n natural: las novelas surgieron a partir de los folletines del siglo XIX¡±, apunta. ¡°Hoy la segmentaci¨®n del p¨²blico y la voracidad hace que todo tipo de libros, no solo los best-sellers, tengan opci¨®n de ser adaptados¡±.
El editor Juan Cerezo, de Tusquets, cuenta que Patria, de Fernando Aramburu, uno de los grandes ¨¦xitos de su sello, tuvo muchos novios, pero Aitor Gabilondo fue el primero y ¨¦l logr¨® el acuerdo con HBO. Almudena Grandes, Luis Landero y Leonardo Padura son otros de los autores cuyas obras est¨¢n en distintas fases de adaptaci¨®n.
El boom no afecta solo a los grandes conglomerados editoriales como Planeta o Penguin Random House. Jane Pilgrem, encargada de derechos del sello Anagrama, reconoce que reciben casi media docena de consultas a la semana para posibles adaptaciones. Del auge Pilgrem no duda, pero se?ala que se mueve en muchas direcciones y habla del caso del britanico Nick Hornby, cuya nueva novela de pr¨®xima aparici¨®n parte de lo que fue originalmente la serie State of the Union.
Babelia
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