Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 10)
'Babelia' recomienda los mejores libros, discos, pel¨ªculas, series, c¨®mics y videojuegos para disfrutar en casa
¡®Babelia¡¯ propone un libro, un disco, una pel¨ªcula, una serie, un c¨®mic y un videojuego cada d¨ªa, mientras dure el confinamiento en los hogares y la par¨¢lisis del sector del ocio, para poder disfrutar de la cultura desde casa.
UN DISCO: Ragged Glory, de Neil Young
Ese confinamiento resultaba magn¨¦tico. Una foto en formato ojo de pez muestra a cuatro tipos amarrados a sus instrumentos. Ninguno mira a la c¨¢mara; no hay sonrisas, solo concentraci¨®n. El jefe observa el m¨¢stil de su guitarra. Lleva gafas de sol. Esa portada de Ragged Glory dec¨ªa todo sobre el contenido: m¨²sicos curtidos encerrados en una casucha haciendo rock ce?udo. Neil Young, con 45 a?os, reunido con sus Crazy Horse (Frank Poncho Sampedro a la guitarra, Billy Talbot al bajo y Ralph Molina a la bater¨ªa), cabalgando por un sonido viejo (rock de garaje) que constituir¨ªa el nacimiento del pen¨²ltimo gran movimiento que dio el rock, el grunge. Los a?os ochenta fueron un martirio para los seguidores del canadiense: discos de electr¨®nica, de rockabilly, de country pop¡ Fue su etapa con la compa?¨ªa Geffen, que acab¨® demand¨¢ndole en una de los episodios m¨¢s surrealistas de la historia de la m¨²sica. La discogr¨¢fica aleg¨® para su denuncia que Young estaba haciendo ¡°m¨²sica no representativa y deliberadamente no comercial¡±. Quiz¨¢ ten¨ªa algo de raz¨®n, porque fue cambiarse de disquera y, a los pocos a?os, entregar este descomunal Ragged Glory, un disco con diez canciones, todas buenas. La guitarra de Young se hincha a construir monumentos al rock crudo, capas y capas de solos mel¨®dicos que caen sobre el oyente sin dejarle respiro. Canciones de diez minutos (Over and Over, Love to Burn o Love and Only Love), hermosas a la vez que rudas. La m¨²sica que el mundo estaba esperando, los cimientos de lo que poco despu¨¦s ser¨ªa el grunge. Toda esta demolici¨®n musical se cierra con un remanso de paz, un bell¨ªsimo canto ecol¨®gico llamado Mother Earth (Natural Anthem). L¨¢grimas despu¨¦s de la tormenta. Carlos Marcos
Ragged Glory. Neil Young. Reprise/Warner, 1990. El disco est¨¢ disponible en Spotify y Apple Music.
UN LIBRO: Inmersi¨®n, de Lidia Chuk¨®vskaia
¡°Ve¨ªa cada d¨ªa con mayor nitidez el terrible destino que aguardaba a Lidia. Tiene un car¨¢cter noble sorprendente que, lejos de doblegarse, solo se puede romper¡±. Korn¨¦i Chukovski, autor de literatura infantil, anot¨® en su diario esta impresi¨®n sobre su hija y acert¨®. Cuando el segundo marido de Lidia fue arrestado durante las purgas estalinistas de 1937, nadie le dijo que hab¨ªa sido ejecutado. Sin desfallecer, ella hizo cola a diario ante la comisar¨ªa para pedir informaci¨®n sobre el detenido. All¨ª coincidi¨® a menudo con la poeta Anna Ajm¨¢tova, cuyo hijo estaba en la misma situaci¨®n. De sus conversaciones nacieron unas memorias que, como el resto de su obra, Chuk¨®vskaia tuvo prohibido publicar en la Uni¨®n Sovi¨¦tica por su persistente defensa p¨²blica de disidentes como Joseph Brodsky o Alexander Solzhenitsyn.
Chuk¨®vskaia (1907-1996) volc¨® parte de su propia biograf¨ªa en la novela Inmersi¨®n, que narra la estancia de una traductora y narradora en una casa de campo merced al privilegio concedido por la Uni¨®n de Escritores de la URSS. All¨ª se encuentra con colegas que son a la vez un incordio para sus deseos de aislamiento y una fuente de testimonios sobre un tiempo en el que se ataca a los estetas por decadentes y a los jud¨ªos por participar en un complot mundial. Un tiempo en el que uno pod¨ªa ir al Gulag sin motivo y volver a ¨¦l por haber estado la primera vez. ¡°El dolor tiene un nombre¡±, escribe, ¡°y, si uno tiene el valor suficiente, encontrar¨¢ las fuerzas para pronunciarlo. Pero lo que nos hab¨ªa ocurrido no pod¨ªa tener un nombre, pues carec¨ªa de sentido¡±. Historia de reclusi¨®n, amor, maternidad, pol¨ªtica y ¨¦tica, Inmersi¨®n empieza siendo un libro sobre la grandeza de la naturaleza y termina si¨¦ndolo sobre la miseria de la naturaleza humana. Transmite tal sensaci¨®n de verdad que es una de esas novelas en las que la protagonista pasea, bebe t¨¦ o traduce y al lector le entran ganas de pasear y beber t¨¦. Hasta de traducir. Javier Rodr¨ªguez Marcos
Inmersi¨®n. Lidia Chuk¨®vskaia. Traducci¨®n de Marta Reb¨®n. Errata Naturae. Est¨¢ disponible en Todos tus libros, Fnac o Amazon.
UN C?MIC: The Phantom, el hombre enmascarado
Los superh¨¦roes nacieron con Superman, pero provienen de una familia de rancio abolengo que hunde sus ra¨ªces en la mitolog¨ªa cl¨¢sica para comenzar a tomar forma en los h¨¦roes del pulp, la novela popular por antonomasia. Si el Gladiator de Philip Wilye ya defin¨ªa un h¨¦roe con superfuerza y supervelocidad que daba inmensos saltos (recuerden, el kryptoniano m¨¢s ilustre no volaba en sus inicios, daba saltos), La Sombra era un fr¨ªvolo millonario que se reconvert¨ªa en implacable justiciero nocturno, mientras que Doc Savage, el hombre de bronce, era un portento cerebral y muscular. Casi todos pasaron a los populares c¨®mics que publicaba la prensa americana de los a?os 30, como eficaz evasi¨®n de la crisis que envolv¨ªa el pa¨ªs tras el crack burs¨¢til, pero muy pronto las tiras comenzaron a crear sus propios h¨¦roes. Quiz¨¢s el primer superh¨¦roe avant la lettre sea el poderoso Popeye de Segar (que, por cierto, no com¨ªa espinacas para obtener su fuerza, sino que frotaba una gallina m¨¢gica) pero, si nos centramos en la aventura de estilo gr¨¢fico m¨¢s naturalista, Buck Rogers, Mandrake el Mago o Flash Gordon parecen referentes m¨¢s evidentes.
Sin embargo, el que marcar¨ªa realmente la l¨ªnea del g¨¦nero ser¨ªa una creaci¨®n de Lee Falk y Ray Moore: The Phantom. Publicada por primera vez en 1936, El hombre enmascarado, como se conocer¨ªa en Espa?a, sentaba algunas de las bases del superh¨¦roe: un ajustada malla con los calzoncillos por fuera, una m¨¢scara y sobrehumanos pu?etazos que dejaban la marca de una calavera en las quijadas de los villanos. Aventura, misterios y acci¨®n hicieron que ¡°el fantasma que camina¡± tuvieran un ¨¦xito brutal y, hasta hoy, sus aventuras se hayan seguido publicado en todo el mundo. Dolmen est¨¢ recuperando las aventuras de este personaje, de las que ha publicado los inicios de Lee Falk y Ray Moore y la etapa del dibujante Sy Barry en los 60. ?lvaro Pons
The Phantom. El hombre enmascarado (1936-1938). Lee Falk y Ray Moore. El c¨®mic se puede leer gratis en la web de Dolmen Editorial.
UNA PEL?CULA: La invitaci¨®n, de Karyn Kusama
Ah, los y las ex. Todo un mundo que estos d¨ªas vive amortiguado entre los ecos de la vida antes de la Covid-19. En La invitaci¨®n (2015), Kusama y sus dos coguionistas, su marido Phil Hay y Matt Manfredi, usan todas sus experiencias sobre esos fantasmas del pasado y el dolor de las p¨¦rdidas para desarrollar una de las pel¨ªculas que m¨¢s miedo provoca de la ¨²ltima d¨¦cada: porque toda ella es posible. Su protagonista, Will, acepta cenar una noche junto a su novia en casa de su exesposa, Eden, tambi¨¦n de nuevo emparejada. El divorcio lleg¨® tras la muerte de su hijo, fallecimiento que ambos asumieron de manera muy distinta. En esa cena, Will va a reencontrarse con amigos de su vida pasada y con compa?eros del grupo de apoyo de Eden. Y en una espiral de dolor, los comensales van a ir compartiendo sus sufrimientos pret¨¦ritos, mientras empiezan a suceder extra?as disrupciones.
La invitaci¨®n se rod¨® con solo un mill¨®n de d¨®lares, con absoluto control de sus creadores y obtuvo un eco mundial, ganando, por ejemplo, merecidamente, el Festival de Sitges. Cuando el espectador est¨¢ sumergido en un drama sobre el dolor de la p¨¦rdida, Kusama aprieta el acelerador, y en su media hora de crescendo final, gu¨ªa al p¨²blico hasta el coraz¨®n de las tinieblas. La invitaci¨®n vira e indaga en c¨®mo el ser humano ha ahogado su instinto de supervivencia en pos de la falsa imagen de la buena educaci¨®n, un mantra azuzado por las sectas, que muchas veces prenden la llama enganchando a sus ac¨®litos con un falso mensaje: no escuch¨¦is a la civilizaci¨®n, haced caso a vuestro instinto. De ah¨ª la actualidad de La invitaci¨®n, y sus ecos a pel¨ªculas como El planeta de los simios ¨Cqu¨¦ es George Taylor (el astronauta que encarna Charlton Heston) sino otro de los grandes supervivientes de la historia del cine, que se niega a aceptar el salvajismo imperante-. No podemos olvidar de d¨®nde venimos, pero es m¨¢s importante tener claro ad¨®nde vamos. Gregorio Belinch¨®n
La invitaci¨®n. Karyn Kusama. 2015. La pel¨ªcula est¨¢ disponible en Netflix.
En 1955, y antes de que la peque?a pantalla se pusiera de moda y los cineastas se lanzaran a hacer series, Alfred Hitchcock ya hab¨ªa visto las posibilidades de ese formato corto para contar historias breves y jugar con otras narrativas. Lo hizo en Alfred HItchcock presenta, uno de los enormes cl¨¢sicos de la televisi¨®n. Unos a?os despu¨¦s, en 1966, el pionero y revolucionario de la televisi¨®n nacional que fue Narciso Ib¨¢?ez Serrador tomaba el testigo en Televisi¨®n Espa?ola y se arrancaba a contarnos Historias para no dormir. Lo hizo con 30 a?os y antes de que volviera a revolucionar la televisi¨®n creando el m¨ªtico Un, dos, tres. Chicho se inspir¨® en las m¨ªticas presentaciones de HItchcock de su serie. El uruguayo aparec¨ªa en pantalla para dirigirse a los espectadores con una mezcla de humor negro y un surrealismo inquietante que avanzaba parte de lo que ven¨ªa a continuaci¨®n. Sus palabras, junto a la puerta chirriante y el grito de terror (y los dos rombos de la ¨¦poca) de la cabecera, met¨ªan al televidente en situaci¨®n y le preparan para enfrentarse a lo inesperado.
¡°Lo m¨¢s peligroso para un programa de terror o suspense es lo cerca que estos temas est¨¢n del rid¨ªculo¡±, dec¨ªa Ib¨¢?ez Serrador en una de esas presentaciones. Sobre ese delgado alambre caminaba una serie que ya es un cl¨¢sico imperecedero de la televisi¨®n espa?ola, toda una genialidad que ha aguantado el paso del tiempo muy dignamente y por la que desfilan los grandes nombres de la actuaci¨®n patria. Ha pasado m¨¢s de medio siglo desde aquellos cap¨ªtulos, pero ver El asfalto, El cumplea?os, El televisor, La zarpa o El mu?eco todav¨ªa hoy entretiene e inquieta. Natalia Marcos
Historias para no dormir. Narciso Ib¨¢?ez Serrador. TVE, 1966. Los 30 episodios se pueden ver en el servicio A la carta de RTVE.
UN VIDEOJUEGO: Fallout 3
Fallout 3 lleg¨® en 2008 para marcar un punto y aparte en los juegos de acci¨®n en primera persona. Un juego inmenso, tanto espacial como argumentalmente, que advert¨ªa contra los peligros de la guerra y el holocausto nuclear y a la vez constitu¨ªa una aventura formidable no carente de humor. El jugador pod¨ªa usar cientos de armas (algunas completamente locas) para defenderse de un mundo devastado y yermo excepcionalmente bien definido en el que le atacaban todas las amenazas que la ciencia ficci¨®n haya podido imaginar: zombies, mutantes, robots asesinos, insectos gigantes y, evidentemente, seres humanos can¨ªbales dignos de Mad Max. El juego dise?ado por Bethesda encontraba su personalidad, sin embargo, en un elemento inesperado: la influencia de los a?os 50 americanos que se notaba en las ilustraciones bobaliconas y en la m¨²sica que captaba nuestra precaria radio: Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Cole Porter o Roy Brown dotaban al posapocalipsis de un sabor inconfundible. Un universo que continu¨® su secuela: New Vegas, un juego igualmente recomendable. Jorge Morla
Fallout 3. Bethesda Softworks. El juego est¨¢ disponible para Windows, PS3 y Xbox 360.
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