Kit de supervivencia cultural para el encierro (d¨ªa 31)

UN LIBRO: A?os de v¨ªsperas, de Jos¨¦-Carlos Mainer

Durante a?os proliferaron los libros de historia con t¨ªtulos o subt¨ªtulos como La Rep¨²blica y la Guerra Civil. Era una forma m¨¢s o menos consciente de decir que la segunda fue consecuencia de la primera. Hace tiempo que los estudios m¨¢s serios demostraron que no fue as¨ª, pero cierto revisionismo amateur sigue empe?ado en que la guerra empez¨® no ya en 1936 sino en 1934: si las fechas no te dan la raz¨®n, peor para las fechas. Por eso Jos¨¦-Carlos Mainer se apresura a explicar que -adem¨¢s de ser un homenaje a Antonio Espina- las v¨ªsperas de su t¨ªtulo no se refieren al conflicto b¨¦lico sino al ¡°cambio radical de las cosas¡± que, en toda Europa, esperaban tanto izquierdistas como derechistas.

Si hubo guerra, dice recordando a Santos Juli¨¢, fue porque el golpe de Estado de Franco no triunf¨®, pero tampoco fracas¨®. Ni Espa?a estaba tr¨¢gicamente predestinada a un enfrentamiento largo y cruento ni este era inevitable. Su evoluci¨®n, apunta Mainer, podr¨ªa haberse parecido a la de Francia o Italia, que no eran precisamente un ejemplo de estabilidad en los a?os que precedieron a la Segunda Guerra Mundial ni en los que la siguieron.

Tras dedicar a estos matices un pr¨®logo redondo, Jos¨¦-Carlos Mainer se centra en resumir el estado de la literatura y las artes en Espa?a durante los a?os finales de la Edad de Plata. Con claridad y rigor, sin idolatr¨ªa. As¨ª, es capaz de ponderar los m¨¦ritos de las Misiones Pedag¨®gicas al tiempo que critica su ¡°populismo campesino¡± y la asociaci¨®n, tan noventayochista, de todo el pa¨ªs con el ¡°campo abierto¡±. Aunque se detiene, por supuesto, en hitos como la generaci¨®n del 27 o el Guernica, analiza el nacimiento de cierta ¡°cultura de Estado¡± y de un generalizado inter¨¦s por el conocimiento. Tambi¨¦n dedica un curioso cap¨ªtulo a los m¨¦ritos y man¨ªas de los consagrados de entonces: de la misoginia de un sabio como Unamuno al desprecio de un liberal como Ram¨®n y Cajal hacia, en sus palabras, las ¡°idioteces¡± de Picasso y hacia la nueva ¡°superstici¨®n del aire libre¡± que invad¨ªa las costumbres. Nadie es perfecto. Feliz d¨ªa de la Rep¨²blica. Javier Rodr¨ªguez Marcos

A?os de v¨ªsperas. La vida de la cultura en Espa?a (1931-1939). Jos¨¦-Carlos Mainer. Austral, 2006. Disponible en Todos tus libros, Fnac y Amazon.

UN DISCO: Mosa?c Man, de Henri Texier Azur Quintet

De la misma forma en que lo anglosaj¨®n tiene una posici¨®n hegem¨®nica en la m¨²sica popular, con el jazz ocurre que, con demasiada frecuencia, lo americano se identifica como lo ¨²nico relevante para la historia del g¨¦nero. Triste pero cierto: si m¨²sicos como Martial Solal, Tomasz Stanko o Tete Montoliu, por ejemplo, fuesen norteamericanos, aparecer¨ªan en las enciclopedias con mucha m¨¢s entidad de lo que lo hacen, y estar¨ªan considerados a la altura de unas cuantas leyendas del jazz.

El franc¨¦s Henri Texier es otro buen ejemplo. Aparte de ser uno de los contrabajistas m¨¢s carism¨¢ticos de la escena europea desde los a?os 60, su obra como compositor y l¨ªder ha ido desgranando una discograf¨ªa magn¨ªfica en la que destaca este Mosa?c Man: uno de esos discos tocados por una especie de alineaci¨®n de astros en la que composiciones, arreglos y unos m¨²sicos en aut¨¦ntico estado de gracia crean algo ¨²nico.

En la primera mitad de los 90, Texier grab¨® algunos discos soberbios en los que su aproximaci¨®n mel¨®dica a la composici¨®n se ver¨ªa particularmente influida por sonidos venidos de tradiciones africanas, una influencia que tuvo mucho que ver, seguramente, con dos giras por diferentes ¨¢reas de ?frica junto a Aldo Romano y Louis Sclavis (que despu¨¦s grabar¨ªan con Texier tres ¨¢lbumes soberbios). As¨ª, en 1993 naci¨® el Azur Quartet, un grupo intercontinental formado por un franc¨¦s (Texier), un norteamericano (Glenn Ferris), un serbio (Bojan Zulfikarpasic) y un africano (Tony Rabeson), a quienes pronto se unir¨ªa el hijo del l¨ªder (y excepcional saxofonista), Sebastien Texier, conformando el definitivo Azur Quintet. La confluencia de estos m¨²sicos en Mosa?c Man result¨® casi milagrosa: todos ellos improvisan de forma brillante y generan un ambiente c¨¢lido, estrictamente jazz¨ªstico y, al mismo tiempo, con ese toque africano en algunas melod¨ªas que hacen de la m¨²sica de Texier algo muy especial. Yahv¨¦ M. de la Cavada

Mosa?c Man. Henri Texier Azur Quintet. Disponible en Spotify y Apple Music.

UNA PEL?CULA: Lost in Translation, de Sofia Coppola

Pocas pel¨ªculas tan analizadas, escrutadas y manoseadas ha habido en este siglo XXI como Lost in Translation (2003). Sofia Coppola, en su segunda pel¨ªcula, compone una precisa maquinaria de orfebrer¨ªa rom¨¢ntica acerca de la (in)comunicaci¨®n y la amistad a trav¨¦s del encuentro entre dos extra?os en la barra de un hotel en Tokio. Bob es un actor en decadencia espiritual, que se encuentra en Jap¨®n para rodar un anuncio del whisky Suntory (lo de los anuncios nipones de las estrellas de Hollywood merece un reportaje aparte); Charlotte, en crisis existencial, est¨¢ todo el d¨ªa esperando a que su marido, un famoso fot¨®grafo publicitario, vuelva de trabajar. Y Coppola hace que surja la magia. Escrita para Bill Murray, la directora encontr¨® en Scarlett Johansson su perfecto trasunto, ya que el personaje femenino refleja los sentimientos que amartillaron a la directora durante su relaci¨®n con otro cineasta, Spike Jonze. Coppola crea el caldo de cultivo perfecto para acelerar esa relaci¨®n de amistad: est¨¢n un sitio extra?o donde poca gente habla ingl¨¦s, ambos se sienten abandonados por sus parejas, los dos entienden que cuando se separen, es muy dif¨ªcil que vuelvan a verse: har¨¢n confesiones que normalmente no se realizan a amigos ¨ªntimos. Gracias a los dioses cinematogr¨¢ficos, la qu¨ªmica entre Johansson y Murray es inigualable. Y les rodea de la atm¨®sfera perfecta: paseos en solitario en un paisaje urbano aplastante, tiempo perdido en un hotel (el aut¨¦ntico Park Hyatt) desolador y una direcci¨®n de fotograf¨ªa g¨¦lida. ?Que qu¨¦ se dicen al final los dos protagonistas? ?Importa acaso? M¨¢s divertido es pensar si?Her, de Spike Jonze, fue la respuesta de este director a la hija de Francis Ford Coppola. ¡°Nunca volvamos aqu¨ª otra vez, porque nunca volver¨¢ a ser tan divertido¡±, dice Charlotte. Ni tan triste. Gregorio Belinch¨®n

Lost in Translation. Soffia Coppola (2003). Disponible en Amazon Prime.

UNA SERIE: Il Miracolo

En una redada en casa de un mafioso, la polic¨ªa hace un extra?o descubrimiento: una estatuilla de una virgen que llora 9 litros de sangre humana a la hora. A simple vista no hay explicaci¨®n posible para este hecho. Los cient¨ªficos tratan de dar con el secreto detr¨¢s de este supuesto milagro y no hay forma de desentra?arlo. A trav¨¦s de varios personajes, vemos las consecuencias de este hallazgo en diferentes ¨¢mbitos. Porque, encima, Italia se encuentra en un momento crucial para su futuro, a punto de decidir si permanece en la Uni¨®n Europea o se separa de ella. El Primer Ministro, un peculiar cura y una cient¨ªfica, entre otros, ven c¨®mo sus vidas se ponen del rev¨¦s con un hallazgo que hace que se replanteen todo su mundo de conocimientos y que tratan de utilizar para redimirse.

Mafia, pol¨ªtica e Iglesia se unen en este drama cargado de simbolismo y narrado con buenas dosis de realismo m¨¢gico en el que fe y ciencia se entrecruzan en sus tramas. Escrita y codirigida por el ganador en 2007 del prestigioso galard¨®n literario Strega, Niccol¨° Ammaniti, la historia transcurre durante ocho d¨ªas en los que el populismo pone en jaque a la clase pol¨ªtica. Realismo y fantas¨ªa se unen en una historia que engancha desde su cabecera, una hipn¨®tica presentaci¨®n con im¨¢genes religiosas y la m¨²sica de Il Mondo, de Jimmy Fontana, de fondo, y que destaca tambi¨¦n por su cuidado formal. Y que atrapa tambi¨¦n por unos personajes derrotados que muestran ante la c¨¢mara sus miserias morales. Natalia Marcos

Il Miracolo. Niccol¨° Ammaniti. Sky Italia. 2018. Su ¨²nica temporada de ocho episodios est¨¢ disponible en Sky Espa?a.

UN C?MIC: El esp¨ªritu del Escorpi¨®n, de Fernando Llor y Pablo Caballo

En el c¨®mic, el blanco y negro forma parte de una tradici¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ de las imposiciones t¨¦cnicas de las artes gr¨¢ficas, obligaciones de una naturaleza reproducible. El blanco y negro en el c¨®mic es vital, es protagonista en s¨ª mismo de un expresionismo ¨²nico y propio del medio. La mancha de negro logra erigirse como narradora de historias, como eje de atenci¨®n cr¨ªtico de la lecturagracias a ese poder magn¨¦tico que atrapa la mirada. Lo supieron desde los inicios los autores que heredaron esa magia del grabado, como Masereel o N¨¹ckel, y lo perfeccionaron en la prensa autores como Milton Caniff o Roy Crane. Alext Toth fue maestro absoluto de la mancha hastaque Alberto Breccia rompi¨® toda regla para otorgaral blanco y negro un reinado absoluto en el c¨®mic, desde el contrate puro al uso de collages y pincel roto, jugando con las texturas para abrir nuevos caminos expresivos. El blanco y negro es un medio, una forma de contar historias que requierenir m¨¢s all¨¢ de la realidad, atravesar el espejo de la existencia crom¨¢tica para entrar en un mundo de paisajes imaginados. Perfecto para contar historias que no quieren ser contadas, que se resisten a entrar en esa realidad. La locura de Radovan Karad?i?y el horror de sus actos puede ser una de esas historias. Rechazamos siquiera imaginar el grado deperturbaci¨®n que le llev¨® a liderar un genocidio espantoso, pero el blanco y negro poderoso de Pablo Caballo nos atrapa, mientras Fernando Llor firma un guion tambi¨¦n de contrastes, de blancos y negros de una figura surrealista, reconvertida en ese Dr. Dabic experto en radiestesia y auras energ¨¦ticas que impon¨ªa sus manos con la terrible energ¨ªa de lasangre derramada, reconvertido en un amable Pap¨¢ Noel de roja indumentaria. Roja como la sangre, negra y blanca que dibuja Caballo. ?lvaro Pons

El esp¨ªritu del Escorpi¨®n se puede leer online en la p¨¢gina de Panini C¨®mics.

UN VIDEOJUEGO: God of War, de Cory Barlog

Cuando acab¨® la trilog¨ªa original de God of War (2005, 2007, 2010), los jugadores pod¨ªan esperar m¨¢s entregas similares, m¨¢s org¨ªas de sangre y destrucci¨®n protagonizadas por el espartano Kratos en su cruzada para vengarse de Zeus y del resto del monte Olimpo, pero no un giro radical en el propio coraz¨®n del juego.

Y, sin embargo, el milagro ocurri¨® en 2018 de la mano del director Cory Barlog, con una entrega para Play Station 4 que prescind¨ªa de nomenclatura (se llam¨®, a secas, God of War) y que no pudo ganar m¨¢s premios alrededor del mundo. El secreto era la intimidad, pues el juego se reformulaba a trav¨¦s de un elemento inesperado: la paternidad del protagonista, que transmutaba de guerrero a ser sensible, que en vez de venganza busca la salvaguarda de Atreus (as¨ª se llama el muchacho). Juntos, padre e hijo emprend¨ªan una odisea por la mitolog¨ªa n¨®rdica y, de paso, redefin¨ªan lo que significaba ser un videojuego de acci¨®n. Jorge Morla

God of War est¨¢ disponible para Play Station 4.