El Beethoven m¨¢s confinado y cuatro discos m¨¢s
'Leonore', la ¨²nica ¨®pera del compositor alem¨¢n, es la banda sonora perfecta para un encierro. Adem¨¢s, cr¨ªticas de los nuevos discos de M. Ward,?Laura Marling,?Tony Allen & Hugh Masekela?y Enrico Pieranunzi?
Sonoridad transparente
Por Luis Gago
La ¨²nica ¨®pera de Beethoven es la banda sonora perfecta para un confinamiento. Se desarrolla en una c¨¢rcel sevillana y nada ans¨ªan m¨¢s sus presos que ¡°respirar sin trabas al aire libre¡±, porque ¡°la mazmorra es una tumba¡±. El protagonista, Florestan, lo tiene a¨²n m¨¢s dif¨ªcil: es un preso pol¨ªtico, enemigo personal del gobernador de la prisi¨®n, Don Pizarro, y se pudre poco a poco, solo, en un secreto calabozo subterr¨¢neo sin apenas comida ni bebida. Su mujer, Leonore, se disfraza de hombre para salvarlo, adoptando tras el travestismo el muy revelador nombre de Fidelio, un gui?o a la fidelidad inquebrantable que profesa a su marido. Hasta cuatro oberturas y tres versiones diferentes de la ¨®pera (estrenadas en 1805, 1806 y 1814) escribi¨® Beethoven antes de que se reconociera por fin su val¨ªa: un verdadero martirio, como ¨¦l mismo reconoci¨® el a?o del estreno de la ¨²ltima versi¨®n en una carta a Georg Friedrich Treitschke, su ¨²ltimo libretista: ¡°Le aseguro, querido T., que la ¨®pera va a granjearme una corona de m¨¢rtir¡±.
En los teatros suele programarse siempre la tercera y definitiva versi¨®n, Fidelio, que habr¨ªa podido escucharse este mismo mes en Berl¨ªn y Baden-Baden dirigida por Kirill Petrenko a la Filarm¨®nica de Berl¨ªn o en Madrid y Barcelona con la Orquesta de C¨¢mara Mahler bajo la batuta de Gustavo Dudamel, pero la pandemia ha arramblado con todo, gran efem¨¦ride beethoveniana incluida. No hay que perder de vista, sin embargo, las otras dos versiones, sobre todo la primera, ajena a todas las turbulencias posteriores, que es la Leonore que publica ahora Harmonia Mundi a partir de una interpretaci¨®n en vivo grabada en la Philharmonie de Par¨ªs en 2017. Ren¨¦ Jacobs, su director, da mejor la talla en la convencional trama peque?oburguesa inicial que en la deriva trascendente final, te?ida de una suerte de fraternidad universal muy en la l¨ªnea de la Novena Sinfon¨ªa.
Marlis Petersen (que hubiera cantado el papel con Petrenko) es una Leonore m¨¢s amable que luchadora, mientras que Maximilian Schmitt es un Florestan decididamente l¨ªrico, muy lejos de los tenores heroicos que suelen cantar el breve pero trascendental papel. Impone m¨¢s el Rocco de Dimitry Ivashchenko que el Don Pizarro de Johannes Weisser, poco intimidante vocal y psicol¨®gicamente. Todo ello est¨¢ en consonancia de alguna manera con los postulados clasicistas de Jacobs, alejado aqu¨ª de su zona natural de confort y cuya direcci¨®n destaca m¨¢s por hallazgos instrumentales puntuales que por su entidad y cohesi¨®n dram¨¢ticas. Hay jurisprudencia de alt¨ªsimo nivel en esta ¨®pera y el belga queda muy por debajo de los m¨¢s grandes (Furtw?ngler o Klemperer), pero poder escuchar este proto-Fidelio en tres actos en una versi¨®n mucho m¨¢s fidedigna que el pastiche que grab¨® John Eliot Gardiner en 1996, y con el extraordinario aliciente de la sonoridad mucho m¨¢s transparente y a ratos descarnada de los instrumentos de ¨¦poca, constituyen, sin duda, dos serios incentivos que compensan, al menos en parte, sus carencias.
Leonore. Marlis Petersen, Maximilian Schmitt y Dimitry Ivashchenko. Orquesta Barroca de Friburgo. Dir.: Ren¨¦ Jacobs. Harmonia Mundi, HMM 902414.15. 2 CD.
Una nueva paz
Por Laura Fern¨¢ndez
De la misma forma que hay novelistas que escriben siempre el mismo libro, hay m¨²sicos, como M. Ward, que entregan siempre una variante del mismo universo, el universo del hombre amante del folk soul tranquilo que deambula fantasmag¨®ricamente por un mundo en llamas ('Torch') contando historias. Esta vez, en un nuevamente abismal peque?o agujero en el espacio tiempo en el que todo trota pero a la vez descansa, sobre una base a ratos on¨ªrica ('Heaven's Nail and Hammer') y a ratos m¨¢ntrica ('Chamber Music') y expansiva ('Independent Man'), sus historias hablan de dejar atr¨¢s el pasado y buscar un cierto tipo de (nueva) paz ('Unreal City'). Adecuado, s¨ª, y a la altura de sus cl¨¢sicos. Y, tal vez, ligeramente m¨¢s denso que buena parte de ellos.
Migration Stories. M. Ward. Anti
Obra confesional
Por Fernando Navarro
Tras I Speak Because I Can (2010) y Once I Was an Eagle (2013), Laura Marling sobresali¨® en la siempre efervescente escena folk brit¨¢nica como un gran talento. Con reminiscencias a Joni Mitchell, su voz susurrante y poderosa era capaz de crear enigm¨¢ticas atm¨®sferas ac¨²sticas. Hace tres a?os alcanz¨® una c¨²spide con Semper Femina, todo un alegato de la condici¨®n femenina con una sobriedad de recursos tan sugerente como impactante.
Esta ¨²ltima referencia discogr¨¢fica colocaba el list¨®n alto, pero con este nuevo ¨¢lbum la compositora mantiene su ascensi¨®n y ofrece otra obra bell¨ªsima. Un disco conceptual dedicado a una hija imaginaria y en el que Marling, m¨¢s que dar consejos o ejemplarizar, despliega un cat¨¢logo de inquietudes personales ante el rol de ser mujer y madre.
Obra confesional, cantada con dulzura y trazada con acertados pasajes de cuerdas que recuerdan al folk ¨ªntimo de Damien Rice. Con su conseguid¨ªsima fragilidad, Song for Our Daughter se sit¨²a como uno de los mejores discos de su autora, sino el mejor. Suena a imperecedero.?
Song for our Daughter. Laura Marling. Partisan / PIAS!
El arquitecto y el hombre orquesta
Por Javier Losilla
Fela Kuti ha pasado a la Historia de la M¨²sica como el fara¨®n del abrobeat, pero su bateria Tony Allen fue Imhotep, el arquitecto que contruy¨® el ritmo. Hace diez a?os, Tony y el trompetista, cantante, compositor y director de orquesta sudafricano Hugh Masekela (fallecido en 2018), creador del township-jazz, cumplieron el viejo sue?o de registrar un disco juntos. Por varias razones el ¨¢lbum (Rejoice) ha permanecido in¨¦dito hasta ahora y se publica con instrumentaci¨®n a?adida a las grabaciones originales realizadas en formato tr¨ªo.
M¨²sicos de lujo como los bajistas Tom Herbert y Mutale Chashi (de Kokoroko), el saxofonista tenor Steve Williamson, el percusionista Lekan Babalola, los teclistas Joe Armon Jones y Elliot Galvin y el vibrafonista Lewis Wright han participado en el resultado final, en el que, por cierto, se han cambiado las primigenias l¨ªneas de bajo. Ha sido una gozosa contribuci¨®n a lo que ya era un ¨¢lbum fascinante. Allen (80 a?os) va m¨¢s all¨¢ de los patrones afrobeat, y Masekela reformula con el fliscorno sus propios hallazgos.
El primero canta en ¡®Weve Landed¡¯ dici¨¦ndo a los j¨®venes que el futuro no espera; el segundo se alegra en zul¨² del encuentro con Tony (¡®Jabulani¡¯). La conjuncion instrumental en ¡®Agbada Bougou¡¯ es brillant¨ªsima; el di¨¢logo con el post-bop de Steve Williamson en ¡®Slow Bones¡¯, esplendoroso, y el tributo a Fela en ¡®Never¡¯ (¡°Lagos nunca sera lo mismo sin fela, cantan¡±), paradigm¨¢tico. Son solo ejemplos de un encuentro global sin duda regocijante.
Rejoice. Tony Allen & Hugh Masekela. World Circuit / BM
Inspiraci¨®n pl¨¢stica
Por Yahv¨¦ M. de la Cavada
Es dif¨ªcil saber por qu¨¦ esta grabaci¨®n, efectuada hace casi ocho a?os, no ha visto la luz hasta hoy. M¨¢s a¨²n cuando Enrico Pieranunzi, uno de los pianistas m¨¢s refinados de la escena jazz¨ªstica europea, tiene cierta tendencia a la sobreproducci¨®n discogr¨¢fica (en los ¨²ltimos diez a?os ha publicado m¨¢s de 20 t¨ªtulos). Por falta de calidad no es: Pieranunzi, creador l¨ªrico y m¨¢s profundo de lo que pueda parecer en un primer acercamiento a su obra, construye en este sobresaliente ¨¢lbum un serie de suites inspiradas en artistas como Pollock, Rothko o Hopper, y piezas m¨¢s breves a partir de Picasso, Klimt o Matisse.
La m¨²sica, quiz¨¢ la m¨¢s interesante que ha grabado Pieranunzi en piano solo en los ¨²ltimos a?os, tiene cierta abstracci¨®n, pero tambi¨¦n un delicado sentido de la forma que convierte cada pieza en un atractivo fresco de la relaci¨®n entre la inspiraci¨®n pl¨¢stica y la interpretaci¨®n musical. En conjunto, el ¨¢lbum funciona como un viaje personal e introspectivo que revela nuevos matices en cada escucha.
Frame. Pieranunzi. Cam Jazz / Distrijazz
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