Muertes blancas
Alberto Prunetti desdice el t¨®pico de que la novela se ensucia con la pol¨ªtica con la historia de un soldador v¨ªctima del amianto. Pura y brillante literatura de intervenci¨®n
Alberto Prunetti cuenta la historia de Renato Prunetti, soldador, prematuramente fallecido a causa de la inhalaci¨®n de amianto y de la tabla casi completa de elementos de Mendel¨¦yev. Renato es v¨ªctima de una de esas ¡°muertes blancas¡± ¡ªlos eufemismos de la desgracia laboral son ultrapo¨¦ticos¡ª en las que desembocan accidentes o enfermedades que aparentemente no han sido el resultado de una mala intenci¨®n reconocible. O tal vez s¨ª. Puede que la responsabilidad recaiga del lado de esa mano invisible que Isaac Rosa, autor del excelente pr¨®logo de Amianto, utiliz¨® como t¨ªtulo para su novela sobre el espect¨¢culo del trabajo. Apunta el prologuista que el relato sobre la clase obrera est¨¢ roto, o al menos muy herido, pero la clase obrera existe y tal vez por esa raz¨®n Prunetti no se encorseta en g¨¦neros can¨®nicos y busca hibridaciones subversivas: construye, con textura manual, un artefacto compuesto por apuntes autobiogr¨¢ficos, cr¨ªtica pol¨ªtica, documento judicial, ¨¢lbum de fotos.
Lo autobiogr¨¢fico funciona en dos niveles paralelos: contando la historia de un padre al que, en pirueta estil¨ªstica que desvincula la memoria del tono sentimental, nunca se le llama padre, sino Renato; contando la historia de un obrero itinerante sobre la cartograf¨ªa venenosa del amianto y los metales pesados ¡ªLiguria, Piamonte, Terni, etc¨¦tera¡ª, un obrero en la ¨¦poca en que la violencia de la reivindicaci¨®n revolucionaria se sustituy¨® por el pactismo sindical y la promesa del confort de los trabajadores; contando esa historia, Prunetti est¨¢ narrando su propia peripecia como miembro de una generaci¨®n que vive con dificultad la relaci¨®n con su genealog¨ªa pol¨ªtica ¡ªla palabra estalinismo es una constante¡ª y, sin embargo, la a?ora. Prunetti indaga en esa dislocaci¨®n; el narrador escarba en las ra¨ªces del desencanto y el malestar a la vez que practica un ejercicio de comprensible nostalgia: amor, infancia, juegos.
Prunetti querr¨ªa ser ideol¨®gicamente un pirata y resistir contra el poder bajo la bandera de Jolly Roger, pero sus palabras decantan simult¨¢neamente el deseo de restablecer los v¨ªnculos fuertes y una solidaridad obrera degradados en el periodo de un turbocapitalismo de falsos aut¨®nomos, externalizaciones y multiplicaci¨®n de riesgos laborales que activa los mismos mantras que el paleocapitalismo: sacrificios, flexibilidad, docilidad y gratitud. Antes y ahora. Los mismos perros. Sin embargo, los hijos que fueron enviados por sus padres a la universidad, en la ingenua creencia de que el estudio les evitar¨ªa ¡°la subordinaci¨®n de clase¡±, se convierten en trabajadores precarios de la cultura y padecen sus propias dolencias derivadas de la explotaci¨®n laboral: lumbalgia, tendinitis cr¨®nica, estr¨¦s, incertidumbre¡ Estremecen los pasajes en los que se representa la prematura devastaci¨®n de la anatom¨ªa de Renato como efecto de la violencia venenosa de su oficio, la broma sobre el car¨¢cter bi¨®nico de un progenitor que va necesitando cada vez m¨¢s complementos para vivir, el protocolo salvaje del c¨¢ncer.
En esta novela de aprendizaje, la superposici¨®n de las siluetas de padre e hijo, y de ambos con una conciencia de clase colectiva, se lleva a cabo desde el cuestionamiento de la solemnidad ret¨®rica y lo sentimentaloide. Prunetti escribe a rega?adientes, con leg¨ªtimo rencor, y a la vez recuerda con alegr¨ªa. El libro a ratos es luminoso y adopta maneras, incluso t¨®picos narrativos, propios de la picaresca: el ni?o que comienza a beber vino con ocho a?os, el estre?imiento tras el atrac¨®n, la vigilancia de una vecina a trav¨¦s de los prism¨¢ticos¡ La escatolog¨ªa y la risa de unos goliardos, esta vez altamente cualificados y muy desesperados, se reconocen en una literatura de pobreza y supervivencia, que tambi¨¦n est¨¢ recorrida por elementos de esa maravillosa comedia italiana firmada por Germi, Monicelli ¡ªde quien se cita Habitaci¨®n para cuatro¡ª o Risi y su ineludible La escapada. O por homenajes a una cultura popular que va desde la m¨ªtica Edwige Fenech hasta Terence Hill y Bud Spencer, pasando por Bruce Lee y el muy vers¨¢til Clint Eastwood.
Tampoco podemos dejar de citar, dentro de este mundo de referencias, el palimpsesto permanente en las p¨¢ginas de Amianto de ese gran escritor salvaje que fue Luciano Bianciardi; ni cerrar esta cr¨ªtica sin aludir a una inusitada cualidad estil¨ªstica del libro que desdice ese t¨®pico malsano de que la literatura se ensucia con la pol¨ªtica. En un alarde de coherencia, Prunetti, que considera la escritura como oficio manual, f¨ªsico, material, y no como sacerdocio, da forma ¡ªpresenta, interpreta, testimonia, denuncia¡ª a la realidad con sus elecciones ret¨®ricas y, en esa b¨²squeda de modos de representaci¨®n, no hermosea el trabajo con met¨¢foras de amapolas o nen¨²fares, sino que apela a la belleza inmanente a las met¨¢foras laborales, al imaginario de la piedra, la chispa y el metal.
Tambi¨¦n recurre a la belleza del buen uso de un vocabulario preciso: ¡°Acerca el electrodo al metal. Lanza la luz, violenta, amortiguada por las lentes ahumadas de la m¨¢scara (¡) detecta f¨¢cilmente el grumo todav¨ªa incandescente pero ya cuajado¡±. Herramientas, universo sensorial del soldador, estados de la materia, metamorfosis: el hermoso destello convulso de estos procesos que tan raramente ocupan el altar de la literatura. A la vez, la reivindicaci¨®n de lo peque?o que refleja lo grande: una letal fibra de amianto representa un mundo de mentiras, explotaciones y carne de ca?¨®n que ojal¨¢ acabe pronto. Pura literatura de intervenci¨®n que suelda, brillante y resistentemente, qu¨¦ y c¨®mo. Al fin y al cabo, Alberto y Renato Prunetti hacen lo mismo con distintos materiales.
BUSCA ONLINE ¡®AMIANTO. UNA HISTORIA OBRERA¡¯
Autor: Alberto Prunetti.
Pr¨®logo: Isaac Rosa.
Traducci¨®n: Francisco ?lvarez.
Editorial: Hoja de Lata, 2020.
Formato: tapa blanda (193 p¨¢ginas. 17,90 euros).
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