Mar¨ªa Moliner, la obra de una sola mujer
La Biblioteca Nacional recuerda el legado de la fil¨®loga, creadora del ¡®Diccionario del uso del espa?ol¡¯, en el 40? aniversario de su muerte
La Biblioteca Nacional ha recordado en el 40? aniversario de su muerte que Mar¨ªa Moliner es la autora del Diccionario de uso del espa?ol, que construy¨® en soledad; la fil¨®loga comprometida con la II Rep¨²blica que ide¨® un Plan Nacional de Bibliotecas; y la lexic¨®grafa degradada tras la Guerra Civil por el franquismo y el machismo que la descart¨® para ingresar en la Real Academia Espa?ola en 1972. Pero sobre todo, en el acto de homenaje se ha hablado de una mujer que puso la cultura a ras del suelo, que nunca crey¨® que un libro era asunto de ¨¦lites, sino que, como ha dicho Soledad Pu¨¦rtolas, presidenta del Patronato de la Biblioteca Nacional, ¡°crey¨® que los libros deb¨ªan estar al alcance de todos¡±.
La premisa que gui¨® el trabajo de Moliner est¨¢ en su legado y en sus escritos. ¡°En vuestro pueblo la gente no es m¨¢s cerril que en otros pueblos de Espa?a ni que en otros pueblos del mundo. Probad a hablarles de cultura y ver¨¦is c¨®mo sus ojos se abren y sus cabezas se mueven en un gesto de asentimiento, y c¨®mo invariablemente responden: ?Eso, eso es lo que nos hace falta: cultura!¡±, ha le¨ªdo la actriz Natalia Hern¨¢ndez en el acto. Es parte del pr¨®logo del plan para reorganizar las bibliotecas espa?olas que la fil¨®loga escribi¨® en 1937 y que no pudo ejecutarse. ¡°Nos dijo con sencillez que no tenemos que pensar que somos peores ni mejores. Esa losa que hay en Espa?a de que somos cerriles. La educaci¨®n permite dejar de ser cerril¡±, ha insistido Pu¨¦rtolas. ¡°M¨¢s que respeto es miedo, como si no fu¨¦ramos dignos de acceder a la cultura de los libros. Claro que lo somos. Todos tenemos derecho¡±.
El objetivo de Moliner fue siempre abrir los archivos y las bibliotecas a los ciudadanos. ¡°Para que no tuvieran ese olor a cerrado¡±, ha continuado la escritora, ¡°al contrario de los libros nuevos que ol¨ªan a vida, a civilizaci¨®n, a Europa¡±. Para que la lectura estuviera al alcance de todos empez¨® por las palabras. A principios de los cincuenta comenz¨® a escribir un diccionario hecho con fichas diminutas, publicado en 1966 por la editorial Gredos. Moliner trabaj¨® 15 a?os, 10 horas al d¨ªa, en los dos tomos y 3.000 p¨¢ginas de su diccionario, ¡°una proeza con muy pocos precedentes¡±, como afirm¨® el premio Nobel de Literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en EL PA?S en 1981. ¡°Escribi¨® en su casa, con su propia mano, el diccionario m¨¢s completo, m¨¢s ¨²til, m¨¢s acucioso y m¨¢s divertido de la lengua castellana¡±, dijo el escritor colombiano.
La obra de una sola mujer llena de definiciones, sin¨®nimos, expresiones, frases hechas, familias de palabras... ¡°Cada palabra est¨¢ en relaci¨®n con otras¡±, ha explicado Pu¨¦rtolas. ¡°Concibi¨® la lengua como un sistema de solidaridad interna¡±. Lo hizo desde el uso de las mismas, una palabra clave en los diccionarios actuales que marca el trabajo de los acad¨¦micos cada vez que incorporan una nueva acepci¨®n o t¨¦rmino al diccionario. ¡°Fue una pionera¡±, ha remachado la escritora. ¡°Las palabras no est¨¢n aisladas, no transmiten todo solas¡±.
Santiago Mu?oz Machado, director de la RAE, ha reconocido que el trabajo de Moliner compiti¨® con la instituci¨®n a la que representa. ¡°Lo hizo de manera formidable. Su diccionario quiz¨¢ no sea t¨¦cnicamente y lexicogr¨¢ficamente perfecto¡±, ha dicho para despu¨¦s tratar de justificar que no entrara en la Academia. ¡°No es culpable de la RAE una cierta discriminaci¨®n de mujeres sabias. Exist¨ªa la tradici¨®n de no aceptar mujeres porque estaba hecha para hombres y no se conceb¨ªa de otra manera. No solo le pas¨® a Moliner, tambi¨¦n a Emilia Pardo Baz¨¢n que no lo consigui¨® pese al apoyo con el que contaba. Entonces estaba vivo el antifeminismo y machismo¡±.
En un acto sobrio, con las limitaciones que impone la pandemia, y el fr¨ªo y el viento que azotan Madrid, la vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo ha reclamado que la coyuntura no puede imponer la desmemoria: ¡°Como dijo Mar¨ªa Zambrano, la desmemoria colectiva es una enfermedad. No nos podemos permitir no recordarla¡±. Para Calvo el legado de Mar¨ªa Moliner, como el de otras tantas mujeres, ¡°pertrecha de prestigio, legitimidad y fuerza para el trabajo que nos queda por ellas y para la igualdad de los hombres y las mujeres. Un pa¨ªs se la juega en sus aulas y sus bibliotecas¡±.
Babelia
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