La otra cara de ¡®Roma¡¯

Alfonso Cuar¨®n nunca minti¨®: en Roma narraba sus recuerdos de ni?ez, marcados por la nostalgia y por la nebulosa que acaba cubriendo los peores recuerdos en el subconsciente del ser humano. Pero quedaba por contar la otra parte, la de la vida de las criadas que cualquier familia de clase acomodada mexicana contrata para su casa.

Y esa visi¨®n la ense?a la reci¨¦n estrenada en Espa?a El ombligo de Guie¡¯dani, primer largometraje de Xavi Sala (Alicante, 49 a?os), un retrato de una ni?a y su madre, ind¨ªgenas zapotecas, que emigran de su pueblo en el Estado de Oaxaca a Ciudad de M¨¦xico cuando son contratadas como trabajadoras dom¨¦sticas. Guie¡¯dani (Sol salvaje, en zapoteco), a sus 12 a?os, no se adapta ni al ambiente ni a la mansedumbre que le obliga su nueva vida. A Sala, explica por tel¨¦fono, no le gusta mucho la comparaci¨®n con Roma, pero s¨ª entiende que el ¨¦xito del drama de Cuar¨®n ha escondido un problema: ¡°En M¨¦xico mucha gente se aprovecha a¨²n hoy en 2021 de las empleadas dom¨¦sticas. Roma, que se rod¨® a la vez que mi pel¨ªcula, ayud¨® mucho a que aliviaran esa culpa que arrastran, gracias a aquella imagen edulcorada de la relaci¨®n, y provoc¨® una reacci¨®n horrible. Mucha gente pens¨® que no estaba tan mal lo que le hacen a las criadas¡±.

Sala siente su pel¨ªcula m¨¢s cercana a Nuevo orden, de Michel Franco, aunque en los ¨²ltimos a?os varios dramas han contado la vida del servicio en Latinoam¨¦rica: ah¨ª est¨¢n la chilena La nana (2009), las brasile?as Una segunda madre (2015) y Tres veranos (2019) o la mexicana La camarista (2018). ¡°En mi caso, empec¨¦ porque trabaj¨¦ en unos documentales sobre la comunidad zapoteca del istmo de Tehuantepec y del valle de Oaxaca, y sent¨ª una conexi¨®n inmediata con ellos¡±, cuenta Sala. ¡°Me conmovi¨® la identificaci¨®n con mi vida en Alicante, la discriminaci¨®n en mi escuela, por parte de mis maestros, por la lengua que yo hablaba, el catal¨¢n. Me asombr¨® que hubiera una comunidad en M¨¦xico que fuera tan cercana a lo que yo sent¨ªa¡±. Y hoy se define como ¡°mexicano de origen catal¨¢n¡±, ya que lleva siete a?os en M¨¦xico y hace cinco que se nacionaliz¨®. ¡°Conoc¨ªa muchos mexicanos y el pa¨ªs, mi pareja de entonces lo era, estaba muy desmotivado en Madrid, y decid¨ª salir de aquel agujero. Aqu¨ª hay una energ¨ªa creativa que yo no vi en Espa?a¡±, cuenta un cineasta que incluso lleg¨® a ser finalista a los Goya en 2006 con su corto de ficci¨®n Hiyab. ¡°M¨¦xico es un pa¨ªs que se reinventa cada d¨ªa¡±.

Sobre su El ombligo de Guie¡¯dani, que ha pasado por festivales como el de Morelia o el de Chicago, el cineasta insiste en la feliz inocencia de los empleadores, un reflejo de lo que ocurre en la vida real: ¡°Ejercen un clasismo y un racismo sin ser conscientes de ellos. Yo no podr¨ªa decir que esas familias son villanas, porque incluso las criadas, como la madre de la protagonista, son sumisas porque as¨ª lo llevan incorporado... Pero en realidad, cuando te miras en el espejo, todos sabemos qu¨¦ somos y qu¨¦ hacemos¡±.

Uno de los grandes retos fue encontrar a una actriz que diera vida a Guie¡¯dani. ¡°Me ha costado dos a?os de b¨²squeda¡±, describe el cineasta. ¡°El reparto es fundamental, y necesit¨¦ mucho tiempo. Pero cuando conoc¨ª a S¨®tera Cruz supe que era ella. Dice muchas cosas de lo que le pasa por dentro solo con su mirada. Y a lo que yo hab¨ªa escrito le a?adi¨® su alma¡±. Para Salas, Cruz es ¡°m¨¢s que actriz, que trabaj¨® mucho para la pel¨ªcula, una artista, porque hoy hace rap, escribe... Es un torbellino que refleja muy bien a la mujer zapoteca, muy aguerrida y fajadora¡±.

Para subrayar que hasta hace bien poco ¡°a¨²n mandaban los hijos de los conquistadores¡± en M¨¦xico, el profesor que da clases particulares a la hija de la criada, y que renuncia a las primeras de cambio, es espa?ol. ¡°Impera el neocolonialismo, que, por ejemplo, aniquila las otras 68 lenguas que se hablan en este pa¨ªs. Mi pel¨ªcula es la primera que da voz en su idioma a esas criadas¡±, reflexiona. ¡°Solo espero hacer justicia a la realidad¡±.