Instrucciones para no morderse la lengua
Dar¨ªo Villanueva arremete en su ¨²ltimo libro contra la correcci¨®n pol¨ªtica , que ve como una censura posmoderna
Dar¨ªo Villanueva es catedr¨¢tico, ha sido director de la Academia, generalmente usa corbata, pero en los saraos de anta?o era el primero en salir a bailar tras las conferencias sobre el buen uso de la lengua. Para escribir este libro, Morderse la lengua. Correcci¨®n pol¨ªtica y posverdad (Espasa), tambi¨¦n se ha quitado la corbata, y naturalmente no se ha mordido la lengua, como militante ¡°contra la forma posmoderna de la censura que se llama correcci¨®n pol¨ªtica¡±. Si te muerdes la lengua te envenenas. Pasa en su propio oficio. Un profesor espa?ol en Princeton le espet¨® a un estudiante: ¡°?A ver si te pones a estudiar y dejas de tocarte los cojones!¡±. Acto seguido, el muchacho acudi¨® a la autoridad para denunciar de acoso sexual verbal al maestro, este fue expulsado por la rectora y tiempo despu¨¦s se suicid¨® el profesor. Se ha sabido que el maestro franc¨¦s degollado por un fan¨¢tico fue atacado a ra¨ªz de una mentira de una alumna mahometana que no estaba en clase, pero le cont¨® a su padre que el maestro mostr¨® ¡°de manera ofensiva los famosos dibujos contra Mahoma¡±. El padre fue a un im¨¢n con la historia, ¡°lo cont¨® en las redes y, al tiempo, lo degollaron¡±. La correcci¨®n pol¨ªtica, dice Villanueva, la ejerc¨ªa antes un poder pol¨ªtico o religioso¡ ¡°Ahora es parte de una nebulosa de la sociedad, donde un grupo, una tendencia, un g¨¦nero se considera autoridad para imponer lo que se puede y lo que no se puede decir. El que no se atenga a esas normas no escritas tiene que atenerse a las consecuencias¡±.
Quevedo avis¨®, como recoge el acad¨¦mico antes de empezar el libro: No he de callar por m¨¢s que con el dedo / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o amenaces miedo. ¡°Lo perverso del asunto es que nosotros vivimos en democracia, sabemos c¨®mo fueron la censura de la dictadura y la de la Iglesia, parec¨ªa que est¨¢bamos vacunados contra ello y ahora sabemos que no es as¨ª¡±. En el ¨¢mbito del feminismo, en los ochenta la palabra woman, mujer en ingl¨¦s, ¡°ya fue rechazada porque en su segunda parte dice hombre¡ Desde esa ideolog¨ªa de la no identificaci¨®n de g¨¦nero ya no se puede decir madre sino persona gestante; y en el caso de la propia palabra mujer es m¨¢s correcto decir persona menstruable¡ Una se?ora nos mand¨® una carta a la Academia exigiendo que se retirara del diccionario la palabra mayormente porque le hac¨ªa llorar los ojos. Y dos personas firmaron una misma carta diciendo que hay que retirar el adjetivo racional porque es ofensivo contra los seres irracionales¡±. Enid Blyton est¨¢ acusada de sexista y racista. Y a Mark Twain lo persiguen por haber escrito la palabra nigger¡ Al propio Dar¨ªo Villanueva lo amenazaron por haber glosado en sus lecciones universitarias norteamericanas la parte en la que, en el Lazarillo, la madre de L¨¢zaro se amanceba con un negro ante cuya visi¨®n el ni?o exclama: ¡°?Negro, coco!¡± ?Y c¨®mo combatimos este manto de correcci¨®n pol¨ªtica? ¡°No acept¨¢ndola, no mordi¨¦ndonos la lengua. Yo tengo 70 a?os, y me niego a aceptar que soy de la tercera edad. Yo soy viejo¡±.
Por cierto, ?y al fin no call¨® Quevedo? ¡°Era un hombre inteligente, lector de Maquiavelo, dijo aquello de ¡®entre el clavel y la rosa su majestad escoja¡¯ y as¨ª consigui¨® que no lo metieran en la trena¡ pero lo metieron¡±. Y usted, ?se muerde la lengua? ¡°Por pudor, o por cortes¨ªa. Nunca por correcci¨®n pol¨ªtica¡±.
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