Frances McDormand: ¡°En ¡®Nomadland¡¯ represento a la gente que conozco¡±
La actriz, ganadora de dos premios Oscar, aspira de nuevo al galard¨®n como protagonista y como productora
Antes de ser actriz, Frances McDormand (Gibson City, Illinos, 63 a?os) hizo de todo: cajera, camarera, ni?era, lavaplatos, dobladora de ropa en una lavander¨ªa... Incluso respondi¨® correos de fans para AC/DC. ¡°Nadie deber¨ªa escribir ese tipo de cartas¡±, subraya con contundencia en una conversaci¨®n con EL PA?S. Ese pasado le sirvi¨® para preparar su trabajo en Nomadland, un drama sobre los despose¨ªdos de Estados Unidos. ¡°Represento a la gente que conozco¡±, explica. Naci¨® y se crio en ambientes rurales y obreros de la Am¨¦rica profunda hasta graduarse en Yale y pasar el resto de su tiempo entre Hollywood y Nueva York. ¡°No vivo en Hollywood¡±, corrige, ¡°solo trabajo all¨ª¡±. Habla por videollamada desde su casa en el norte de California. A sus espaldas, se ve el cuadro que le regal¨® su suegra, la madre de Joel (su marido) y Ethan Coen, en su boda, y en el que se ve un sendero abierto en un paisaje vac¨ªo.
Su doble candidatura al Oscar, la que podr¨ªa otorgarle su tercera victoria como actriz ¡ªtras Fargo y Tres anuncios en las afueras¡ªy su primera estatuilla como productora, le llega con Nomadland, pel¨ªcula que supo ver nada m¨¢s leer el libro de la periodista Jessica Bruder Pa¨ªs n¨®mada: supervivientes del siglo XXI (Capit¨¢n Swing). Fue ella la que contact¨® con la directora Chlo¨¦ Zhao. ¡°Tuvimos la fortuna de que se cruzaran nuestros caminos. Es muy importante para m¨ª como productora que los directores con los que trabajo nunca sientan que han sido escogidos o contratados para algo¡±. Descubri¨® a Zhao por su trabajo en la pel¨ªcula The Rider (2017).
As¨ª naci¨® Nomadland, que llega a los cines de Espa?a el pr¨®ximo viernes, un filme l¨ªrico y a la vez real que muestra la vida de un nuevo estrato de la sociedad estadounidense. Si el cine retrat¨® el esp¨ªritu n¨®mada de otras generaciones con pel¨ªculas como Las uvas de la ira o Easy Rider (Buscando mi destino), ahora es el turno de ver a esos otros rebeldes que quiz¨¢s votaron a Trump y que recorren el paisaje estadounidense en sus coches-casa sufriendo la libertad de un sistema que se olvid¨® de ellos una vez cumplidos los sesenta. ¡°No son sintecho; no tienen casa, que no es lo mismo. Es su elecci¨®n. Tampoco les gusta la palabra ¡®n¨®madas¡¯. Prefieren la de pobladores. Es su elecci¨®n vivir de esta forma en lugar de conformarse con un sof¨¢ en la casa de sus hijos o dejarse todo su sueldo para pagar una casa que les vendieron como el sue?o americano. La elecci¨®n tiene mucho que ver con la gran disparidad econ¨®mica del pa¨ªs. Pero no hablamos de pol¨ªtica. Quisimos mostrar la fuerza de esp¨ªritu de la gente de este pa¨ªs que, contra viento y marea, toma el control de sus vidas. Es algo m¨¢s que un reflejo de la econom¨ªa. Hay algo muy humano en el movimiento¡±.
Durante el rodaje, que se prolong¨® durante cinco meses y por siete Estados con un equipo de 24 personas que acompa?aba a esta caravana de esp¨ªritus independientes, McDormand durmi¨® a veces como ellos en sus coches o en campamentos o en moteles de carretera. Todo para reflejar con la mayor veracidad posible las vidas contenidas en Nomadland, que transitan, como la actriz explica, ¡°entre el horror y la libertad, la tristeza y la felicidad de estar solos, de ten¨¦rtelas que apa?ar por ti mismo¡±.
Es este ejercicio de precisi¨®n de McDormand el que hace de ella una de las mejores actrices de su generaci¨®n, y que logr¨® pasar inadvertida entre los verdaderos pobladores. ¡°Parte de mi trabajo es hacerme cre¨ªble¡±, asegura. La otra parte de su secreto, asegura, es escuchar. ¡°Es lo que he aprendido especialmente con esta pel¨ªcula. A escuchar. Deber¨ªa de ser algo irrefutable en la profesi¨®n de actor. Yo cerr¨¦ el pico, me sent¨¦ entre ellos y escuch¨¦ sus historias¡±, y as¨ª logr¨® hasta que le ofrecieran un trabajo temporal en una gran superficie. Tras su Fern en Nomadland y su Mildred en Tres anuncios en las afueras, pertenecientes al mismo universo, anuncia un ¡°un punto y aparte¡± en su carrera.
El giro se inicia en su pr¨®ximo trabajo, que volver¨¢ a unirla a su esposo en The Tragedy of Macbeth. ¡°Encarno a alguien feroz, que nunca pide disculpas y tan ambiciosa que raya en la locura. La he interpretado como una mujer que ha pasado la menopausia, y que ha enloquecido con la p¨¦rdida de sus hijos despu¨¦s de muchos embarazos, abortos y beb¨¦s que nacieron muertos. Como actriz busco la empat¨ªa con mis personajes y sorprender a la audiencia. Disfruto manteniendo a todos en ascuas¡±, admite con un destello de malicia.
Babelia
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