Teatros en pandemia: entre el miedo al virus y la necesidad de cultura
Espa?a se ha convertido en una de las excepciones europeas al abrir los espacios esc¨¦nicos, aunque el reciente brote en el Teatro Real y las cancelaciones evidencian el peaje que se paga por ello
Cancelaciones de estrenos, retrasos, devoluci¨®n de entradas, muchos gastos extra y tormentas como la desatada d¨ªas atr¨¢s despu¨¦s de conocerse que en marzo se detectaron 24 casos de covid entre los trabajadores del Teatro Real. Es el precio de mantener abiertos los recintos esc¨¦nicos en plena pandemia. El Real ha dado por controlado el brote, pero la pol¨¦mica ha reactivado en el sector un temor que ya puso sobre la mesa ...
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Cancelaciones de estrenos, retrasos, devoluci¨®n de entradas, muchos gastos extra y tormentas como la desatada d¨ªas atr¨¢s despu¨¦s de conocerse que en marzo se detectaron 24 casos de covid entre los trabajadores del Teatro Real. Es el precio de mantener abiertos los recintos esc¨¦nicos en plena pandemia. El Real ha dado por controlado el brote, pero la pol¨¦mica ha reactivado en el sector un temor que ya puso sobre la mesa el pasado noviembre el actor Josep Maria Flotats, cuando se neg¨® a actuar sin mascarilla en la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico si no se hac¨ªan con m¨¢s frecuencia pruebas diagn¨®sticas a los actores. Y ha puesto en evidencia una vez m¨¢s que los protocolos anticovid son eficaces para evitar contagios entre el p¨²blico, pero no tanto entre los profesionales.
El riesgo es evidente: aparte de los deportistas, los int¨¦rpretes son los ¨²nicos trabajadores que tienen que quitarse la mascarilla para trabajar. Eso hizo que el sector se autoimpusiera protocolos muy estrictos para que las autoridades sanitarias autorizaran su vuelta a la actividad despu¨¦s del confinamiento. A pesar de ello, se han producido algunos contagios y eso se ha reflejado en un goteo continuo de cancelaciones de funciones. No hay teatro que no haya tenido que reajustar su programaci¨®n esta temporada por ese motivo.
El sobreesfuerzo es tal que la mayor¨ªa de los pa¨ªses han optado por mantener sus teatros cerrados. En Europa reabrieron en septiembre, pero en noviembre se clausuraron otra vez y desde entonces solo ha habido programaci¨®n presencial en Espa?a, Luxemburgo y recientemente algunas ciudades de Rusia. La meca de Broadway sigue paralizada y en Latinoam¨¦rica est¨¢ empezando a reactivarse t¨ªmidamente la actividad, aunque la reciente muerte de dos actores que representaban en Chile Orquesta de se?oritas por un brote en el elenco va a ralentizar seguramente el proceso.
El caso del Real es paradigm¨¢tico, pues si hay una instituci¨®n teatral en Espa?a con medios suficientes para afrontar el coste que suponen los protocolos anticovid es esta. Seg¨²n explic¨® el pasado lunes su director general, Ignacio Garc¨ªa-Belenguer, el coliseo ha invertido un mill¨®n de euros en medidas preventivas y cerca de 250.000 euros en pruebas diagn¨®sticas. Pero tambi¨¦n es cierto que los espect¨¢culos de ¨®pera tienen una magnitud mucho mayor que cualquier montaje teatral, lo que hace que las precauciones deban ser tambi¨¦n mayores. A eso hay que a?adir el riesgo a?adido de combinar tres producciones diferentes al mismo tiempo, cosa que ocurri¨® en marzo, al estar represent¨¢ndose en d¨ªas alternos Siegfried y Norma mientras se ensayaba Peter Grimes (nueve representaciones en el Teatro Real, del 19 de abril al 10 de mayo).
Algunos trabajadores del Real creen que se ha forzado la m¨¢quina, seg¨²n cuenta a este diario un representante: ¡°Empezamos en junio pasado con mucha cautela. Hicimos La traviata sin mascarilla pero con distancia de seguridad de metro y medio. En septiembre ya se empezaron a reducir las distancias en un Ballo in maschera y en Rusalka se permiti¨® que el director, solistas y figurantes trabajaran sin mascarilla en la sala de ensayo. Eso hizo que la inquietud fuera creciendo entre muchos de nosotros y llegamos as¨ª a marzo con tres obras a la vez, con el consiguiente riesgo de que si en una se produc¨ªan contagios se pudieran extender a las otras dos¡±. En Rusalka, seg¨²n fuentes de la plantilla, se registraron nueve casos de covid entre solistas, t¨¦cnicos y equipo art¨ªstico.
La direcci¨®n del coliseo mantiene que los protocolos se han seguido a rajatabla, que se han hecho pruebas PCR masivas cuando ha sido necesario y que se ha elaborado un plan espec¨ªfico para cada producci¨®n. ¡°Es cierto que en Rusalka se permitieron ensayos sin mascarilla, pero es que eso estaba previsto en el protocolo que redact¨® nuestro comit¨¦ m¨¦dico. Los solistas y la figuraci¨®n formaron un grupo burbuja sin contacto con el coro, que iba a cantar detr¨¢s del escenario. En cualquier caso, en los siguientes montajes todo el mundo ensay¨® ya con mascarilla hasta llegar al escenario. De cada producci¨®n hemos sacado ense?anzas para mejorar en la siguiente. Y si vemos que se puede llegar a forzar la m¨¢quina, anulamos lo que haga falta. Hemos aplazado a la pr¨®xima temporada el estreno de Lessons in love and violence [¨®pera de George Benjamin] por esa raz¨®n¡±, explica a este diario Joan Matabosch, director art¨ªstico del Real.
A nosotros nos ha llevado un tiempo recobrar la confianza de los espectadores, han ido volviendo poco a poco. Ese camino ya lo tenemos hecho, a diferencia de otros pa¨ªsesValent¨ª Oviedo, director general del Liceu
Muchos ojos est¨¢n puestos en el Real esta temporada. Y tambi¨¦n en el Liceu de Barcelona, Les Arts de Valencia y el Maestranza de Sevilla, pues son los ¨²nicos grandes coliseos de ¨®pera que mantienen actividad presencial esta temporada, por lo que de alguna manera se han convertido en campo de pruebas para los que siguen cerrados. Les Arts tuvo que aplazar en enero el estreno de Falstaff, que finalmente se present¨® en marzo, por varios casos de coronavirus en el equipo de producci¨®n. El Liceu tambi¨¦n ha tenido sobresaltos: por ejemplo, tuvo que sustituir a dos cantantes en una funci¨®n de Don Giovanni en octubre. Y no hay que olvidar el otro susto que se vivi¨® en el coliseo madrile?o al forzar una parte del p¨²blico la suspensi¨®n de Un ballo in maschera por la falta de distancia social en el patio de butacas.
La traves¨ªa es tormentosa, pero en general la profesi¨®n considera que compensa mantener los teatros abiertos. Grandes figuras de la escena internacional (Wajdi Mouawad, Milo Rau, Tiago Rodrigues, Guy Cassiers, entre otros) han reclamado en distintos manifiestos la reapertura de las salas y en Francia hay un movimiento de ocupaci¨®n de teatros para reivindicar la vuelta a la actividad bajo el lema La cultura es segura, el mismo que tan buenos resultados ha dado en Espa?a.
El deber de cualquier instituci¨®n cultural, mucho m¨¢s si recibe ayudas p¨²blicas, es hacer todo lo posible para dar servicio al ciudadanoJoan Matabosch, director art¨ªstico del Real
No se trata solo de una cuesti¨®n econ¨®mica ¡ªpues las ayudas que Europa est¨¢ dando al sector contribuyen a soportar los cierres, mientras que en Espa?a no llegan e instituciones como el Real dependen mucho m¨¢s de los patrocinios de empresas y de la taquilla¡ª, sino tambi¨¦n de mantener viva la cultura. El director general del Liceu, Valent¨ª Oviedo, lo explica as¨ª: ¡°Esto es como ir al gimnasio: cuanto m¨¢s tiempo dejes pasar sin ir, m¨¢s te costar¨¢ volver. A nosotros nos ha llevado un tiempo recobrar la confianza de los espectadores, han ido volviendo poco a poco. Ese camino ya lo tenemos hecho, a diferencia de otros pa¨ªses¡±. Matabosch a?ade: ¡°El deber de cualquier instituci¨®n cultural, mucho m¨¢s si recibe ayudas p¨²blicas, es hacer todo lo posible para dar servicio al ciudadano. Si no, llegar¨¢ un momento que la gente se pregunte: ?para qu¨¦ estamos pagando esto?¡±.
Los trabajadores, no obstante, piden que se revisen peri¨®dicamente los protocolos para ver qu¨¦ aspectos pueden haber fallado y qu¨¦ se puede mejorar. ¡°Hay que hacer m¨¢s pruebas e incluso hemos sugerido el uso de mascarillas transparentes, pero siempre acaba primando el criterio est¨¦tico sobre la salud. Tambi¨¦n debe haber m¨¢s control en las giras, pues se han dado casos en los que dos personas no convivientes deben compartir habitaci¨®n de hotel¡±, comenta una representante sindical del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (Inaem).
El Inaem ha actualizado varias veces su protocolo. Despu¨¦s del plante de Flotats, por ejemplo, decidi¨® establecer que la frecuencia de las pruebas diagn¨®sticas se determinar¨ªa en funci¨®n de las caracter¨ªsticas de cada producci¨®n y no con un criterio fijo como se hac¨ªa hasta entonces. Parece que la receta m¨¢gica es la realizaci¨®n de m¨¢s pruebas, pero los presupuestos que manejan las producciones teatrales son ¨ªnfimos comparados con los que manejan los teatros de ¨®pera, lo que significa que pueden aislar m¨¢s r¨¢pidamente los casos positivos, antes de tener que llegar a la cancelaci¨®n.