Dennis Lehane: ¡°Somos la c¨¢rcel en la que estamos prisioneros¡±

¡°Los grandes hombres intentan hacer las cosas bien, que es lo ¨²nico que importa. El verdadero amor es as¨ª¡±, reflexiona el personaje de Annabeth Marcus en las desoladoras p¨¢ginas finales de Mystic River, una novela publicada hace 20 a?os y que marc¨® un punto de inflexi¨®n en la carrera de Dennis Lehane y en el devenir del g¨¦nero negro contempor¨¢neo. Annabeth dice esto a su marido Jimmy, un hombre con las manos manchadas de sangre, marcado, como tantos personajes de Lehane, por el peso de la culpa y de un pasado que no termina de irse, decidido a hacer lo que sea por defender a los suyos. ¡°Es uno de los pocos libros que he escrito a los que todav¨ªa soporto volver. Sali¨® muy bien, la construcci¨®n es s¨®lida, los personajes tienen profundidad. Es lo m¨¢s parecido a mi voz, puedo escuchar mi propia cadencia cuando lo leo. Y es fiel al mundo en el que crec¨ª, no idealiza, no sentimentaliza¡±, reflexiona Lehane una tarde de marzo en Nueva Orleans, donde se ha trasladado desde su residencia en Santa M¨®nica para grabar con Apple una serie para televisi¨®n, una labor que ha ido ocupando cada vez m¨¢s tiempo en el quehacer del autor de Shutter Island.

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Dennis Lehane: ¡°Solo puedo escribir las historias en las que creo¡±

La furia y la iron¨ªa de Lehane

Mystic River cuenta la historia de tres hombres ¡ªJimmy Marcus, Sean Devine y Dave Boyle¡ª cuyas vidas dieron un vuelco una aburrida tarde de 1975 cuando se toparon con dos depredadores sexuales. Dave subi¨® al coche de los monstruos, enga?ado, y pas¨® cuatro d¨ªas secuestrado, sometido a las peores vejaciones. Nada volvi¨® a ser lo mismo para ninguno de aquellos ni?os que 25 a?os despu¨¦s tratan de sobrevivir a ambos lados de la ley. ¡°Es la destilaci¨®n de todo lo que pude atrapar acerca del mundo en el que crec¨ª. Capta las alegr¨ªas y los horrores, la comedia y el sinsentido de la violencia. Recuerdo haberme dado la misi¨®n de desenterrar esos recuerdos solo como fueron, y no como deber¨ªan haber sido o como yo querr¨ªa que fuesen¡±, rememora Lehane (Boston, 55 a?os) desde su residencia provisional, rodeado de mansiones de estilo cl¨¢sico sure?o y calles flanqueadas por enormes ¨¢rboles de los que cuelgan grandes l¨ªquenes. Nada parecido a su Boston natal, a esos vecindarios obreros en los que todo el mundo se conoc¨ªa, parte esencial de su geograf¨ªa literaria y que ahora han desaparecido. ¡°Pr¨¢cticamente todos esos barrios est¨¢n ahora completamente gentrificados y ser¨ªan irreconocibles para la generaci¨®n de mis padres¡±, lamenta Lehane, que ya en Mystic River anticipa un movimiento que luego ha sido imparable.

La novela, que la editorial Salamandra ha reeditado en marzo, multiplic¨® su fama con la adaptaci¨®n al cine que en 2003 dirigi¨® Clint Eastwood con guion de Brian Helgeland. Sean Penn como Jimmy y Tim Robbins en el papel de Dave consiguieron el Oscar a mejor actor y mejor actor de reparto, respectivamente. El tr¨ªo lo completa Kevin Bacon en el papel del detective Sean Devine, que vuelve al barrio para investigar la muerte de la hija de Jimmy. ¡°Consiguieron lo que yo siempre hab¨ªa perseguido: una tragedia cl¨¢sica. Somos la c¨¢rcel en la que estamos prisioneros. Y Clint entendi¨® eso desde el primer momento y me dio su palabra de que no permitir¨ªa al estudio ni a nadie m¨¢s que cambiara mi final: el bueno no gana, el otro bueno muere y el malo (que piensas que es el h¨¦roe) se libra; y el ciclo de violencia contin¨²a¡±, asegura.

Mystic River es lo m¨¢s parecido a mi voz, puedo escuchar mi propia cadencia cuando lo leo. Y es fiel al mundo en el que crec¨ª, no idealiza, no sentimentaliza

No es Mystic River una excepci¨®n en la obra de un autor que trata de escapar siempre de las exigencias del policial y de los finales cerrados y gratificantes y que se considera, adem¨¢s, un ¡°turista del g¨¦nero¡±. No en vano, frecuent¨® la pura novela de detectives con la serie protagonizada por la pareja Kenzie y Gennaro, el terror g¨®tico en Shutter Island (2005), el thriller puro en Cuando empieza la ca¨ªda (2019) y acometi¨® su empresa m¨¢s ambiciosa con Cualquier otro d¨ªa (2008), Vivir de noche (2012) y Ese mundo desaparecido (2015), una trilog¨ªa que recorre la vida del mafioso Joe Coughlin de la I Guerra Mundial al final de la Segunda. ¡°Estoy seguro de que quer¨ªa algo ¨¦pico, lo que no quiere decir que estuviera navegando las aguas de la gran novela americana. Solo un tonto har¨ªa eso¡±, declara para rechazar esa calificaci¨®n para un conjunto de libros en los que, adem¨¢s, resuenan con fuerza los grandes temas del presente.

Lehane disfruta como guionista. Da dinero y prestigio y, adem¨¢s, le permite trabajar con m¨¢s gente, algo que dice que le encanta. ?l, Michael Connelly o Richard Price han dado el salto a la pantalla en mejores condiciones que William Faulkner, Dashiell Hammett y compa?¨ªa en el Hollywood cl¨¢sico. Pero eso no le ha apartado de la literatura. ¡°Estoy trabajando en una novela sobre el racismo y una tragedia familiar en el Boston de los a?os setenta¡±, confiesa. ¡°Es un periodo muy v¨ªvido para m¨ª porque yo era por entonces un ni?o fascinado en un momento de gran convulsi¨®n social que ve¨ªa alucinado c¨®mo el viejo mundo explotaba a mi alrededor¡±. Boston, el pasado que nos cerca y la tragedia que nos destruye. La televisi¨®n no ha cambiado tanto al hombre que cre¨® hace 20 a?os Mystic River.